Ana Rosa Quintana ha regresado este lunes 10 de octubre a El programa de AR, 342 días después. La presentadora, que ha estado ausente de los platós de Telecinco desde que el pasado 21 de noviembre anunciase su baja para someterse a un tratamiento por un cáncer de mama, se ha vuelto a poner al frente de su magacín con un mensaje a su audiencia.
“Milagro es que yo hoy esté aquí”, ha dicho al cierre de su speech, en su primera toma de contacto con los espectadores en once meses. Mirando a cámara, y tras dar sus clásicos “buenos días”, Ana Rosa ha hecho balance de lo ocurrido en su tiempo alejada de la televisión, tanto en lo personal como en lo que respecta a la actualidad.
“Les dije que nos veríamos pronto. A mí se me ha hecho un poquito largo, pero ya estoy aquí. Tengo una deuda eterna con ese inmenso cariño que me ha llegado de todos ustedes, desde mis compañeros y personas que no conozco que me han hecho llegar sus oraciones, ¡hasta el Papa me ha hecho llegar un rosario bendecido!”, ha contado.
“No se imaginan el altar que tengo en casa con estampitas, medallas... y la cantidad de cariño que he recibido de la calle. Sobre todo, he tenido muchísimo amor en mi casa de mi marido, mis hijos, mis amigos. Sin mis amigas, todo habría sido muchísimo más duro. En este momento hay muchísima gente pasando por lo mismo, miles de mujeres que lo están viviendo o lo van a vivir. No pienso guardarme nada, así que a lo largo de la mañana intentaré contar todo lo que ustedes quieran saber sobre este año”, ha añadido la presentadora.
El repaso de Ana Rosa a la actualidad...
Tras este primer balance, Ana Rosa ha enlazado con un repaso a la actualidad: “El gusanillo del periodismo no me ha abandonado, a pesar de que he tenido que seguir la actualidad desde el sofá de mi casa. He sido testigo en la distancia de cómo estallaba una terrible guerra en Europa; cómo una crisis sin precedentes nos asolaba; récord de subida de la luz, el gas, la gasolina; cómo dimitía el jefe de la oposición; cómo se hackeaban los móviles del Gobierno; la ruptura con Argelia o la muerte de Isabel II. Y hoy, regreso y me encuentro con la crisis de uno de los tres pilares del estado: el poder judicial”.
“Durante estos meses también he tenido tiempo de ir al mercado, he comprobado que estamos ante los precios más altos de la historia y he escuchado cosas que parecían absolutamente imposibles: yo lo llamo el milagro de las elecciones. Los milagros existen. Es un milagro que en tiempo de crisis se puedan subir las pensiones un 8.5%, y que las autonomías bajen el IRPF. No me negarán que no es un milagro escuchar el anuncio de una ley que desalojará a los okupas en 48 horas, teniendo en cuenta que según parte del Gobierno este fenómeno no existe. Cien euros al mes para la crianza de los hijos, viajes gratis en tren, partidas extraordinarias para Sanidad, Ciencia...”, ha agregado antes de cerrar su speech.
“No me digan que no es milagroso que en plena crisis gastemos más que nunca, y que se rompa el independentismo. Pedid y se os concederá, es el milagro de la multiplicación de los votos y los peces”, ha dicho en su crítica contra el Gobierno, para concluir: “Y ahora, muy en serio, milagro es que yo hoy esté aquí. Bienvenidos”.
... y su reencuentro con Joaquín Prat
A continuación, y tras mostrarse en pantalla unos vídeos del pasado, ha bromeado con su look: “Me veo en esas imágenes morena y no me reconozco. Bueno, no me reconozco ahora”.
En esas ha aparecido en el plató Joaquín Prat, que le ha dado la bienvenida con un sentido abrazo. “He vuelto por el día que te escuché diciendo 'se me ha hecho bola'. A mí se me ha hecho una pelota enorme”, ha comentado la presentadora, en referencia a uno de los últimos mensajes que su compañero le mandó a través de la pantalla.
“Estoy súper nerviosa, tengo la garganta seca. Es impresionante. Ha sido tan impresionante todo, que dentro de que es muy duro, no tengo vida para agradecer el consuelo de tanta gente”, ha dicho.
Antes de reencontrarse con Prat, Ana Rosa también ha vuelto a verse las caras con las presentadoras del Informativo Matinal, que le han dado el paso. “Hoy les dejamos en la mejor compañía, la de Ana Rosa Quintana”. “Espero que sigamos muchos más días dándonos los buenos días”, les ha dicho ella.
Protagonista en el 'Club social' con Joaquín Prat
Cuando el programa ha llegado a la parte de su 'club social', Joaquín Prat ha “recibido” a Ana Rosa Quintana para convertirla en la entrevistada. Y la sucesión de palabras de sus compañeros, y sobre todo de un vídeo con el cariño de sus espectadores, ha provocado que la presentadora se emocionase. “Anoche no podía dormir, no podía conciliar el sueño. Eran nervios mezclados con emoción, también por el reencuentro”, ha explicado a Prat.
Quintana, que ha llegado a exclamar “¡Bendita la rutina!” por su regreso al programa, ha explicado que la enfermedad era y sigue siendo “muy dura”, y que ella ha acabado el tratamiento, pero acotando su alegría: “Podré decir que estoy dada de alta dentro de 5 o 7 años”. Tras agradecer el apoyo de su familia, amigas y compañeros, Joaquín Prat le ha hecho una pregunta concreta: “¿Eres la misma?”.
Ana Rosa Quintana ha explicado: “Sé que mi vida tiene que cambiar, no puedo tener el ritmo que tenía antes. Los médicos me han dejado volver con el compromiso que me voy a cuidar, que cuando termine no voy a continuar, no voy a tener estrés o disgustos”.
Por ese motivo, ha explicado que esta temporada no estará en el programa los viernes, sino que conducirá su programa de lunes a jueves.
Antes de su despedida, ha habido otra sorpresa: la visita al plató de Belén Esteban, antes de Sálvame, para alegrarse por el regreso de Ana Rosa Quintana. La colaboradora estrella de Jorge Javier Vázquez ha querido dejarla claro que “se te quiere mucho en la cadena y en Sálvame hay mucha gente que te quiere”, lo que ha servido para que la presentadora desvele que ha estado hablando con Jorge Javier Vázquez: “Con Jorge he hablado mucho, nos mensajeamos mucho, porque también ha pasado sus momentos malos. Y tú también”, ha dicho, refiriéndose a Belén Esteban, que le ha agradecido que pese a su tratamiento, haya seguido preocupándose de ella por su rotura de pierna.