La Promesa emitió este miércoles un capítulo especial en TVE que, casualmente, coincidió con la celebración del histórico Premio Emmy Internacional a la Mejor Telenovela entregado a la ficción apenas unas horas antes en Estados Unidos.
En esta entrega, correspondiente al episodio 473 del serial de la cadena pública, se vivió un histórico y divertido intercambio de papeles entre los nobles y el servicio del palacio, fruto del sueño que tuvo una de sus protagonistas, María Fernández.
La ensoñación del personaje provocó un cambio de roles en la ficción, en un original movimiento de guion que hizo las delicias de los espectadores, especialmente cuando presenciaron el beso homosexual entre dos protagonistas, el primero que se ha visto hasta la fecha en la serie emitida en las tardes de La 1.
El servicio conquista La Promesa
Por un lado, en el sueño de María Fernández, la zona noble era conquistada por los criados de La Promesa, con Petra convirtiéndose en la nueva marquesa de Luján, Rómulo ocupando el puesto de Alonso y con Lope y Jana como nuevos hermanos de María.
Además de cambiar sus roles, estos personajes modificaron también su personalidad y comportamiento. Así pues, Petra se mostró como una madre muy comprensiva y Rómulo en una persona autoritaria y con menos benevolencia de la que acostumbra en 'la vida real'.
La serie colocó también a Simona y Candela como las tías de María, Jana y Lope, es decir, como hermanas de Rómulo, en dos personajes erigidos ahora como villanos.
La zona noble se convierte en servicio
En la otra cara de la moneda, Lorenzo y Curro suplieron a los responsables de cocina en La Promesa, un dúo inesperado que trabajaba codo con codo para cumplir con las expectativas de los señores del palacio en la elaboración de sus exquisitos menús.
Uno de los momentos más esperados llegó al descubir que Cruz dejaba su puesto de marquesa déspota para colocarse como nueva ama de llaves, atenta con sus empledos. En el episodio, el personaje mostró respeto por las opiniones de todos los trabajadores, ofreciéndoles incluyo su ayuda con el servicio.
Eso sí, Cruz encontró en Catalina, ahora doncella, a una voz discordante, cuestionando todas sus decisiones. Además, en el sueño de María Fernández, Catalina protagonizó una de las escenas más aplaudidas de toda la entrega, al mantener un romance en secreto con su compañera Martina.
Una relación que la ficción culminó con beso, el primer beso homosexual en toda la historia de la serie de TVE, lo que provocó el aplauso de los seguidores de la ficción. Sin embargo, el romance no tuvo un 'final feliz', ya que la pareja fue descubierta por Alonso, convertido en un mayordomo tirano que se negaba a aceptar el comportamiento de las doncellas.
Por su parte, María Fernández protagonizaba también una trama romántica con Manuel, al que colocó en su ensoñación como un lacayo que caía rendido a sus pies. Una historia que acabó con un beso entre ambos antes de que el personaje fuera devuelto a su cruda realidad.