Análisis

Antena 3 inicia con 'Sueños de libertad' la transición a sus nuevas tardes sin 'Amar', con la experiencia turca como aval

Antena 3 abre una nueva etapa en su programación. O mejor dicho, la transición a una nueva etapa. Desde este lunes 26 de febrero, la cadena visibilizará en sus tardes el relevo de un serial ya mítico en la historia de la televisión española, Amar es para siempre, con otro que llega a cubrir su hueco y, con suerte, a cumplir con las expectativas de la empresa, Sueños de libertad.

Tras el estreno en prime time de este domingo, la nueva producción de Diagonal (Banijay Iberia) pasará a emitirse a las 15:45 horas, empalmando la emisión de sus primeras entregas con las últimas de Amar es para siempre. Esto ya implica unos reajustes de la programación vespertina del canal de Atresmedia, a fin de lograr el ansiado traspaso de público de la serie saliente a la entrante, con las expectativas que se le presuponen.

La cadena privada afronta un desafío claro, al perder una pieza indispensable de su escaleta. La transición, ya se ha avanzado, será suave, pero obliga a malabares para que todo encaje: por de pronto, la de este lunes será la primera de un número por definir de tardes de matrimonio entre Amar y Sueños de libertad. En buena medida, Antena 3 tendrá que valerse de la experiencia que ha ido perfeccionando con otro elemento ya básico en su estructura: la de la rotación de la ficción turca.

El repunte de 'Amar' que evidencia la dificultad

Amar y El secreto de Puente Viejo marcaron un antes y un después en las series diarias, y lo que teníamos claro es que la que sustituyera a Amar tenía que dar un paso adelante en calidad”, afirmaba Montse García, directora de Ficción de Atresmedia, sobre el reto que ha supuesto esta nueva producción, cuyas primeras informaciones surgieron casi en paralelo al anuncio del desenlace de Amar, a comienzos de junio de 2023. El proceso ha sido “costoso”, precisamente por la responsabilidad intrínseca para relevar a una ficción que acumula no solo los 11 años de andadura en Antena 3, sino otros siete previos con otro título, Amar en tiempos revueltos, en La 1.

El hecho de que se optara por darle un desenlace a la ficción, que ha recorrido más de cincuenta años de la historia de España en el siglo XX durante su singladura, se debía a un desgaste más que lógico en los últimos años, tras la dispersión de los públicos y la entrada de nuevos y potentes competidores como La Promesa. El objetivo era, por un lado, otorgar una despedida a la altura al producto, pero también tener la oportunidad de refrescar la oferta de ficción de sobremesa, que se ha probado vital para Atresmedia.

El desafío es importante. No hay más que ver los números de Amar en esta última temporada que se inició en septiembre, como de costumbre con cada renovación de tramas. En este final “elástico”, tal y como lo definió Antena 3 sin concretar la fecha de cierre, ha experimentado un llamativo repunte de su audiencia, demostrando el peso de su nombre en el panorama televisivo, y poniéndole, también, las cosas difíciles a su sucesora. Sin ir más lejos, este jueves anotaba su mejor cuota de la temporada, un 13.3%, que también suponía la cifra más alta desde septiembre de 2022. No en vano, durante estos meses se ha vuelto a reivindicar recuperando la corona de la series diarias.

El adiós de Amar es para siempre ha ido en paralelo al de Cuéntame, otra serie de largo alcance, aunque en este caso su aprovechamiento por parte de TVE evidenciaba el cambio de las formas de consumo en prime time. En el caso de la sobremesa, la audiencia destaca por una fidelidad a las historias, que no siempre es fácil de conseguir.

Ahí están la cara y la cruz de TVE, con La Promesa, que fue su gran sorpresa de 2023; y en contrapartida La Moderna, que ha sufrido por las comparaciones y que no solo ha tenido problemas para aguantar el tipo, sino que también ha generado apuros indeseados a la otra serie al cambiar su horario: con su llegada a las 16:30 horas, La Promesa pasó a emitirse a las 17:30 horas, con un perjuicio inevitable en sus registros que en las últimas fechas ha ido mitigando. Pero no es el único ejemplo de la complicación de proponer nuevas ofertas de ficción a esta hora. Telecinco lo intentó con Mía es la venganza, sin suerte en el escaso tiempo que se mantuvo en el canal, antes de trasladarse a Divinity hasta el fin de sus capítulos.

Consolidar la nueva marca antes de revelar la franja

Para afrontar esta difícil misión, Sueños de libertad ha ido trabajando primero en asentar su identidad ante el público, destacando sus valores de producción y la escala de la historia, antes incluso de oficializar su condición de relevo de Amar. Si bien desde el primer momento se apuntaba a que tomaría el testigo de aquella por sus características -una producción de época, con episodios de 50 minutos, a cargo de Diagonal TV- Antena 3 dilató el momento de confirmar su ubicación en la franja de tarde.

No fue hasta finales de este mismo enero, después de algunas semanas cebándose que se “acercaba” el desenlace de Amar. Por más que se diera por sentado, se podía entender esta decisión como un intento por generar una marca sólida, y un interés en el público, antes de conocerse su lugar.

No podemos engañar al público de Amar, tiene 18 años de experiencia”, reconocía Natalia Sánchez a verTele sobre cómo enfrentarse al público con esta producción, que aborda temas universales como “la familia, el amor, la rivalidad, la amistad”, con secretos que darán pie a “tramas, subtramas y grandes giros”, según reza la sinopsis de Atresmedia. Es decir, planteamientos afines a los de Amar o a otros referentes similares, valiéndose de un detonante llamativo: Begoña, la heroína trágica, huye con su hijastra de su esposo Jesús de la Reina, que las dispara a sangre fría.

Se intuye el abordaje de temas de plena actualidad, como el maltrato -físico y psicológico- y la violencia machista, observando la historia ambientada en los años 50 con una perspectiva de género acorde al presente. También asimilable a lo que propone Amar es para siempre desde hace años.

Cómo encajar 'amar' con los 'sueños' en una sola franja

El maridaje entre una serie y otra constituye una apuesta sin fecha de caducidad concreta. Así como Atresmedia ha ido anticipando el final de Amar desde hace más de dos meses, es importante cuidar que esta combinación de los dos productos dé resultados. No deja de ser la misma estrategia empleada con las series turcas, el otro pilar de la programación actual: cada nueva serie estrenada se ha emparedado a la que venía a reemplazar. Por norma general, esto ha tenido resultados positivos para Antena 3, que ha podido mantener sus huecos destinados al producto con denominación otomana de forma ininterrumpida.

Así ocurrió, en prime time, con Mujer, que luego dio paso a Inocentes, o a Mi hija, que se enlazó con Infiel; y también en la tarde hace un año cuando Tierra amarga encaminó su adiós, enlazado con el arranque de Pecado original. Eso implicó comprimir la parrilla de tarde para dar cabida a todos sus elementos, aunque supusiera fraccionar al máximo (en entregas de 10 minutos) Tierra amarga, para emitir dos series donde solo se emitía una.

En este caso, Antena 3 prioriza en la parrilla la nueva a las 15:45 horas, seguido de la ya conocida a continuación, y tras ella, Pecado original. Para maximizar recursos, el remontaje de sus productos para ajustar tiempos será una alternativa hasta que Sueños de libertad y Pecado original se queden en solitario. Ahora bien, queda saber cómo se hará, hasta qué punto, y a qué afectará.

¿Cuándo será eso? De momento, no hay una fecha concreta. Por estrategia, Atresmedia no va a desvelar cuántos son los episodios restantes de Amar es para siempre. Según ha sabido verTele, el número se sitúa en torno a los 10 (de ser esa cantidad, estaríamos hablando del viernes 8 de marzo como posible fecha), pero todo dependerá de cómo vayan montándose.

Precisamente por lo que hemos venido contando, Amar no va a tener una hora específica para su inicio durante esta última embestida. Esto permitirá testar el funcionamiento de las dos, a fin de hacer los ajustes convenientes para su mejor explotación. Y, muy importante, para saber cómo insertar las pausas publicitarias en una franja tan apretada.

No hay que olvidar que, en su estreno en octubre de 2022, Y ahora Sonsoles quedó exento de cortes publicitarios, a fin de asimilar el contenido y protegerlo de la competencia. Esta circunstancia regresó cuando Telecinco estrenó TardeAR, momento desde el que el programa de Sonsoles Ónega vuelve a emitirse sin publicidad como estrategia de Atresmedia para proteger al magacín y consolidarlo, en detrimento de los ingresos por los anuncios.

Con La Moderna (La 1) y Así es la vida (Telecinco) a ambos lados del espectro televisivo, Antena 3 tiene que acunar bien estos Sueños de libertad para que sean dulces, y no trágicos por el recurso de esos “amores” pasados.