El Gran Wyoming cogió la sotana negra y estrenó sección en El Intermedio: 'El Confesionario'. Su primer invitado para limpiar sus pecados fue Juan Carlos I, que comenzaba su confesión 'admitiendo' al humorista que había pecado “de omisión y hasta de comisión”.
En el espacio humorístico el rey emérito llegaba a confesar lo siguiente sobre su amor a Dios: “He amado a Dios más que al trabajo, pero no tanto como a las mujeres”. “Me pierde la campechanía” aseguraba antes de declarar que “también he codiciado los bienes ajenos, bueno, los he codiciado y me los he gastado a manos llenas”.
La sección de El Intermedio provocó muchas carcajadas, pero sin lugar a dudas aún más estaban por llegar cuando El Gran Wyoming dirigió la confesión hacia al ámbito familiar. “Yo respeto mucho a mi familia, y especialmente a mi mujer, ella y yo nunca tenemos ningún problema, es lo bueno de llevar 30 años sin dirigirnos la palabra”.
Sobre su viaje a Londres, Juan Carlos I declaraba tener un problema judicial con una amiga que le denunció por sentirse acosada, definida por él mismo como una amiga “con derecho al roce”.