Jordi Évole demostró en su 'Salvados' de anoche cómo la actual generación de jóvenes estudiantes será la primera que no cumpla con el dicho de “hijos que vivirán mejor que sus padres”.
El programa de laSexta centró su entrega en el sistema educativo español, pero enfocándolo desde la preocupación de los educadores y los padres al ver el complicado futuro de los jóvenes, y a la vez la frustración y la presión de los alumnos por estudiar sin saber si les servirá para algo.
Uno de los jóvenes que participó en la entrega llegó a reconocer que “no disfruto de las comidas familiares porque siempre acaban en el tema de los estudios”, pero la mayor preocupación la explicó otra alumna: “No me puedo arriesgar a estudiar algo que me apasiona porque no podré vivir de ello”, como recoge la web de laSexta.
La misma joven añadió que es difícil encontrar “motivación” al ver “a todos parados”. A ella le encanta el teatro, pero sabe que “no hay salidas”, y simplemente se plantea “vivir de algo”: “¿Cuántos ingenieros hay con buena nota y sin trabajo? Se tienen que ir a otro sitio”.
“Como hija te ves frustrada porque te gustaría ayudar a tu madre”
La precariedad laboral no solo se ciñe al ámbito estudiantil. “Como hija te ves muy frustrada porque te gustaría ayudar a tu madre y ves que no puedes”, dijo la alumna al explicar que los problemas de la crisis son también un punto en contra de su situación y presión.
La joven dijo que “no es que los padres no lleguen a fin de mes, sino que no llegan ni al día 10”, y se lamentó de la situación reconociendo que su responsabilidad ahora es “estudiar”.
Otra estudiante explicó también que la situación de presión llega incluso desde sus propias casas: “A veces, los padres inconscientemente y pensando que es lo mejor para ti, te presionan”.
Eso sí, esta joven también reconoció que “son nuestros padres, suelen tener razón porque han vivido más” y ex`plicó que ella sabía que lo quieren es “darnos un futuro”.
Los profesores, preocupados por el menor nivel
Los lamentos de los profesores por la situación educativa actual se centraron principalmente en el menor nivel de las clases, como explicó Sergi: “Hace años explicaba Historia a niños de 13 años con un nivel que ahora aplico a los de 15”.
El mismo educador puso el foco en que “las reformas educativas de los gobiernos conservadores están marcando un clasismo”, recordando que “los estudiantes se han movilizado contra la fórmula del tres más dos que les está cerrando un camino educativo”.
El más claro al hablar de la situación fue Gabriel Fernández, director del instituto, que sentenció que “en cada fracaso escolar hay un adulto que es responsable”: “Los padres no han funcionado, los profesores no han sabido darles salida y los gobiernos no han sabido dotar de herramientas el sistema para evitar el fracaso”, explicó.
Poniendo el foco en las obligaciones, el mismo educador lamentó que ha visto “casos muy duros” de “chicos obligados a hacer bachillerato porque sus padres no aceptan un grado medio”, y que esa “decepción” de los padres “se transmite en un sentimiento doloroso para el hijo”.
Un psicólogo explica la frustración de padres y de hijos
El psicólogo Jaume Funes quiso aportar algo de luz a lo que sienten tanto padres como hijos, explicando que “una parte de los padres y madres quieren que sus hijos sean algo más de lo que ellos han sido”, por lo que “proyectan en los hijos parte de su frustración, lo que no consiguieron hacer, que lo hagan ellos”. Un error, puesto que “hay que entender un hijo debe poder firmar su vida”.
El profesional explicó que algunos padres creen que la mejor solución para sus hijos adolescentes es construir “un mundo protector a su alrededor que los aísle de influencia negativas”, y puso el foco en que “algunos son padres cansados, que tuvieron a sus hijos tarde. Ahora en la adolescencia tienen pocas ganas de cambio y flexibilidad”.
Desde el punto de vista de los jóvenes, el psicólogo explicó que “confundimos al buen adolescente con el buen escolar. Viven una presión académica desde su niñez”.
También añadió que “los adolescentes ven que los adultos han aprendido cosas a su misma edad que han olvidado”, por lo que saben que lo que “les gustaría descubrir no está en la escuela”.
Dos madres explicaron su visión sobre sus hijos
La figura de los padres también estuvo representada en la tertulia que montó Évole con dos madres. La primera, Àngels, reconoció que “puede que tengas la tentación de que tu hijo llegue a un determinado estatus porque ese será mi triunfo”, y reflexionó: “Me hubiera gustado transmitir a mis hijos el aprender por aprender, pero no sé si lo he hecho”.
La segunda madre, Rocío, confesó que “los padres tenemos la idea de que si los niños no están activos no hacemos bien nuestro papel”, y lamentó que “hay niños que no eligen ninguna actividad extraescolar, pero les hacen elegir. Ese es el error”.
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