Filipinas es el paraíso de los amantes del buceo, un archipiélago que se compone por exactamente 7.107 islas en pleno Triángulo de Coral no podría ser menos. Corrientes plagadas de nutrientes y unas aguas cálidas y claras como el cristal le hacen ser uno de los lugares con mayor biodiversidad marina del mundo. Sumergiéndote con botella contemplarás su máximo esplendor, aunque también podrás disfrutar haciendo esnórquel en la superficie.
Antes de viajar a Filipinas en busca de los mejores buceos asegúrate de ir en el momento adecuado. De marzo a junio es la mejor época, ten en cuenta que, aunque sus aguas se mantienen en torno a los 27º todo el año, Filipinas está situada en zonas de huracanes y fuertes temporadas de lluvias, lo que hace que la visibilidad bajo el agua pierda todo su esplendor. Si vas en el momento correcto, tanto si te metes bajo el agua como si no, Filipinas se quedará con pedacito de tu corazón.
Balicasag
En Balicasag posiblemente encontrarás unas de las aguas más cristalinas en las que jamás bucearás, la vida marina es variada y abundante y además está repleta de tortugas verdes. El buceo aquí es sencillo y la visibilidad es fantástica, un día normal puede alcanzar los 40 metros y te hará dudar si estás bajo el agua o en la superficie. Un lugar de buceo 100% recomendable.
Lo más cómodo es alojarse en Alona Beach, donde se concentra el turismo de la zona y por tanto también las principales escuelas de buceo, hay variedad y las tendrás disponibles incluso en español.
Malapascua
Malapascua es uno de los lugares más mágicos para bucear en Filipinas. Su acceso no es sencillo, tendrás que volar a Cebú, allí viajar unas 6 horas en autobús y finalmente hacer un trayecto de una media hora en barco para alcanzar esta pequeña isla dedicada básicamente al buceo donde también se hallan escuelas en español.
En gran protagonista en Malapascua es el tiburón zorro. Su larga cola da nombre a uno de los escualos más bonitos del mundo. Aquí este animal vive a más de 200 m de profundidad, pero en un determinado momento del día se puede encontrar sobre los 30 m. Se trata de un buceo profundo donde es necesario contar con licencia de buceo Advanced, mucho mejor si además se tiene Nitrox para poder pasar más tiempo en el fondo, pero la experiencia merece muchísimo la pena. Ver salir de la oscuridad a un tiburón zorro y contemplarlo nadando a tu alrededor es una de las experiencias más emocionantes de Filipinas.
En Malapascua otras inmersiones como Gato Island también ofrecen una colorida variedad marina.
Coron
El atractivo de Coron son sus pecios. Una docena de barcos japoneses de la Segunda Guerra Mundial hundidos por torpedos y proyectiles estadounidenses aguardan bajo el mar desde 1944. Sólo debemos adentrarnos en los pecios si somos buceadores avanzados y contamos con la experiencia para ello, si no es más recomendable observarlos desde fuera, que ya merece la pena.
Los pecios más famosos y llamativos son Olympia Maru y Mamiya Maru. Es espectacular cómo el tiempo se paró en ellos y aún podemos ver sus armas y sus bodegas ahora habitadas por multitud de vida marina.
La visibilidad en Coron se ha estropeado en los últimos años y puede rondar los 10 metros, pero si te gusta el buceo es algo que no te puedes perder.
Tubbataha
El Parque Marino de Tubbataha es un lugar muy especial, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993 y al encontrarse en un lugar de corrientes la alta cantidad de nutrientes reúne a grandes pelágicos en determinadas épocas del año.
Para bucear en Tubbataha es necesario realizar un crucero de al menos unos 4 ó 5 días de duración, ya que se encuentra a 12 horas en barco desde Puerto Princesa (Palawan). Este tipo de buceo nunca es barato y hablamos de precios que pueden ir de 1.600 a 2.000 euros fácilmente.
Ten en cuenta que se trata de un santuario marino protegido y de acceso limitado, sólo visitable de marzo a junio, por lo que conviene reservar con muchísima antelación.
Apo Island
Apo es una pequeña isla plagada de puntos de buceo, se encuentra a media hora de la isla de Negros y se trata de una de las mejores reservas marinas de las Bisayas. Bajo sus aguas, en Chapel, se puede encontrar una numerosísima población de tortugas, una gran variedad de corales como cuernos de alce, mesa, cerebro... así como una enorme diversidad de vida marina con multitud de peces de arrecife. En otras zonas, como Cogon, se pueden encontrar peces más grandes, como rayas y meros. Para vivir una experiencia más auténtica se recomienza hacer noche en la misma isla de Apo y así conocer a su gente.
Tiburones ballena: Oslob no, Donsol quizá
Los tiburones ballena son los peces más grandes que existen, pueden superar los 12 metros y son totalmente inofensivos, por lo que son un reclamo fácil y vulnerable en manos de la industria del turismo. Ver tiburones ballena en Filipinas es posible, pero hay que ser saber cómo hacerlo para ser un viajero responsable.
Cuando el turismo manda, todo vale y a veces sus consecuencias es lo que menos importa. Eso es lo que sucede en Oslob. Allí los tiburones ballena son alimentados para asegurar su presencia diaria cuando llegan los cientos de turistas que quieren nadar junto a ellos. ¡Error! Aunque parezca que “no pasa nada” la alimentación de estos animales rompe sus ciclos migratorios. Los tiburones ballena dejan de buscar alimento porque el ser humano se lo facilita y su instinto más básico se modifica. Evita por todos los medios este tipo de actividades y si quieres ver tiburones ballena busca otro sitio.
Donsol es un lugar frecuentado también por el mayor de los peces pero aquí sí se respeta su comportamiento. Encontrar un tiburón ballena no está garantizado, ya que no son alimentados y todo depende de nuestra suerte, que es como debe de ser. Si el tiburón quiere dejarse ver bien, si no nos quedamos con las ganas y otra vez será. Ten esto siempre en cuenta y viaja siempre haciendo un turismo responsable con los animales.