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Visitar Burgos en un solo día sería un gran error. Y dedicarle solo un fin de semana nos dejaría una agenda bastante apretada. Pero si no disponemos de más tiempo y nos organizamos bien, en 48 horas podemos visitar al menos diez de los lugares más emblemáticos y característicos de Burgos, ya sea por su peso histórico o su papel cultural actual.
Si de Burgos solo conoces su morcilla y sus fríos inviernos, está claro que necesitas dedicarle al menos un par de días para profundizar un poco en todo lo que tiene que ofrecer. Ya sea conociendo al Homo Antecessor en el Museo de la Evolución Humana, celebrando el VIII Centenario de su catedral o descubriendo las últimas tendencias artísticas en el CAB, verás que todo te parecerá un rápido aperitivo de tu próxima visita.
Hay ciertos lugares que no se pueden pasar por alto en Burgos, sobre todo si es tu primera vez. Nada tendría sentido si no visitaras su catedral, atravesaras la Puerta de Santa María o subieras hasta su castillo para admirar la ciudad desde lo más alto. Tal como te levantes en tu primer día en Burgos, esto es lo que deberías incluir en tu agenda sí o sí.
Para muchos Burgos es su catedral, y es que no podríamos negar jamás que este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad es la cara más conocida de la ciudad. Es uno de los mejores exponentes góticos de toda Europa y su construcción se inició en 1221, por lo que en 2021 se celebra su VIII Centenario, una celebración que incluye una intensa agenda cultural que ya ha comenzado.
Para conseguir la mejor panorámica de la ciudad, y de la propia catedral, lo mejor es subir hasta el Castillo de Burgos. Fue construido por el conde Diego Rodríguez Porcelos durante la Reconquista, en el año 884, y cumplió con diferentes funciones a lo largo de la historia hasta que las tropas napoleónicas al retirarse lo destruyeron haciéndolo volar por los aires. Hoy está parcialmente reconstruido y alberga el Centro de Interpretación del Castillo de Burgos.
Esta monumental obra de piedra blanca, concebida como arco triunfal, es una de las antiguas 12 puertas que en durante la Edad Media daban acceso a la ciudad. Comunica el puente de Santa María con la plaza del Rey San Fernando, donde se encuentra la Catedral, y su interior es visitable. No puedes pasar sin entrar en su Sala de Poridad, donde se reunía el concejo de Burgos hasta 1780, para levantar la cabeza y apreciar su valioso artesonado mudéjar.
Es uno de los paseos más agradables que podrás dar en el centro de Burgos. El Paseo del Espolón une el Arco de Santa María con el Teatro Principal, siguiendo la orilla del río Arlanzón y la línea que antiguamente marcaba la muralla de la ciudad. Una zona arbolada con plátanos orientales que ofrecen una tupida sombra con sus ramas entrelazadas y donde se ubican importantes edificios civiles, como el del Círculo de la Unión.
Desde el centro vas a tener que darte un pequeño paseo, pero merece la pena caminar hasta el Monasterio de las Huelgas. Está declarado Monumento Histórico-Artístico, pertenece a la orden cisterciense y fue construido entre los siglos XII y XIII. Consta de iglesia, monasterio y zona de clausura, de estilo románico pero con claras influencias mudéjares. Permite visitas guiadas y en él se encuentra el Museo de Telas Medievales, donde se guarda una importantísima colección de prendas de los siglos XI, XII y XIII.
Una vez que durante tu primer día has podido cumplir con esos lugares de Burgos que nadie perdonaría que no hubieras visitado, puedes dedicar una segunda jornada a conocer esos otros enclaves que, en ocasiones, se suelen dejar para otro momento. Además, así comprobarás que la agenda cultural y artística de Burgos es una de las más completas de toda Castilla y León.
El Museo de la Evolución Humana, o MEH, está ubicado muy cerca del centro, al otro lado del río. Fue inaugurado en 2010 y se ha convertido en uno de los más importantes de todo el país pues, además de repasar la evolución del ser humano, en él se recogen los hallazgos arqueológicos más importantes del yacimiento de la Sierra de Atapuerca.
El Palacio de los Condestables de Castilla, conocido como la Casa del Cordón, fue recuperado y restaurado por la Fundación Caja de Burgos, quien a su vez es un potente motor cultural en la ciudad al promover y organizar numerosas actividades culturales tanto en sus centros como fuera de ellos. El edificio en sí es uno de los más emblemáticos de Burgos, sin ir más lejos aquí los Reyes Católicos recibieron a Colón tras su segundo viaje al Nuevo Mundo, y merece la pena dedicar un rato a contemplar su elaborada puerta principal. En su interior se encuentra el Cultural Cordón, donde la Fundación lleva a cabo ciclos de exposiciones artísticas, conciertos, ciclos temáticos, talleres y un largo etcétera, por lo que aquí es fácil saciar tu sed cultural.
Es el lugar perfecto para conocer la evolución histórica de la ciudad y su provincia. Tiene su sede en dos palacios renacentistas del siglo XVI, la Casa de Miranda y la Casa de Íñigo Angulo. Aquí encontrarás prehistoria, arqueología y bellas artes, con piezas que van del paleolítico al siglo XX. No te vayas sin echarle un ojo a la Virgen de las Batallas, de mediados del siglo XIII, y al sepulcro de Don Juan de Padilla, del año 1500.
El CAB, o Centro de Arte Caja de Burgos, es otro de los espacios que la Fundación Caja de Burgos pone al alcance tanto de burgaleses como foráneos. En un moderno edificio perfectamente integrado con el casco histórico, y ubicado muy cerca del Castillo, el CAB destina su interior a exponer las propuestas más actuales del arte contemporáneo a la vez que sirve de punto de encuentro de puertas abiertas, ya sea para amantes del arte o de la propia ciudad, pues desde su terraza se obtienen una de las mejores vistas de la Catedral. Un lugar diferente si quieres conocer de cerca la vanguardia artística del momento.
A unos 10 minutos de Burgos encontrarás otro edificio histórico recuperado: el Palacio de Saldañuela. También fue la Fundación Caja de Burgos quien tomó la iniciativa de ponerlo en valor y dar vida a uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil del Renacimiento en la provincia. Fue construido por Felipe II en 1562 para su amante Isabel Osorio, está considerado Monumento Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural, por lo que se pueden realizar visitas. Hoy en día, además de ofrecer un completo centro de reuniones y celebraciones, alberga también algunas obras artísticas, pero aunque sea para admirar su arquitectura ya merece la pena acercarse a visitarlo.
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