Supervivientes reconcilió a sus concursantes con finales felices y enemigas irreparables
La nueva entrega de Tierra de Nadie intentó tender puentes entre sus concursantesTierra de Nadie logrando emotivos abrazos y espaldarazos inevitables.
Para ello, Lara Álvarez propuso a algunos de los enemigos íntimos que se habían formado en la isla que aclararan su situación y acabaran con un final feliz o todo lo contrario.
Sobre un puente - muy metafórico- los concursantes se acercaban paso a paso hasta estar tan cerca que tenían que decidir si perdonarse o seguir enfrentados.
El abrazo sincero entre Hugo y Francisco
La primera pareja fue Hugo y Francisco que confesaron haberse burlado el uno del otro y ambos esperaban tener tiempo para conocerse más y cambiar las opiniones mutuas.
De esta forma, acababan abrazados y con la intención de reconciliarse.
Raquel Mosquera le da espaldarazo a Romina
Raquel Mosquera y Romina eran las siguientes en caminar por el puente. La peluquera confesaba haberse sentido muy dolida por las palabras que la argentina le había dedicado.
Esta última aseguraba no tenerle rencor por lo que, cuando estuvieron cerca, ella intentó tenderle la mano y Raquel se giró y se marchó. Una actitud que el público de plató aplaudió.
Logan y Joao, felices sin intermediarios
Logan y Joao se recriminaban el haber dejado que Sofía se “interpusiera” en su buena relación. El joven aseguraba que no volvería a pasar porque para él, la gran hermana ya no significaba nada.
Ambos se rieron de la situación y acababan abrazándose.
Alberto Isla y Sergio, solo cordialidad
Aunque Alberto Isla y Sergio acabaron dándose la mano de forma cordial, su enemistad era patente y aseguraron que tampoco iban a mantener una estrecha relación.
María Jesús y Sofía, una enemistad sin solución
El momento más tenso lo protagonizaron Sofía y María Jesús Ruiz que mientras avanzaron en el puente, lejos de reencontrarse, subieron la temperatura de su conflicto.
Aunque la modelo repetía el haber perdonado a su compañera, esta última le recordaba que antes de meterse con ella fuera consciente de las consecuencias.
Aunque Ruiz intentó mantener la cordialidad, Sofía la esquivó y se marchó del puente sin mediar palabra.
