BBC destapa un escándalo de refugiados que salpica a empresas de moda españolas
Varios niños refugiados sirios han estado trabajando en Turquía en la elaboración de prendas de vestir para firmas textiles británicas, según ha desvelado una investigación realizada por el programa Panorama de la BBC y que recoge Europa Press.
Los reporteros británicos han investigado las fábricas textiles que operan en Turquía y han descubierto a cuatro niños refugiados que han estado trabajando para la empresa Marks and Spencer y para la firma de venta por Internet Asos.
La BBC ha indicado que sus reporteros también han encontrado a refugiados “adultos” trabajando “ilegalmente” en la fabricación de pantalones vaqueros para las firmas españolas Mango y Zara. Todas las empresas aludidas han asegurado que supervisan con cuidado sus cadenas de suministro y no toleran la explotación de niños o refugiados.
“Si algo le pasa a un sirio, le tiran como a una prenda de ropa”
Marks and Spencer ha afirmado que sus inspecciones no han encontrado ni un solo refugiado sirio trabajando en las instalaciones de su cadena de suministro en Turquía. Sin embargo, el programa Panorama de la BBC ha dicho que ha encontrado a siete sirios trabajando en una de las principales factorías de la firma británica.
Los refugiados, según la BBC, ganan frecuentemente menos de una libra esterlina a la hora (una libra equivale a 1,12 euros, según el cambio de este lunes), una cantidad que está claramente por dejado del salario mínimo en Turquía. Un hombre de mediana edad es el encargado de pagar a estos refugiados las horas de trabajo y lo hace con dinero en efectivo en la calle.
Uno de los refugiados ha contado a la BBC que les tratan mal en la factoría y que si les pasa algo, nadie les atiende. “Si algo le pasa a un sirio, le tiran como a una prenda de ropa”, ha señalado. El más joven de los refugiados tiene quince años y ha asegurado que ha estado trabajando más de doce horas al día planchando ropa que luego se envía a Reino Unido.
Hablan las empresas
Un portavoz de Marks and Spencer ha asegurado que las revelaciones del programa son “extremadamente graves” e “inaceptables” para su empresa. Además, ha asegurado que su compañía ofrece empleo legal permanente a cualquier sirio que haya trabajado en esa factoría.
“El comercio ético es fundamental para Marks and Spencer. Todos nuestros proveedores están por contrato obligados a cumplir con nuestros Principios Globales, que establece qué esperamos y qué requerimos de ellos en el trato a sus trabajadores”, ha señalado.
El portavoz de la firma británica ha hecho hincapié en que su empresa no tolera incumplimientos de sus principios, por lo que “harán todo” lo que esté en su mano “para garantizar que esto no vuelve a ocurrir otra vez”.
Danielle McMullan, representante del Centro de Recursos de Derechos Humanos y Negocios, ha afirmado que la empresa debe comprender sus responsabilidades y no solo limitarse a decir que no fue su fallo. “No es suficiente decir que desconocíamos esto y que no es nuestro erro”, ha indicado. “Tienen una responsabilidad de supervisar y entender donde se hacen sus prendas y en qué condiciones se hacen”, ha explicado.
“Saben que están siendo explotados pero también que no pueden hacer nada”
En Turquía se fabrican muchas prendas de vestir para empresas europeas por su proximidad geográfica y porque en muchos casos se trata de pedidos de último minuto. Sin embargo, la preocupación por la situación de los trabajadores en este país va en aumento, especialmente por el riesgo de que se explote a los refugiados en un país en el que hay casi tres millones de refugiados sirios, según la BBC.
La mayoría de los refugiados no tienen permiso de trabajo y muchos de ellos están trabajando de forma ilegal en el sector textil. El reportero de la BBC Darragh MacIntyre ha hablado con varias decenas de refugiados sirios que denuncian que se sienten explotados. “Ellos hablan de sueldos penosos y de terribles condiciones laborales. Saben que están siendo explotados pero también que no pueden hacer nada”, ha señalado el periodista.
En un taller de Estambul, la BBC ha encontrado a varios niños sirios trabajando y una prenda de muestra de la marca Asos en las instalaciones. La firma británica ha reconocido que sus prendas se fabrican en esa factoría pero ha asegurado que no es una fábrica que haya pasado su aprobación. Tras la investigación de la BBC, la empresa ha inspeccionado las instalaciones y ha encontrado a once adultos sirios y a tres niños sirios de menos de 16 años trabajando.
Asos ha asegurado que los niños refugiados sirios recibirán apoyo financiero para que puedan volver a la escuela y que los refugiados adultos recibirán un salario hasta que hayan encontrado un trabajo legal. “Hemos puesto en marcha estos programas de apoyo a pesar de que la factoría no tiene nada que ver con Asos”, ha contado un portavoz de la compañía.
Los refugiados trabajaban rociando pantalones con productos químicos
La investigación de la BBC también ha encontrado a refugiados sirios, en este caso adultos, trabajando jornadas de doce horas en una factoría de pantalones vaqueros para las firmas españolas Mango y Zara. Los refugiados, según la cadena británica, trabajaban rociando con productos químicos los pantalones para blanquearlos, a pesar de que la mayoría de los empleados no llevan ni siquiera una máscara de protección.
Ante esta situación, Mango ha afirmado que la factoría está trabajando como subcontratada sin su conocimiento y que la inspección que realizó posteriormente no encontró trabajadores sirios en las instalaciones y que observó “buenas condiciones” salvo “algunas medidas de seguridad personal”.
Auditorías en Zara
La matriz de Zara, Inditex, ha dicho que sus inspecciones de factorías son una vía “altamente efectiva para supervisar y mejorar las condiciones. De hecho, el grupo descubrió importantes incumplimientos en una auditoría en junio y dio hasta diciembre a la factoría para hacer las mejoras requeridas.
En otra fábrica de Estambul, la BBC ha encontrado a varios adultos sirios trabajando junto a niños sirios de edades que van desde los diez años. El propietario ha asegurado que había estado trabajando para Next y mostró a los periodistas unos pijamas en cuya fabricación había participado su taller.
Next ha afirmado, por su parte, que los pijamas fueron fabricados por otra factoría y que los pijamas mostrados serían solo una muestra como las que circulan por la fábricas y que no implican que se estén elaborando en ellas.