Tras saborear el éxito en el mundo de los videojuegos, primero, y del cine, después, el universo de Resident Evil no ha podido repetir jugada en el terreno de la televisión, donde su gran apuesta por la pequeña pantalla apenas ha tenido una temporada de vida.
La primera serie de acción real de Resident Evil fue estrenada el pasado 14 de julio en Netflix, por lo que la plataforma ha dado por descartada su continuidad cuando apenas llevaba un mes y medio en su catálogo. Según The Hollywood Reporter, tan fulminante decisión responde a las cifras de reproducción cosechadas por la serie en estas seis semanas de emisión. Un periodo de tiempo en el que la serie de Resident Evil ha ido claramente de más a menos, y sin sumar esos adeptos que hubieran justificado su renovación.
Durante el 14 al 17 de julio, la ficción protagonizada por Ella Balisnka acumuló 72.6 millones de reproducciones, siendo top-10 en 92 países y la segunda serie de habla inglesa más vista en ese momento, solo por detrás la cuarta temporada de Stranger Things (102 millones). A la semana siguiente (su primera completa de medición) apenas subió hasta los 73.2 millones, manteniéndose aun así en el top-10 en 91 territorios y siendo la tercera ficción de habla no inglesa más consumida tras Stranger Things 4 (74.9) y Un lugar para soñar 4 (105.4).
En su tercera semana (segunda completa), en cambio, Resident Evill sufrió un notorio descenso hasta el quinto puesto del ranking y solo 27.4 millones de horas reproducidas. Y solo siete días después, la serie desapareció por completo del ranking.
Este relevante bajón se puede achacar al metraje (8 capítulos de entre 45 minutos y una hora de duración), a la propia calidad de la serie o a su difícil contexto, pues estrenó entre los capítulos finales de la temporada 4 de Stranger Things y los primeros de The Sandman, otra adaptación de futuro incierto en estos momentos. En cualquier caso, lo cierto es que Resident Evil no ha enganchado lo suficiente al público de Netflix como para ganarse una segunda temporada en la plataforma.
Así, pues, la compañía no continuará la historia que narra la serie, la cual se ambienta en el año 2036, justo 14 años después de que se produjera una epidemia de dolor provocada por la droga Felicidad. En este contexto, Jade Wesker (Ella Balisnka) se afana por sobrevivir en un mundo invadido por seres de pesadilla infectados y sedientos de sangre. Mientras lidia con la brutalidad constante, Jade también sufre por su pasado en New Raccoon City, por los escalofriantes vínculos entre su padre y la siniestra Corporación Umbrella y, sobre todo, por lo ocurrido con su hermana Billie (Adeline Rudolph).