Santi Millán, tras filtrarse su vídeo privado: “Se ha cometido un delito”
Este fin de semana se ha difundido por redes sociales un vídeo íntimo y privado de Santi Millán en el que aparece practicando sexo con una mujer. Un vídeo grabado por él, y aparentemente con el consentimiento de ella, pero que se ha hecho público sin el consentimiento del actor y presentador, lo que lo convierte en un delito.
El diario ABC ha podido hablar con la víctima de esta filtración, Santi Millán, que ha sido muy claro: “Yo no quiero decir cómo hay que enfocar las cosas, pero la noticia aquí es que se ha cometido un delito. Yo no entiendo de leyes ni demás, así que no voy a comentar”.
La ley, efectivamente, tipifica como delito la publicación y difusión no autorizada de imágenes o grabaciones íntimas. En concreto, el artículo 197.7 del Código Penal establece: “Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses el que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales que hubiera obtenido con su anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros, cuando la divulgación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa persona”.
Aunque la/s víctima/s diesen su consentimiento para la grabación, o incluso como en este caso la realizasen ellos mismos, es delito publicar ese vídeo sin su consentimiento en las redes sociales, e igualmente difundirlo por ejemplo en un tuit aunque sea desde una cuenta en la que no damos nuestro nombre real.
El mundo de la ficción también ha profundizado y señalado lo peligroso de este tipo de acciones. Recientemente la serie Intimidad, como explicamos en nuestra crítica, planteó un caso similar para reflexionar sobre ello en Netflix.