Alicia Remírez es directora de ficción y subdirectora general de la cadena alemana Sat.1. Esta española criada en Alemania nos ofrece, con la experiencia que le otorga su origen y su posición en los medios de comunicación, una mirada comparativa de cómo se hace televisión en dos países diferentes, pero no tanto. Pasión por la producción propia Uno de los puntos comunes es la tendencia a la producción propia. Los alemanes quieren ver tanto programas alemanes, como los españoles los producidos en España. La época en la que todo el mundo veía películas y series americanas ha pasado a la historia. Cada país europeo se concentra hacia los productos que vienen del propio país. La diferencia está en que, en España, hay muchos más programas innovadores y atrevidos que en Alemania. La sociedad alemana es, aunque en muchos aspectos tolerante, en cuanto a gustos televisivos, tremendamente conservadora. Por ejemplo, en el terreno de la comedia y del humor, los alemanes rara vez traspasan lo que aquí se denomina el “buen gusto”.
Alemania, el país de las tv movies
En Alemania, a diferencia de otros países europeos entre los que se incluye España, se produce una gran cantidad de películas para la televisión. Esto está relacionado con el hecho de que a los alemanes no les gusta su propio cine. El cine alemán ha perdido una gran cantidad de audiencia. La gente prefiere ver películas de “género” (policíacas, románticas, comedias) en televisión. El telefilme ha venido a sustituir al cine nacional – Alemania ofrece en sus películas para televisión una calidad visual de las más altas del mundo.
La prensa del corazón En España existe una cultura de la prensa rosa que no se da en Alemania, donde solamente una pequeña gama de revistas cubren estas informaciones. Sin embargo, la televisión pública dedica mucho tiempo a la retransmisión de, por ejemplo, las bodas reales. Parece que los alemanes están algo acomplejados por ser una república y no tener con qué representar. Esto debe ser lo que motiva el interés desmedido por las familias reales del resto del continente. ¿Un “Cuéntame” alemán? “Cuéntame” ha sido una serie que ha transcendido en los círculos mediáticos alemanes. Su calidad y el hecho de que apela a toda una generación que fue joven en los años sesenta y setenta hace que sea un formato muy interesante. De hecho, se discutió en varias cadenas la posibilidad de hacer algo así en Alemania. Mezcla de géneros Algo que ha funcionado tan bien en España, como es la mezcla de comedia y drama en una misma serie (el “dramedy” o “dramedia”) no ha tenido la misma acogida en Alemania. Lo de que los alemanes son “cabezas cuadradas” es algo más que un tópico – a los alemanes, sobre todo a los mayores, les gustan las cosas claras y fáciles de clasificar. Supongo que esto irá cambiando. De hecho, las cadenas de televisión de aquí están desarrollando “dramedys” y, seguramente, dentro de cinco años, la gente joven se interesarán de lleno por este formato.
Héroes y antihéroes
Mientras que la sociedad española ha optado por representar en televisión al ciudadano medio con el que es posible identificarse, los alemanes han elegido a menudo a policías y médicos como protagonistas de sus series. Los alemanes son un pueblo que confía en sus autoridades y en sus instituciones. ¿Y, quién mejor que un policía o un médico que salva vidas a diario como héroe? Hace unos años, había una gran cantidad de series de hospitales. Ahora no queda casi ninguna. Es algo cíclico. Cuando vuelvan, lo harán renovadas, sin idealizar tanto la profesión, más “dramedy”, como en “Urgencias”, por ejemplo.
¿Coproducciones europeas?
Es algo muy complicado. Cada país tiene una mentalidad muy diferente, no existe un modo de pensar “europeo”. Mi experiencia me demuestra que, por ejemplo, la colaboración con países como Italia puede ser muy costosa. Con Austria, que comparte una cultura con Alemania, funciona bastante bien. Con Francia se produce de vez en cuando, sobre todo en el género histórico. Pero, por el contrario, los holandeses y los alemanes no se entienden y es muy difícil encontrar temas comunes. Cosas de vecinos. Guiones individuales y colectivos
Los españoles consiguen realizar unos trabajos de guión estupendos gracias a equipos de guionistas que actúan en conjunto. Esto en Alemania solamente se aplica en las “soap operas”. Lo normal es que un guionista escriba él solo el capítulo completo e incluso, en ocasiones, toda la serie. Así, se ponen en manifiesto las limitaciones del guionista. En un trabajo en equipo, se puede compensar y corregir mejor las diferencias. Se trata, pues, de un problema muy importante en Alemania: hay muchos guiones pésimos. Por eso tendemos en la actualidad a adaptar formatos extranjeros, bien escritos, como “Betty la fea” o, para la temporada de otoño, la inglesa “Cutting It”.