La sexta y última temporada de The Crown todavía no tiene fecha de estreno en Netflix, pero sí se sabe que llegará este año para contar, entre otras cosas, el romance entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Es más, la plataforma ha compartido las primeras imágenes de la pareja, que será interpretada en la serie por Ed McVey y Meg Bellamy, de 23 y 19 años, respectivamente.
A pesar de su escaso bagaje profesional -de hecho, tanto él como ella debutan en televisión con este trabajo-, ambos han sido los elegidos para interpretar al príncipe de Gales y su esposa, respectivamente. Lo lógico es que The Crown la relación de Guillermo y Kate en los últimos capítulos de la temporada final, pues los primeros representarán la muerte de Lady Di a finales de la década de los 90. Más adelante, la ficción de Netflix narrará la etapa universitaria de Guillermo en St Andrew's, donde Kate y él se conocieron estudiando Historia del arte.
La sexta temporada de The Crown reparto también contará con la participación de Imelda Staunton (Reina Isabel II), Jonathan Pryce (Príncipe Felipe), Dominic West (Príncipe Carlos), Elizabeth Debicki (Princesa Diana), Claudia Harrison (Princesa Ana), Lesley Manville (Princesa Margarita) y Olivia Williams (Camilla Parker Bowles).
Siguiendo la estela de la quinta temporada, que se rodó parcialmente en Mallorca y Sevilla, la sexta y última también contará con escenas rodadas en España. Concretamente, en Barcelona, que acogió la producción en octubre como una recreación de la París de los 90. Por tanto, la Ciudad Condal ha servido de escenario para algunas de las secuencias más importantes de la tanda: las relacionados con el trágico desenlace de Lady Di en la capital francesa, pues falleció allí por un accidente de tráfico en 1997.
Por esas fechas, responsables de la serie aseguraron que el accidente no se verá en pantalla, aunque un par de meses después, The Sun publicó que sí se mostrará el cuerpo sin vida de Diana, lo que, de confirmarse, haría que The Crown provocara aún más revuelo del que ya ha provocado entre los miembros de la realeza británica.