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HBO Max presenta 'Pobre Diablo', el “Príncipe de Zamunda satánico” de los chanantes

Presentación de 'Pobre diablo' en el Serielizados Fest

Lorenzo Ayuso

27 de octubre de 2022 15:07 h

El humor “chanante” ha impregnado la edición madrileña del Serializados Fest 2022, con Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes como grandes protagonistas de la semana de proyecciones y eventos. Con la celebración por el vigésimo aniversario del estreno de La Hora Chanante marcada en la agenda del festival como una de las citas de mayor expectación, los cómicos manchegos ya congregaron a su comunidad de fans para la presentación de su nuevo proyecto televisivo, Pobre diablo.

Reyes y Sevilla se coaligan una vez más con otro colaborador imprescindible en sus propuestas, el guionista Miguel Esteban (guionista de Retorno a Lílifor y Museo Coconut, cocreador de Capítulo 0, coguionista de Camera Café. La película) para dar el salto definitivo a la animación adulta tras años de “animación parcial” como Enjuto Mojamuto o Maricón y Tontico, con esta serie de ocho episodios producida por Buendía Estudios para HBO Max, de la que se preestrenaron tres: los dos primeros, con un tono coherente con lo que se puede esperar del conjunto; y el séptimo, independiente a la trama y autoconclusivo, con el que plantearon una chocante ruptura tonal radical.

“Un Príncipe de Zamunda con el Anticristo”

“Hacer una serie de animación grande era algo que siempre habíamos querido hacer”, explicaba Esteban durante el coloquio posterior, inevitablemente dominado por la comedia gracias a las continuas intervenciones de Reyes. Combinaron esa pretensión con la idea de una comedia en torno al advenimiento del apocalipsis, otra idea que rondaba por sus mentes. “No sabíamos si sería como una serie o como película, pero nos gustaba la idea de hacer un Príncipe de Zamunda con el Anticristo, que viene un mes antes de cumplir su destino marcado por los padres”.

La multirreferencialidad es otra marca de la casa. El argumento comparte premisa con la obra maestra del humor dirigida por John Landis y protagonizada por Eddie Murphy, aunque Sevilla también alude de forma decisivia a la novela rusa El maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov, como imprescindible en este bricolaje creativo: un mes antes de cumplir la mayoría de edad diabólica -666 meses- y de desatar el fin del mundo, el Anticristo sale por primera vez del Infierno y viaja a Nueva York para conocer a los humanos, donde acaba enamorándose y encontrando su vocación como actor. No obstante, ya la primera escena del primer episodio conecta el universo narrativo con el de La semilla del diablo, al presentar a unos padres que emulan los personajes de Mia Farrow y John Cassavettes en el citado largometraje, doblados por la fallecida Verónica Forqué (a quien se dedica la serie) y Carlos Areces.

La valentía de “hacer comedia con personajes buenos”

El proceso remite a sketches anti-nostálgicos de la casa como Gremlins 3 (La hora chanante), El hombre elefante 2 o Los goonies 2 (Muchachada Nui), que jugaban a desbaratar el imaginario de películas icónicas en piezas de aire decadente. Sin embargo, si algo destaca en el diseño y composición de los personajes es el carácter “positivo” de muchos de ellos. “La gente que discuta nos da pereza. Nos gusta la gente tierna. Y ante alguien con el destino tan marcado solo puedes empatizar”, explica Esteban.

Reyes, por su lado, apunta al conflicto generacional que se plantea, “un problema tan viejo como el mundo”, para reforzar esta concepción de un Anticristo “bonico” ante un Satán chapado a la antigua, al que da personalidad y “un toque caribeño frívolo” Ignatius Farray. Este destaca la valentía de sus compañeros para “hacer comedia con personajes que sean buenos”: “Lo más fácil en comedia es ir a la contra, que sea alguien malo el que dice eso. Que todos los personajes, sean como sean, tengan algo enternecedor dentro que pueda apelar a nosotros es muy emocionante”.

Una serie con mensajes hechos para “molestar”

Ante todo, resaltan, Pobre diablo pretende ser una sátira muy actual, algo a lo que también contribuye la joven guionista Helena Pozuelo, si bien se declara entre bromas como “boomer de corazón”, además de “nada costumbrista”.

A ello ayuda que la serie transcurra en Nueva York frente a la opción alternativa de Torremolinos: “Nos daba un poco de pereza hacerla en Madrid”, cuentan para justificar la ubicación en Estados Unidos, aun sin conocer su idiosincrasia en exceso, jugando la baza cómica que aportan infaustos ejemplos cinematográficos. “Si ellos tienen derecho a mezclar las Fallas con la Semana Santa, con todas las cosas que hayamos metido la pata será una especie de justicia poética”, asevera Esteban, aludiendo a uno de los momentos más llamativos de Misión Imposible 2.

En esa misma línea, tampoco han pretendido ser particularmente estrictos al abordar el satanismo: “Lo bueno es que puedes tomártelo muy en serio o fliparte y hacer lo que te dé la gana”, defiende el guionista, que bromea: “Documentarte esta bien, pero da pereza”. En esa línea, Reyes considera que no era necesario abundar en estas fuentes porque “los humanos estamos poniendo mucho de nuestra parte en el Apocalipsis”.

A ese respecto, Esteban deja claro que espera que la serie pueda generar suspicacias por lo que se propugna en ella: “La gente que puede criticar los mensajes en general nos va a parecer bien. Los hemos hecho para molestarles”, afirma. Sevilla apostilla: “Si no te gusta, eres gilipollas. Ese es el truco”.

“Nos gustaría abrir una pequeña puerta”

Pobre diablo se estrenará en HBO Max el próximo 2 de diciembre, pocas semanas después de que haya llegado a las salas cinematográficas Unicorn Wars de Alberto Vázquez, otro ejemplo de lo que esa denominada “animación adulta” que por el momento no se ha explotado en España. En este caso, la animación ha sido obra del estudio granadino Rokyn Animation bajo la dirección creativa de Manuel Sicilia y la producción de Francesca Nicoll, “gente con un talento increíble”, ponen en valor.

Con la esperanza de hacer una segunda temporada, en la que también puedan seguir experimentando con el drama como lo han hecho en el séptimo episodio, Esteban deja claro un deseo de continuidad industrial. “Nos gustaría que esto fuera abrir una pequeña puerta”.

“Nos daría mucha pena que después de Pobre diablo no hubiera ninguna más”, destaca, si bien Reyes da el contrapunto ácido. “Por una parte nos haría ilusión que hubiera más. Por otra, preferimos que no, porque así la nuestra es la única, y no hay nadie que te eclipse”.

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