Hace un año que Terelu Campos se reconcilió con Sálvame tras haberse distanciado del programa al sentir que ni su familia ni ella recibían un trato digno. Pero en 2022 aceptó regresar al magacín que produce La Fábrica de la Tele porque se le propuso que presentara junto a María Patiño una sección titulada Sálvame Lemon Tea. Dos meses duró la aventura, que llegó a su fin “sin motivo alguno”.
La tertuliana considera que la cancelación del Lemon Tea no estuvo justificada. “Cuando todavía parecía ir bien, de pronto deciden quitar nuestro espacio. Algo que ocurre habitualmente con los programas dentro de nuestro trabajo. Francamente, sigo pensando que lo hicieron sin motivo alguno, porque la audiencia nos respaldó y eso era lo más importante”, explica en la columna que escribe para la revista Lecturas.
Lo cierto es que Sálvame Lemon Tea no tuvo mucho poder de convocatoria, aunque no es menos cierto que el programa en su conjunto ya acusaba un importante desgaste desde hacía tiempo.
Pese a la cancelación de la sección, “Telecinco decidió que no quería prescindir de la pareja que formamos María y yo y nos dieron los viernes para presentar Sálvame”. “Me agarré a esa aventura semanal de la manera más intensa. (...) Mi vuelta a Sálvame de esta manera ha sido fruto de un gran sacrificio desde hace tres años. Sin lugar a dudas, ese esfuerzo ha merecido la pena”, agrega la tertuliana, que sale en defensa del programa ahora que se avecinan cambios en Telecinco para remontar en el ranking de las audiencias.
“Espero que sigamos teniendo el apoyo del público y de la cadena porque este programa es una grandísima familia. (...) Ojalá estemos muchos años entreteniéndoos, porque este esfuerzo diario es el sustento para muchas personas que están delante y detrás de las cámaras”, recuerda La Campos, que este miércoles, totalmente indignada, arremetió contra la dirección del programa por el trato que se le estaba dando a su hermana Carmen Borrego.
“Somos unos hipócritas. La dirección de este programa hace un ejercicio de hipocresía muy grande, pero eso no es nuevo”, criticó mientras miraba a su jefe, Alberto Díaz.