Este lunes, 19 de febrero, la nueva entrega de Bake Off estrenó las tres pruebas (en vez de las dos que había hecho hasta ahora) para la desesperación de los concursantes, excepto Yolanda Ramos que fue expulsada en la pasada gala.
Los pasteleros se enfrentaron a los turrones con cambio de receta, a las rosquillas que se le atragantaron a más de uno y al trampantojo de galletas. Unos retos que se tomaron con alegría pero con tensión a la vez.
Finalmente fue Marc Clotet el que se marchó de la carpa, para sorpresa de muchos compañeros ya que había sido uno de los favoritos durante casi toda la edición. De hecho, en el recuerdo queda su reto de San Valentín que “conquistó” a todos:
Prueba de autor con sorpresa incluida
En la primera prueba de la noche, los concursantes tuvieron que revolucionar los sabores clásicos de los turrones para convertirlos en turrones disidentes en una hora y media. “Atreveos, sed valientes”, les pidieron los jueces.
Pero, si eso no era suficiente, todos ellos tuvieron que cocinar la receta de otro compañero: Alba y Rocío, Blas y Marc, Patxi y Terelu, Pablo y Ana.
Durante el cocinado, la que más se desesperó fue Carrillo con la receta de Rociíto. Tanto que hasta la amenazó con “robarle al marido”. Pero la peor parte se la llevó Pablo cuando se le quemó el papel de horno.
Prueba técnica de rosquillas “incomestibles”
En la prueba técnica, los concursantes elaboraron tres coloridas alternativas a las rosquillas de toda la vida. Marc tenía la ventaja de tener la receta pero también sufrió dificultades.
Los peores de la prueba fueron Pablo y Patxi al hacer unas rosquillas crudas y las otras durísimas. “Incomestibles las dos”. Pero también hubo doble premio para las mejores: las de Ana y Rocío Carrasco.
Prueba de expulsión con la marcha de uno de los favoritos
En la prueba fantasía, cada uno tuvo que crear su propio trampantojo de costurero dentro de una típica lata de galletas de mantequilla en el que todos los elementos de costura deberán estar replicados en galleta y mazapán.
Durante el cocinado, la única que hablaba y hablaba era Alba Carrillo, hasta que algunos compañeros e incluso los jueces se lo señalaron y decidió quedarse completamente callada: “¿Veis cuando me callo lo que pasa? Es el cementero Bake Off”, bromeó la modelo.
Al entregar sus elaboraciones, ninguno dio “puntada sin hilo” en los títulos pero no estuvieron tan acertados en el sabor. Sobre todo Pablo que “en cada prueba de decoración” la da por perdida. “Es que con estos dedos no estoy acostumbrado a las cosas pequeñas”, argumentó el actor. Terelu tampoco acertó en la decoración, pero sí en el sabor. Todo lo contrario que Blas.
La que asustó con su plato fue Rocío que entregó algo más parecido a un kit “de brujería”, o a una “escena del crimen” según los jueces y al que ella tituló “la caja de Tim Burton”.
El jurado se retiró a deliberar, según la evolución de cada concursante en las tres pruebas. Acordaron que los tres mejores de la entrega habían sido Blas, Ana y Alba (para su sorpresa). Y el delantal de la semana se lo llevó el cantante.
La parte negativa se la llevaron Pablo y Marc al ser señalados como los peores de la noche. Y aunque Pablo había repetido durante toda la entrega que sabía que se marchaba él, aún quedaba un giro final: “El que debe despedirse de la carpa es Marc”, sentenciaron para sorpresa de muchos, tras ser uno de los favoritos y de los que más mimo habían puesto a cada dulce.