Al respecto de estas declaraciones, el crítico de TV Javier Pérez de Albéniz escribe hoy en su blog lo siguiente: “Sánchez Dragó ha regresado al lugar del delito. No ya como el sátiro que presume de habérselo hecho con dos ”zorritas“ japonesas menores de edad, sino como todo un enviado especial de El Mundo y Telemadrid a Japón.”
“El eyaculador interior con mejor opinión de sí mismo de todos los tiempos no ha desaprovechado la ocasión de hacer el ridículo: Ha enviado a la televisión pública madrileña una crónica telefónica en la que dice que los españoles que han salido de Japón ”han dado muestras de cobardía, ingratitud y falta de sentido común“.
“¿Falta de sentido común? Sánchez Dragó debería pensar que quizá los españoles que abandonaron Japón lo hicieron alarmados por sus propias declaraciones, puesto que poco después de producirse el terremoto y el tsunami habló en estos términos, desde Kioto, en la radio de Jiménez Losantos: ”La gente está huyendo de Tokio, no hay comida ni agua“.”