Así fue el “final feliz” de 'Better Call Saul', con guiños y cameos de 'Breaking Bad' y una última pregunta en el aire
La historia de Saul Goodman ha llegado a su fin con la emisión del esperado último capítulo de Better Call Saul, que pudo verse este 15 de agosto en AMC de Estados Unidos y el martes 16 en España de la mano de Movistar Plus+. Un episodio final lleno de guiños que ha puesto el broche al universo Breaking Bad con un cierre a la altura para el que es uno de los personajes más carismáticos de la TV.
AVISO: La siguiente noticia contiene SPOILERS del episodio 6x13 de 'Better Call Saul'. Lea bajo su responsabilidad.
En el capítulo 6x13, titulado Saul Gone, Saul -escondido bajo la identidad de Gene Takovic- es detenido y contacta con el abogado Bill Oakley para que le asesore en un juicio que marca por completo la despedida y que se convierte en el último gran caso del propio Goodman, que quiere encargarse personalmente de su defensa.
En total, el que fuera abogado de Walter White y Jesse Pinkman se enfrenta a cerca de 27 causas, llegando a valorarse penas de 160 años de prisión e incluso la cadena perpetua. Mientras en el juicio se debate sobre los delitos de Saul Goodman, este comienza a relatar la historia de cómo comenzó todo. Y lo hace remontándose al día que Heisenberg le arrastró, según él, al mundo criminal.
“Soy una víctima”, llega a decir el carismático abogado, que pese a todo admite que trabajó para White y ganó mucho dinero. A pesar de que en un inicio parece que podía reducir su pena, su línea de defensa da un giro y termina asegurando que sin él no habrían conseguido construir el imperio de la droga que vertebró las tramas de Breaking Bad.
Además, y en busca de redención, también confiesa el asesinato de Howard Hamlin. Por todo ello, el personaje de Bob Odenkirk termina el juicio condenado a una pena de 86 años de prisión, más de lo que le queda de vida.
Guiños y cameos, con una emotiva escena final
En el episodio se entrelaza el juicio del presente con saltos al pasado, en el que se incluyen cameos como el de Bryan Cranston en el papel del icónico Walter White, que protagoniza una última charla con el que fuera su abogado sobre el tiempo y los arrepentimientos. En su conversación, Goodman se interesa por la situación de Heisenberg y este admite que se arrepiente de haber dejado la empresa que fundó junto a Gretchen.
En otro salto al pasado, otra vez en forma de recuerdo, Jimmy McGill comparte escena con su hermano Chuck (Michael McKean), a quien le unía una tensa relación. También tienen un cameo Betsy Brandt como Marie Schrader, la viuda de Hank, y Jonathan Banks en el papel de Mike Ehrmantraut.
La escena final de Better Call Saul nos sitúa de nuevo en el presente, después de que Goodman comience a cumplir su sentencia. Kim Wexler (Rhea Seehorn) le visita en prisión y los dos comparten un cigarrillo, como en las primeras temporadas.
Un momento agridulce, puesto que supone su reencuentro y a la postre su despedida, ya que sus caminos se separan para siempre: él permanecerá en la cárcel y ella volverá a trabajar como abogada.
El final de 'Better Call Saul', explicado por el cocreador
Peter Gould, cocreador y guionista de Better Call Saul, ha explicado en una entrevista a TV Line que la idea de terminar la serie con Saul Goodman/Jimmy McGill entre rejas la empezaron a valorar entre las temporadas 4 y 5.
“Él representa a criminales. Es la interfaz entre el mundo legal y el mundo criminal y aunque forma parte de la maquinaria de la justicia, es también un engranaje que hace lo suyo y busca lagunas. Sentimos que era buena idea ser sospechoso y en última instancia un convicto, ya que ha estado bailando en la línea durante años”, expresa.
Sobre el giro de Goodman en la línea de defensa, explica que tiene parte de redención. Algo que buscaron con la aparición de Kim en el juicio, que “lo trae de vuelta a la Tierra y lo hace más real”. “¿Lo hizo para redimirse? Creo que de alguna manera rompe un ciclo”, añade Gould.
Finalmente, y en lo que respecta a esa secuencia final que comparte con Kim Wexler, lo califica como “un final feliz”. “Los dos están vivos y peleando. Él parece que ha encontrado la manera de sobrevivir en la cárcel y ella parece que ha vuelto a trabajar de abogadas. Así que aunque suene extraño, creo que es un final feliz”.
Un final que deja una última pregunta en el aire, también en la cabeza del propio creador: “En mi corazón, siempre me preguntaré si terminará cumpliendo toda la dura condena que le han impuesto. Ya veremos (...) Bueno, no veremos. Lo imaginaremos”.