La casa fuerte alcanzará el sábado su primer mes de vida en Telecinco. Tiempo suficiente para hacer balance del rendimiento que, por ahora, está ofreciendo el último reality de la factoría Mediaset. Producido en colaboración con Bulldog TV (Supervivientes), La casa fuerte abrió sus puertas el 11 de junio con el objetivo de dar vida a la parrilla de Telecinco durante los primeros meses de verano. Misión que en temporadas anteriores había sido para la recta final de Supervivientes, pero que este curso exigió la creación de un nuevo reality por el adelanto de la aventura en Honduras a finales de febrero.
Así las cosas, Mediaset se sacó de la manga este formato de telerrealidad que, un mes después de su estreno, está cumpliendo con sus dos principales cometidos: liderar con asiduidad y nutrir de contenidos al resto de programas de Telecinco. Aun así, ¿se puede decir que La casa fuerte está funcionando bien? Lo analizamos a continuación.
Cambios sobre la marcha y quejas continuas de los concursantes
Lo primero que hay que decir de La casa fuerte es que su propia existencia fue anunciada oficialmente por Mediaset el 22 de mayo, solo 20 días antes de su estreno en Telecinco. Un margen de tiempo que invitaba a pensar en la celeridad con la que se había creado este nuevo formato. Algo que se acabaría apreciando a través de su confusa mecánica, cambiada sobre la marcha para hacerla más atractiva a ojos del público.
En este sentido, el programa empezó celebrando asaltos entre Residentes y Asaltantes únicamente en la gala de los jueves, la conducida por Jorge Javier Vázquez. Pero al cabo de tres semanas, se decidió que también hubiera asaltos los domingos para darle emoción a las emisiones y evitar, de paso, que se repitieran duelos como el de Yola Berrocal y Leticia Sabater contra Cristian Suescun y Maite Galdeano, que llegó a celebrarse durante dos jueves consecutivos.
Este cambio provocó que aquellos que consiguieron la inmunidad el jueves tuvieran que ganársela de nuevo el domingo. Una modificación que no compartieron, o no entendieron, concursantes como Ferre, que mostró públicamente su disconformidad con la misma.
De hecho, las quejas de los concursantes hacia el programa han sido constantes en estas ocho primeras galas emitidas. En la mayoría de los casos, con las pruebas como motivo de discordia. Ya fuese por la falta de claridad a la hora de exponer las normas, por la resolución final, por el propio planteamiento o por el peligro que conllevaba realizarlas. Y si no que se lo digan a Maite Galdeano, que casi se ahoga durante una de ellas.
Al ser la presentadora en la casa y, por tanto, la encargada de explicar y controlar los juegos, todas las protestas de los concursantes han ido dirigidas a Nuria Marín. De ahí que la conductora y los participantes hayan vivido varios roces durante este primer mes de programa. “Estoy harta de que me discutáis siempre las cosas”, llegó incluso a decir incluso Marín el pasado domingo.
'La casa fuerte', una prueba para Nuria Marín y Sonsoles Ónega
Además de para enriquecer su programación veraniega, La casa fuerte también está sirviendo para testar a Nuria Marín y Sonsoles Ónega en un reality show. Aunque la primera ya presentó los resúmenes de El tiempo del descuento y comentó todos los realities emitidos por Mediaset durante los siete años que presentó Cazamariposas, esta está siendo su primera gran experiencia en un formato de estas características.
Igual que para la presentadora de Ya es mediodía, que en un giro que nadie vio venir, ha pasado de ser la corresponsal de Informativos Telecinco en el Congreso de los Diputados a presentar el último reality de la cadena en apenas dos años. Concretamente la gala de los domingos, pues la de los jueves -día por excelencia de los realities en Telecinco- corre a cargo de Jorge Javier Vázquez, que pone el punto de experiencia a este inédito trío de caras encargado de encabezar La casa fuerte.
La presencia de Jorge Javier evidencia que Telecinco ha querido darle cierto estatus a su nuevo reality, mientras que la participación de Marín y Ónega denota, por otro lado, que la cadena también ve esta apuesta veraniega como un campo de pruebas de cara a ampliar su abanico de presentadoras de realities.
Un casting carente de novedades y rostros llamativos
Si Telecinco sorprendió con el fichaje de Sonsoles Ónega para La casa fuerte, donde apenas hubo espacio para la sorpresa fue en el casting de concursantes. Entre los 14 participantes encontramos tres que estuvieron este mismo año en Supervivientes 2020 (Ferre, Fani y Cristian), una que suma su tercer reality desde enero (Fani), otra que ya ha ganado dos (Yola Berrocal), otra que tiene el récord de participantes con siete realities diferentes (Leticia Sabater) y solo tres que nunca antes se habían dejado ver en un formato de telerrealidad (Macarena Millán, Juani Garzón y Cristina Gilabert).
Estamos, por tanto, ante un casting muy del estilo de Mediaset, donde impera aquella máxima que dice que “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Ahí está para demostrarlo la inclusión de Oriana, que ha vuelto a la órbita de Telecinco pese a ser 'desterrada' tras su desplante en GH VIP 6. La participación de Maite Galdeano, por su parte, ha venido a satisfacer una antigua reclamación de sus fans, ávidos por verla de nuevo en un reality tras su breve pero intensa experiencia en GH 16.
Y el resto de nombres se mueven entre el valor seguro -Yola Berrocal y Leticia Sabater están más que curtidas en estos formatos- y el bajo coste, pero sin suponer en ningún caso un intento de riesgo o sorpresa para seducir al público más exigente con esta clase de programas.
El culebrón Fani, último ejemplo de las sinergias en Telecinco
Esto no ha impedido, sin embargo, que La casa fuerte esté nutriendo de contenidos al resto de programas de Telecinco. La mejor prueba de ello la encontramos en Fani, que ha sido tan protagonista en La casa fuerte como en el plató de Sálvame, que en las últimas semanas ha hablado largo y tendido de su presunto pasado en el mundo de la prostitución.
La confluencia de ambos programas tuvo su culmen el pasado 25 de junio, cuando la quinta gala de del reality se centró mayoritariamente en este asunto. ¿El resultado? Récord de audiencia para el programa, que repitió con éxito una estrategia que Telecinco ya ha empleado en diferentes ocasiones. La anterior, en Supervivientes 2020, cuando destapó las mentiras de José Antonio Avilés mientras el excolaborador de Viva la vida estaba en Honduras, desde donde dio su versión de los hechos en una gala especial que arrasó en prime time.
Las audiencias: notable en jueves, correcta los domingos
A todo esto, ¿qué tal va en audiencias La casa fuerte? Como suele ocurrir con todos los realities de Mediaset, la emisión de los jueves está funcionando mucho mejor que la de los domingos. Así, las cuatro galas conducidas por ahora por Jorge Javier Vázquez promedian un 21.9% de cuota y 2.096.000 espectadores, mientras que las presentadas por Sonsoles Ónega los domingos caen hasta el 15.8% y 1.773.000 televidentes.
La media total sumando los dos días es del 18.9% y 1.934.000 espectadores, lo que coloca a La casa fuerte por debajo de pesos pesados de Telecinco como Supervivientes y GH VIP, aunque con unas cuotas nada desdeñables para ser un formato que se emite en verano. De hecho, este promedio hace de La casa fuerte el programa que más está rindiendo en el prime time veraniego junto al recién finalizado MasterChef.
Por ahora ha sumado siete de ocho liderazgos posibles -perdió el domingo 21 contra la película 'The Equalizer 2' en TVE-, aunque a buen seguro que cosechará muchos más de aquí a su final. Primero, porque no deja de ser un reality de Telecinco, con todo lo que eso supone. Y segundo, porque la falta de alternativas en una época tan escasa de contenidos relevantes como es el verano.
Porque, a pesar de su mejorable mecánica, su repetitivo casting y sus pruebas confusas, La casa fuerte es el único programa que promete dar algo de vida a las noches televisivas de aquí al final del verano. Y aunque lo haga sin la fuerza de las principales apuestas de Telecinco, esto ya es un éxito en sí mismo.