'Secret Story' expulsa a Sofía Cristo por agredir a Miguel Frigenti en directo
En la nueva Cuenta Atrás de Secret Story con Carlos Sobera se vivió uno de los momentos más desagradables de la edición: la expulsión de Sofía Cristo por agredir a Miguel Frigenti. La organización le hizo las maletas para que se marchara y el presentador lamentó que siendo figuras públicas no dieran ejemplo.
Todo eso ocurrió en una noche en la que los concursantes dieron la bienvenida (con más o menos efusividad) a la “Diosa” Adara. La ganadora de GH VIP 7 llegó como una divinidad para estar una semana dentro de la casa.
Además, Emmy Russ explicó la línea de su vida, recordando algunos de sus peores momentos y Luca se salvó de la nominación. Por lo que la lista negra solo la ocupan Sandra Pica y Miguel.
El enfrentamiento físico entre Sofía y Frigenti
Como ya viene siendo habitual, en cada entrega hay una discusión del grupo mayoritario con Frigenti. Esta noche no ha sido menos y mientras él defendía que todos se le echaban encima cuando hablaba con el presentador, el resto aseguraba que era lo que él quería: ser minoría para llegar a la final.
Empezaron a criticarse unos a otros de tal forma que el enfrentamiento se fue calentando más y más, hasta que Sofía Cristo se dirigió a Frigenti instultándole, él se levantó del sofá tapándose los oídos y cantando y ella perdió los nervios y le zarandeó. Todos corrieron a separarles y Sobera no dudó en mediar: “El espectáculo es sencillamente lamentable. Se puede estar enfadado, criticar, ser duro, pero esto es lamentable y no aporta nada a vuestro favor.
A lo que la hija de Bárbara Rey exclamó: “¿Sabes qué te digo? Que antes de que me echéis me piro”. El presentador intentó calmarla y ella acabó lamentando lo ocurrido: “Pido perdón, pero yo no necesito ninguna trama para estar en esta casa, me basto conmigo misma. No quiero estar con una muy mala persona. No se puede estar con él porque solo mete mierda entre todos, me supera, me ha sacado de los nervios. Me quiero pirar. No tengo necesidad, tengo una vida de puta madre fuera como para pasarla con este ser”.
Fue entonces cuando Sobera le informó de que no se iba ella, sino que la expulsaba el programa: “Esto para mí no es nada agradable, habéis perdido los nervios y tú has pasado la línea. La organización no tiene más remedio que expulsarte. Puedes hacer las maletas y salir de la casa de los secretos. Aunque estemos en un reality todos tenemos que dar ejemplo a los demás”.
Así lo acató la hija de Bárbara Rey que se marchó diciendo unas últimas palabras: “Lo asumo y pido perdón por los insultos. En todo lo demás me reitero. Me llevo amigos, lo siento pero las cosas pasan por algo. No tenía que estar aquí y ya está”.
El reencuentro de Adara con Luca
El programa pidió a todos los concursantes que se vistieran de rapa nuis para dar la bienvenida a su Diosa. El primero en salir de la habitación y descubrir a Adara fue Luca, que la conocía desde que tuvo la famosa relación con su hermano Gianmarco.
Lejos de saludarla serio, triste o enfadado, se alegró de verla... hasta que ella empezó a comentar lo que le parecía su concurso: “Estás repitiendo el mismo patrón que tu hermano. Estás jugando con Emmy, le das esperanzas, luego vas con Cristina, juegas con ella.
Al escuchar tales acusaciones, el italiano no se defendió para defender antes a su hermano: “Aunque lo vuestro no acabara bien no significa que Gianmarco no tuviera sentimientos. Eran súper verdaderos”.
Adara no estuvo de acuerdo y recordó cómo la dejó en casa: “Él cogió las maletas y se largó en pleno confinamiento, me dejó sola, so-la”.
La siguiente en descubrir a Adara en la casa fue Cristina, la única amiga de Miguel Frigenti en la casa, aunque el día anterior había tenido un rifirrafe con él. Por ello, la nueva invitada criticó esa parte de la periodista:
“No me está gustando cómo te estás comportando en ocasiones con Miguel”, lamentó. Y Cristina se explicó: “Quiero muchísimo a Miguel y cuando hace las cosas mal se lo digo como a mis amigas. Quizás mi tono es malo porque sé que me pasa, pero siempre es para mejorar. Soy su amiga y mis amigas me dan consejos. Miguel me quiere como amiga y a mí me vale eso”.
El tercero en celebrar la visita fue Frigenti - amigo de Adara de fuera de la casa- al verla corrió a abrazarla. Ella aprovechó para advertirle lo que opinaba: “En ocasiones no me está gustando cómo te trata Cristina. Te da cada contestación que me quedo loca. Disfruta más el concurso, que es único, se vive solo una vez en la vida”.
Pero Miguel defendió a su amiga: “Con Cristina es verdad que tuvimos un desencuentro pero no me trata mal, somos uña y carne y creo que su cariño es real. Quiero que te hagas amiga de Cristina y que lo vivamos a tope”, dijo entusiasmado con la visita.
La dramática vida de Emmy Russ
Esta semana le tocó a Emmy hacer su línea de la vida que, al relatarla, dejó a más de uno sobrecogido: “La separación de mis padres fue un momento muy duro en mi vida. Tenía 15 años. Mi padre tenía un carácter muy difícil, pegaba a mi madre, a veces también a nosotros. Mi madre decidió dejarlo, la familia se destrozó y me quedé sin padre. No quería saber de nosotros. Empezó un juicio muy largo, porque yo era menor de edad. Mi padre no me quería, solo quería que mi madre le pagara dinero. Mi madre ganó el juicio y nunca he vuelto a saber de él. He intentado contactar con él varias veces pero no le valía nada. Me falta mucho una figura masculina por eso deseo mucho una relación estable”, reconoció.
La siguiente etapa fue cuando se marchó a vivir a España: “Nos mudamos a Alicante, dejé el colegio porque me daba miedo no hablar español. Empezó un bajón grande con la relación con mi madre, no sabía qué hacer con mi vida y cometí muchos errores. Me portaba mal, conmigo misma, no me cuidaba, salía de fiesta. Me separé de ella, viví un horror, estaba totalmente sola. Fue el peor momento de mi vida”.
Una vez perdonada con su madre y ya mayor de edad: “Con 18 años tuve mi primer novio que era mucho mayor que yo. Él tenía 37 años pero se convirtió en una relación muy tóxica. Me sentía atrapada pero no quería salir porque no tenía gente fuera que me quisiera. Llegó un momento que nos pegábamos en discusiones. Después encontré un nuevo chico, me enamoré de locos pero duró poco porque no me quería como le quería yo. Me dejó dos días después de firmar el piso y fue un bajón muy grave”.
Pero en la actualidad ha encontrado la felicidad: “Ahora me va mejor que nunca, soy la persona que decido lo que hago. Estoy contenta con mi trabajo, con mi madre y puede sentirse orgullosa”.
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