Autonómicas sí, autonómicas no. El debate sobre el mantenimiento o cierre de las televisiones públicas regionales sigue candente. Hoy, cuatro nuevas voces exponen sus puntos de vista a favor y en contra de la continuidad de los canales de la Forta.
“Solo destacan el coste del servicio público de las autonómicas y nunca su función social”
Mònica Terribas, directora de la catalana TV3, expone en un artículo de opinión en El Periódico que, “en estos momentos, el servicio público que prestamos lo quieren poner en el punto de mira. Es fácil porque es el escaparate más potente que tenemos del país, herramienta fundamental de cohesión social, territorial y expresión de nuestra realidad nacional, pero también competidor en catalán de los grupos mediáticos privados, principalmente españoles, que ahora tienen menos beneficios que antes, sin dejar de ganar mucho dinero.”
Terribas cree que “estos operadores, no contentos con haber conseguido que la nueva ley del audiovisual española disminuya los recursos y la competitividad del servicio público de TVE, y también del nuestro, presionan ahora para debilitarnos aún más con el argumento de la crisis.
“Engordan la factura audiovisual sin que la mayoría de ellas lo justifiquen en audiencia”
El analista Juan Varela argumenta en Estrella Digital que “las 13 televisiones autonómicas engordan la factura audiovisual pública sin que la mayoría de ellas lo justifiquen en audiencia ni por el servicio público de su programación. Suman más de ocho mil empleos y tienen un presupuesto anual de 1.600 millones con más de ochocientos de ellos de fondos públicos. Sólo en 2009 perdieron más de 1.500 millones de euros. Según datos de Uteca, la patronal de las televisiones comerciales, el coste por hogar sería de 105 euros al año frente a los 34 euros de RTVE.”
Por ello, Varela afirma que “la televisión autonómica parece insostenible. En su crisis anida el control político, los problemas de gestión, la superabundancia de canales con la TDT, los contratos a productoras amigas o a grupos de comunicación cercanos, pero también un fracaso en la consolidación de un sector audiovisual excesivamente dependiente del dinero público.”
“Absurdo que Cataluña gaste 481 millones en su TV y tenga que cerrar quirófanos”
Por su parte, el periodista Manuel del Pozo escribe hoy en Expansión que “resulta absurdo que Cataluña se gaste 481 millones en su televisión y tenga que cerrar los quirófanos por la tarde para recortar costes. Es un contrasentido que Esperanza Aguirre haya puesto en pie de guerra al profesorado madrileño para ahorrar 80 millones de euros cuando es la misma cantidad que le cuesta Telemadrid.”
Según Del Pozo: “Cómo van a convencer los políticos a los ciudadanos de que hay que recortar costes en pilares del estado del bienestar como son la sanidad y la educación, mientras mantienen organismos deficitarios que son perfectamente prescindibles, como es el caso de las televisiones autonómicas, que en su mayor parte sólo sirven para enaltecer al gobierno autonómico de turno y que son, y lo van a seguir siendo, un gran saco de pérdidas.”
“Son necesarias, pero bien gestionadas y sin amigos de lo ajeno a su alrededor”
Por último, el periodista Alfonso García cree, según expone hoy en Estrella Digital, que “resulta innegable el principio por el que nacieron estas televisiones: ser vehículo vertebrador de las incipientes Comunidades Autónomas. Es cierto que los detractores utilizan el argumento de que únicamente resultan aceptables –y con matices- en aquellas regiones con idioma propio.”
“Yo me niego a aceptar esa simplicidad. El resto de televisiones cuyas regiones no tienen idioma diferente al castellano, tienen el mismo derecho a la existencia, pues se les dotó de una función extraordinaria como era difundir la diversidad social, las instituciones públicas y mecanismos democráticos desconocidos para la mayoría de los ciudadanos (...) las autonómicas son necesarias, pero bien gestionadas y sin amigos de lo ajeno a su alrededor.”
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