Carlos Sobera arrancaba la nueva entrega de Supervivientes: tierra de nadie tranquilizando sobre el estado de salud de Violeta Mangriñán pero comunicando que debe abandonar el concurso.
“Seguimos muy pendientes del estado de Violeta. Pero no hay buenas noticias sobre su evolución: tras el último parte médico Violeta debe abandonar el concurso”.
Al ser una de las nominadas de la semana, el presentador daba paso de inmediato a cerrar el televoto para dejar la expulsión solo entre Mónica Hoyos, Fabio y Dakota.
A continuación, se dirigió a la madre de la viceversa: “Tienes que estar tranquila, estamos en contacto con ella, pero tiene que regresar a España porque tiene que ser tratada con recursos que solo tenemos aquí. Pero está bien”.
Violeta: “No me merezco esto. Tenía que ganar”
Minutos más tarde, Sobera conectaba con Violeta que estaba aislada por el equipo médico y aseguraba haber mejorado: “Desde el jueves hasta ahora no hay color, tengo mis pequeñas molestias pero con el tratamiento ya estaría. Tengo ganas de volver al cayo porque necesito dormir en el suelo”.
Pero el entusiasmo de la joven se esfumó al escuchar al presentador leer el parte médico: “Desde tu llegada al concurso has debido ser tratada en varias ocasiones pero ahora la cosa no es tan favorable como desearíamos. Tras las diferentes y exhaustivas pruebas que se te han hecho presentas un cuadro que impide tu continuidad en el concurso”.
Al escuchar esas palabras, Violeta se derrumbaba incrédula mientras Sobera proseguía: “El equipo médico ha decidido que la mejor opción es tu regreso a España siempre vigilada por uno de sus miembros para una valoración y estudio por parte del cirujano y que se haga en unas condiciones más adecuadas para tu recuperación que deseamos que sea tan rápida como buena”.
A la viceversa se le saltaban las lágrimas mientras rogaba quedarse: “Carlos queda nada de concurso, por favor, por favor, no me puedo ir ahora, te lo suplico. No me merezco esto. Tenía que ganar”.
La madre de Violeta también entró telefónicamente para tranquilizarla: “La salud es más importante que el reality. Sé fuerte. Has peleado mucho, lo sabemos. Eres una campeona y tienes mucho apoyo fuera y mucha gente que te queremos pero entiéndelo”.
Al ver su desesperación y las ganas que transmitía de seguir en el concurso, Sobera le transmitió la decisión del equipo: “Tienes que regresar a España pero si las circunstancias lo permitieran y tu salud también podrías regresar a la isla y si no pudieras, el próximo año en Supervivientes tendrías la plaza completamente asegurada”. Una noticia que le hacía saltar de alegría“.
La despedida de Fabio y Violeta: “Tenemos una vida fuera”
Violeta pidió despedirse de Fabio antes de marchar y así se lo concedió el concurso. Al reencontrarse, la viceversa, entre sollozos, informaba a su pareja de que dejar el reality: “Me vuelvo a España. Me obligan por la vesícula. Yo quería ganar, gordi”.
Él se apresuraba a abrazarla y serenarla explicándole que había sido la salvada de la semana, por lo que se quedara con el cariño de la audiencia. Además, se dedicaron palabras de cariño mutuas: “Tenemos una vida fuera. T'estimo molt. Es un problema físico que no depende de ti. Te juro que no vi otra mujer más fuerte en el concurso que tú”.
Cuando llegó el turno de despedirse del resto de compañeros, Violeta se centró en Isabel Pantoja y Mónica Hoyos: “Supongo que esta noticia alegra a alguno y otros no tanto. A Isabel le pido que cuide de Fabio como cuidó de mí ese día. Para mí eres junto con Fabio la ganadora. A Mónica decirle que es una tía un poco rara pero me cae guay y ojalá llegue muy lejos porque se lo merece”.
Sorprendió el mensaje conciliador que le dedicó a Dakota, la que había sido su enemiga declarada en la isla: “Le quiero decir que en el fondo no somos tan distintas,que somos dos leonas y que, aunque sea una barriobajera y yo una loca, tiene buen fondo”. Palabras que agradeció la compañera.
No tan agradable fue la despedida con Albert al que le dijo que confesó haber estado triste por “perder a un amigo” pero haberse dado cuenta que no lo era tanto cuando no aclaró lo sucedido entre ellos.