Silvia Abril y David Fernández visitaron El Hormiguero para promocionar El éxito de la temporada, su nueva comedia teatral que reflexiona sobre la amistad, el paso del tiempo, el triunfo, la satisfacción vital y el oficio de los cómicos.
Tras hablar sobre su nuevo proyecto, Pablo Motos también les preguntó por dos de sus personajes icónicos en televisión: La Niña de Shrek y Rodolfo Chikilicuatre. “Ahora que ya lo vemos con distancia, ¿podemos decir que cuando fuisteis a Eurovisión fue el troleo más grande que se ha hecho nunca jamás” preguntó el presentador y los invitados asintieron.
“Para mí es el gag más grande por algo súper bonito, porque la gente lo votó. Fue el único año que la gente votó, por algo será que no han dejado hacerlo otra vez”, recordó Fernández. Y Abril añadió: “Es el gag llevado al extremo más loco que es representar a un país en Eurovisión”.
La humorista recordó que fue una de las bailarinas que acompañó a Chikilicuatre y se caía constantemente en el escenario: “Enseñándole el culo a Europa, pensé hasta en escribirme un mensaje en el culo. Era una locura ver cómo nos habíamos colado en el sistema y cómo nos estaban tomando en serio”.
Y ambos desvelaron: “Fue todo muy surrealista lo que nos pasó en Belgrado, nos llevaron a la Embajada de España, a la final de la Copa del Rey (...) todo fue una locura, todo nos superaba y lo vivíamos a lo nuestro. De todo nos reíamos”.
El momento en el que nació La niña de Shrek
Motos también quiso recordar el momento en el que nació La niña de Shrek en Homo Zapping y emitió unas imágenes que Abril no había visto en años.
Al verlas, David Fernández rememoró el ataque de risa que le entró mientras escuchaba a su compañera hablar de cromos de un gato e improvisar sin parar. “Todo eso no estaba en el guion”, aseguró el cómico que confesó que cuando parecía que estaba llorando, interpretando su papel, lo que realmente estaba haciendo era taparse el rostro para que no se viera que estaba llorando de la risa.
Por su parte, Abril explicó que sabía que el personaje había funcionado porque José Corbacho le dejó seguir y seguir y parte del equipo se tuvo que marchar de plató para aguantar la risa.
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