Que la ficción puede influir en la realidad lo han comprobado en Taiwán, donde una serie de Netflix ha tenido impacto en la vida pública de sus políticos. Nos referimos a Las olas del poder, una ficción que ha dado pie a un movimiento contra el acoso sexual en el país.
Una escena ha sido clave en este resurgir contra los abusos en la esfera pública, tal y como recoge El Periódico de España. En un momento dado, una joven confesaba a su mentor que fue manoseada por un alto cargo del partido que se representa en la serie. “No lo dejemos pasar. Hay muchas cosas que no puedes dejar pasar. Si lo haces, morirás lentamente. Morirás”, dice. Esto ha servido de inesperado ejemplo.
El drama se estrenó a finales de abril. Un mes después de su estreno, Chen Chien-jou, antigua empleada del Partido Democrático Progresista (PDP), hizo público a través de redes sociales que su supervisor había hecho cao omiso a una denuncia similar por acoso sexual. “No lo dejemos pasar”, escribía, citando la frase de la serie.
Dimisiones de altos cargos en el partido progresista
Desde entonces, varios cargos del partido han dimitido. No solo eso: la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha pedido disculpas públicas en hasta dos ocasiones por lo que su formación escondía; mientras que su vicepresidente y candidato a presidir el partido, William Lai Ching-Te, se ha comprometido también a ser más estricto al abordar acusaciones tan graves como la de Chen. Acusaciones que contrastan con la imagen de partido progresista y comprometido con la igualdad de género.
En comparación, el partido Kuomintang, más cercano a China y afín a la anexión, parece haber salido mejor parado de este torrente de casos. Si esto afecta en los próximos comicios es algo que aún habrá que ver, pero lo cierto es que este movimiento ha excedido lo político.
Al hilo de la serie y de la extrabajadora del PDP, se han repetido las denuncias en redes sociales bajo el lema “no lo dejemos pasar”. Entre las consecuencias, la dimisión de Chuang Suo-hang, máximo representante taiwanés en Tailandia, que fue acusado por una colega de su departamento. Mickey Huang, un popular cómico televisivo, también ha pedido perdón públicamente por besar sin permiso y fotografiar desnuda a una mujer; el cantante Aaron Yan también está siendo objeto de una investigación.
Las leyes taiwanesas introdujeron el concepto del acoso sexual en los años noventa, y desde entonces el país se ha esmerado en acelerar el proceso para conseguir una igualdad real de género y erradicar esa clase de conductas. No obstante, al estar en posiciones de poder las generaciones anteriores, se produce un desequilibrio que ahora está quedando en evidencia.
“Lo que la normalización del MeToo está logrando en Taiwán es aumentar la disuasión futura al demostrar que la denuncia pública es una opción viable y que las víctimas cuentan con apoyo”, explica Wen-ti Sung, analista político de la isla, en declaraciones al medio citado, sobre el poder de Las olas del poder.
Así es 'Las olas del poder'
Mientras preparan unas elecciones muy reñidas, los miembros de un equipo de campaña deben afrontar decisiones difíciles en un clima político despiadado.