Entrevista

“Si ahora tenemos éxito, me pregunto qué pasará cuando pongan guapa a Bea”

Norma Ruiz está de enhorabuena, su primer papel protagonista en televisión no deja de cosechar éxitos, la malvada Bárbara de “Yo soy Bea” cumplió un año en antena el pasado julio y los chicos del reparto, aunque castigados casi sin vacaciones, celebran un éxito diario que cumple sobradamente y con creces las expectativas de los más optimistas.

A la actriz madrileña le encanta seguir la moda y, a diferencia de Bárbara, no es el dinero lo que más le atrae, aunque sorprendida por la repentina popularidad que ha alcanzado su figura se ha adaptado perfectamente a que la paren por la calle pidiéndola autógrafos y nunca pierde la sonrisa.

¿Qué se siente después de un año plagado de éxitos?

La verdad es que estamos muy contentos, en mayo hicimos un año trabajando y la audiencia sigue subiendo. Ya empezamos muy bien, pero cada vez va a más, es alucinante, ninguno de nosotros se imaginó que pudiese llegar hasta estos niveles de éxito la serie.

Si ahora vamos así de bien me pregunto qué pasará cuando la pongan guapa, estamos todos muy contentos. Trabajamos muchas horas y nos lo pasamos muy bien, yo creo que eso se ve reflejado en pantalla y al público le llega. Lo más importante es ver que tu trabajo llega y les hace felices.

¿Ha cambiado mucho tu vida desde que estás en esta serie?

Sí, en esta profesión es bastante complicado trabajar un año seguido, que surja un proyecto así y más tal y como está la televisión, esta serie es un fenómeno mundial, ha funcionado en todo el mundo. Ahora trabajo todos los días, llevo un año viviendo un gran éxito y me he tenido que adaptar a todo lo que conlleva, forma parte de mi profesión que el público se acerque, es el que te sigue, es el que te ve, hay gente estupenda y maravillosa y gente pues que lo es menos pero gracias a ellos estamos aquí.

¿Cómo lleva Ruth Núñez el no poder mostrar su imagen?

Ella sabía que iba a ser Bea, sabía todo lo que iba a conllevar, es una chica muy responsable, muy trabajadora, lo cuida muchísimo. Habrá momentos, obviamente, en los que le pueda apetecer salir, recoger su premio, pero hay una parte de satisfacción personal, de saber que estás haciendo un trabajo maravilloso. Va a sufrir una transformación y todo el mundo la va a ver y bueno, es el personaje que le ha tocado. Yo creo que ella lo asume y lo lleva muy bien.

Se ha comentado que quizá está pasando por una cierta depresión, el hecho de no poder salir en los medios...

Lo que pasa es que se exagera todo mucho. Estamos todos agotados, llevamos un año entero sin parar, es una serie diaria, de doce horas de grabación al día, desplazamientos hasta Navalcarnero dos horas de coche de ida y de vuelta, vuelve a las tantas, a las 8 de la noche ponte a estudiar.

Ella es la protagonista de la serie, obviamente, la serie se llama Yo soy Bea y es lógico que ella esté cansada, lo hemos estado todos. De todas formas, ella se cuida mucho, y yo creo que es una mujer muy sana y ahí está al pie del cañón, o sea que no hay problema.

De la gente con la que trabajas, ¿con quién has congeniado mejor?

La verdad es que formamos una piña, nos llevamos todos muy bien y es difícil decir con quién congenio mejor. Trabajamos muy a gusto todos, no sabría decir con quién me llevo mejor. David Arnaiz y yo nos hemos hecho una piña, parecemos como hermanitos en la serie se ha creado ahí un rollo muy bonito, tenemos una forma de trabajar muy parecida, ya sabes que cada uno viene de sus escuelas, de sus métodos y tal, y la verdad es que congeniamos perfectamente.

Pero yo trabajo muy bien con todos mis compañeros; por ejemplo, con Miguel Hermoso me encanta trabajar porque es un personaje disparatadísimo; con Mónica, que es estupenda; con José Manuel Seda, con todos Aunque, quizá, con David haya ese rollo cómico de explosión. Lo que me pasa con David es que me parto de risa, muchas veces tenemos que parar porque nos reímos muchísimo. Pero da gusto, se trabaja muy bien, la verdad.

Tu personaje es uno de los que más ha calado de la serie, ¿cuál es el secreto?

-Es un personaje muy extremo, hay que tener mucho cuidado porque puede rayar lo histriónico, lo que le gusta a la gente es que es mala pero a la vez ingenua, se ríen con ella. La gente cuando se ríe lo agradece mucho, están deseando que llegue esa parte cómica para soltarse un poco y respirar. Es un personaje muy creativo, el texto está muy bien escrito, los guionistas se vuelcan mucho en el personaje. Es muy halagador, ver que el público le llega algo.

¿Tienes miedo de que se te llegue a encasillar con un personaje tan extremo?

No, lo bonito de Bárbara es que no tiene fin, cada día le pasan cosas diferentes y distintas. Gracias a ella estoy aquí, la gente me conoce y las cosas que me van ofreciendo no tienen nada que ver con Bárbara. Incluso el propio público me llama ya Norma, la gente se da cuenta de que, aunque se crea el mundo de Bárbara y se crea el mundo de Bea, se trata de un trabajo. Cuando haces un trabajo bien se ve recompensado. Tal y como esta el trabajo hoy en día pensar en el encasillamiento es una locura, no lo temo, no hay que temer los personajes extremos.

¿Has tenido que rechazar muchas propuestas a raíz de este éxito?

Sí, pero a mí me gusta terminar los ciclos que se empiezan, me gustaría contar la historia de Bárbara hasta donde nos dejen, o hasta que el público quiera. Esta serie tiene final así que tampoco se puede alargar demasiado.

¿Sabéis cuándo llegará ese final?

Por ahora no, por lo menos hasta diciembre o enero hay serie. Veremos a ver si luego continuamos más, pero de momento hay para rato.

¿Te gusta hacer de mala?

-Me encanta, me lo paso muy bien. Los personajes malos siempre son muy agradecidos. Sorprendentemente a la gente les encanta ese tipo de personajes. A todos nos encantaría poder hacer las cosas que hace Bárbara, decir estas burradas. Cuando el público ve las miserias de un personaje se acaba identificando con él y le acaba queriendo.

¿Crees que hay muchos personajes como el tuyo en la vida real?

Por supuesto, y peores, te lo puedo asegurar. Yo me estuve documentando y la realidad siempre supera a la ficción, es increíble, sí.

¿Puedes compaginar la serie con algún otro proyecto?

Ahora estamos teniendo más tiempo libre, digamos que nos están desahogando por bloques, para que tengamos un poquito más de descanso ya que no tenemos unas grandes vacaciones, en cuanto esté todo confirmado y se sepa ya os lo contaré, pero bueno, hay cosas muy bonitas e interesantes por ahí.

¿Qué te ha sorprendido más de la fama televisiva?

El éxito tan repentino, los niveles de popularidad que se alcanzan, yo no me puedo imaginar cuatro millones de personas sentadas viéndome, es increíble hasta dónde puede llegar la televisión y lo que puede llegar a quererte la gente sin conocerte de nada, es una locura. No hay que creerse ni lo bueno ni lo malo, ni lo malo es tan malo, ni lo bueno es tan bueno. Hay que intentar mantenerse al margen, seguir con tu trabajo y no bajar la guardia, no acomodarte.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿Sigues bailando o ya no?

No tengo tiempo para bailar, me encantaría porque me gusta dedicarle un tiempo al baile y desde hace un año y medio lo que estoy haciendo es yoga. Voy de vez en cuando al gimnasio o me hago mi tabla en casa, pero la verdad es que no tengo mucho tiempo para practicarlo. Mi escaso tiempo libre lo aprovecho para dormir y descansar, lo necesito

¿Cuál es vuestro próximo reto?

Después de alcanzar el cuarenta por ciento de audiencia, no sé hasta donde podremos llegar. No quiero imaginarme lo que pasará cuando pongan guapa a Bea. La verdad es que no sé de dónde sale tanta gente para vernos a las cinco de la tarde.

Muchos son niños...

Sí, pero también gente adolescente, señoras, incluso gente que no te puedes ni imaginar, se me acercan de todas las edades para decirme que siguen la serie y los que no, me la he grabado y la voy a ver esta noche , la gente nos sigue con gran devoción.

¿Qué es lo más curioso que te han llegado a decir por la calle?

Me han comentado muchas cosas, pero lo más bonito que me han dicho vino de una señora que se me acercó en los Premios TP y me dijo que le había curado la depresión. Me parece lo más bonito que me han dicho en mi vida. Le contesté: Pues entonces tiene sentido mi trabajo, señora .