Por: Miquel Pellicer, director de Estrategia y Comunicación del Grupo Lavinia
“La mayor parte de los contenidos televisivos generan, de manera espontánea, algún tipo de reacción social, por pequeña que sea”, asegura Elena Neira en ‘La Otra Pantalla’ (UOC, 2015). Neira afirma que es un “modelo reduccionista” considerar la emisión con programación lineal en directo y con apoyo de Twitter. Estos son los orígenes de la televisión social, un concepto en rápida evolución.
Lo cierto es que la Social TV tiene que ver con la convergencia de la televisión (en sentido amplio) y las redes sociales para poner en común sus impresiones. Tiene que ver, por tanto, al concepto de la segunda pantalla y la conversación en canales sociales que se establece entre diferentes usuarios. Sólo un dato: más del 50% de los estadounidenses ya usan el ordenador o los móviles mientras ven la televisión según recientes estudios.
Ya parece del Pleistoceno el formato en el que la televisión convencional en línea intenta acaparar la conversación social a través de sobreimpresionar hashtags y monitorizar la actividad que producen a través de Twitter, Facebook o Instagram. Parte del contenido que se produce se filtra, se selecciona y se usa en el propio directo. Hay ocho usuarios de Facebook por cada usuario en Twitter pero la principal red microblogging es más usada en cuanto a la conversación televisiva.
Coviewing apps
Por otro lado, hay que considerar también las denominadas television coviewing apps para smartphones o tablets. Son aplicaciones temáticas como Telfie, Philo, Touchvie o Tviso que comparten críticas, informaciones o servicios vinculados a programas, series o películas.
La quiebra del modelo tradicional de televisión lineal no es cuestión simplemente de contenidos. La televisión a la carta ha potenciado diferentes formas de consumo de estos contenidos, de relaciones sociales y, por tanto, de modelos de negocio. Experiencias como la app ‘Vive Poniente’ desarrollada por Canal+ para Juego de Tronos o la app de AXN para Hannibal son un ejemplo de esta teoría evolutiva de la Televisión Social.
En este contexto, como apuntan las tendencias de comunicación de 2016, los grandes operadores móviles están diversificando su negocio tradicionalmente en los servicios de telefonía e Internet hacia la producción de contenidos. Empresas de servicios y entretenimiento como Netflix o Amazon no sólo distribuyen servicios de terceros sino que se están consolidando como productoras de contenidos.
Técnicamente, cuanto a la televisión a la carta, está evolucionando en sus plataformas. No sólo por las opciones catch-up (los programas de televisión están disponibles durante un período de días después de la emisión original) sino por una nueva reinvención de la televisión social.
Netflix ha presentado hace una semana su Netflix Party, una extensión para Chrome que está está diseñada para que ver la plataforma digital con los amigos, sincronizando la reproducción del vídeo entre todas las personas y añadiendo un chat lateral en la misma ventana donse se reproduce el vídeo. Se trata de un mashup que une las dos pantallas de la televisión social ‘clásica’.
La vuelta de tuerca de Telefónica
Y en el Mobile World Congress de Barcelona, Telefónica ha presentado -sin esforzarse demasiado en buscar nombres épicos- su TV Social, un sistema de multiconferencia y chat simultáneo en la misma pantalla que permite interactuar con otros espectadores con diferentes cámaras mientras se disfruta de un contenido. Para utilizar este servicio, el espectador deberá contar con una cámara con micrófono integrado y un dispositivo móvil vinculado a MoviStar+. Redes sociales, chats, debates en directo sobre programas, al mismo tiempo que se emite, todo un reto para la producción transmedia. Movistar+ aglutinando las emisiones en directo de los principales eventos deportivos del mundo tiene un reto mayúsculo si quiere que su TV Social sea algo más que una anécdota en su plataforma.
¿Puede que las nuevas soluciones de Netflix y Telefónica en cuanto a televisión social vaya en contra de la idea de propagabilidad que pregonan Henry Jenkins, Sam Ford y Joshua Green en su libro ‘Cultura Transmedia’ (Gedisa, 2013)? ¿Puede que estos proyectos tengan fecha de caducidad por no concebir un sistema estándar universal de televisión social?
Lo cierto y la respuesta cierta en estos momentos es que la televisión social ha sido protagonista en el MWC16 junto al grafeno, la realidad (inmersiva) virtual-, la eSIM, la 5G y los wereables.