Cómo hacer el equipaje para viajar una semana con una mochila: 12 claves para ahorrar espacio

Martín Frías

13 de mayo de 2024 21:43 h

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Hubo un tiempo en el que las aerolíneas permitían viajar con una maleta facturada, una maleta más pequeña que pudiera caber en los compartimentos superiores y un bolso o mochila, todo incluido en el precio. Estas prebendas desaparecieron hace años con la irrupción de las aerolíneas de bajo coste.

Entre otras medidas para reducir los precios, estas aerolíneas han recurrido a un rediseño de las cabinas de vuelo llamado “densificación”. Consiste en reducir el peso del avión (con asientos más ligeros e incómodos) y aumentar el número de pasajeros que pueden volar en la cabina de turista, con menos espacio entre los asientos. Lo único que no se puede multiplicar de este modo es el espacio para el equipaje en los compartimentos superiores. Esto quiere decir que, si todos los pasajeros de turista llevan una maleta de cabina, no habrá espacio para ellas.  

En 2014, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que el equipaje de mano es una parte esencial del viaje siempre que tenga un tamaño y un peso “razonables”, por lo que no debe conllevar tasas adicionales. Sin embargo, la sentencia no se ha aplicado en su totalidad.

Muchas aerolíneas low cost ahora cobran una tarifa extra por llevar una maleta de cabina, y limitan estrictamente el tamaño de la bolsa que podemos llevar gratis para asegurarse de que cabe debajo del asiento. Mientras que el tamaño de una maleta de cabina habitual de las que se colocan en el compartimento superior es de 55x40x20 centímetros, la bolsa que podemos llevar bajo el asiento se reduce a 40x30x20 centímetros. Este es el tamaño de la mayoría de las mochilas de entre 20 y 30 litros.

La tendencia es tan común que es posible encontrar mochilas que tienen exactamente estas dimensiones, con forma de paralelepípedo, lo que asegura que no serán rechazadas en la puerta de embarque, al tiempo que se maximiza el espacio interior para llevar nuestros enseres. Pero ¿es posible hacer el equipaje para el viaje de una semana en este espacio? 

Una semana en una mochila

Seguro que has tenido la experiencia de preparar una maleta para un viaje y después darte cuenta de que no has usado la mitad de las cosas que llevaste. Meter todo lo necesario para una semana dentro de una pequeña mochila es una combinación de técnica y renuncia. Podemos intentar maximizar el espacio en nuestro equipaje, pero también hay que saber qué cosas no podremos poner dentro, y las alternativas que utilizaremos en su lugar.

Elige la ropa

  • Ropa versátil: selecciona prendas versátiles y combinables. Opta por colores neutros y prendas que puedan usarse en diferentes combinaciones.
  • Usa la regla del 5-4-3-2-1: como máximo, cinco pares de calcetines y ropa interior, cuatro camisetas, tres pantalones o faldas, dos pares de zapatos (incluyendo los que llevas puestos), y un sombrero o accesorio. 
  • Piensa en capas: si el clima es frío y necesitas prendas de abrigo, llévalas puestas en el avión, nunca dentro de la mochila.

Ahorrar espacio

  • Haz una lista: antes de empezar a hacer el equipaje, haz una lista de lo que realmente necesitas. Piensa en las actividades que realizarás y el clima del destino.
  • Enrolla la ropa: enrollar la ropa en lugar de doblarla, esto ahorra espacio y además reduce las arrugas.
  • Usa bolsas de compresión o cubos de equipaje: se trata de bolsas de tejido resistentes con una cremallera que permite compactar la ropa una vez cerradas. De este modo puedes ahorrar hasta un 50% del espacio. 

Minimizar los artículos de aseo

  • Usa la bolsa de aeropuerto: en el control de seguridad del aeropuerto tendrás que sacar la bolsa con los líquidos, que tiene que ser transparente y de un litro de capacidad. Haz que esa bolsa sea tu único neceser. Usa artículos de tocador de tamaño de viaje o muestras de perfumería.
  • Compra en destino: no lleves grandes envases pesados como el protector solar o un tubo de pasta de dientes familiar en tu bolsa. En su lugar, cómpralos en el destino, siempre será más barato que tener que pagar por una maleta en el avión.  
  • Productos multifuncionales: usa productos que tengan más de un propósito, como champú y gel de ducha o champú con acondicionador. Y si vas a un hotel o alojamiento en el que tengan, prescinde de ellos en tu equipaje.

Optimizar los dispositivos electrónicos

  • Limita los dispositivos: lleva solo lo esencial, como un teléfono y, si es necesario, un ordenador portátil o una tableta.
  • Accesorios combinados: lleva cargadores que puedan usarse con múltiples dispositivos o considera comprar un cargador portátil universal. Usa cables de carga con múltiples tomas, en lugar de cables individuales para cada dispositivo.
  • Digitaliza todo lo posible: lleva los documentos de viaje y, en lugar de libros o guías, piensa en las versiones electrónicas que puedas leer en tu tableta o teléfono. 

Prepara la mochila antes del viaje

Conviene hacer pruebas, preparando tu mochila unos días antes de la salida de tu viaje. No lo dejes para el último momento porque entonces no tendrás tiempo para buscar alternativas. Asegúrate de que todo encaja y no se pasa de las limitaciones de peso de las aerolíneas (por lo general 10 kilos).

Piensa también que tendrás que regresar, y es posible que sea en un vuelo con las mismas restricciones que en el viaje de ida. Esto quiere decir que si tienes pensado hacer compras o traer recuerdos, deberás dejar algo de espacio libre en la bolsa. Otra alternativa es hacer todas las compras posibles en el aeropuerto antes de tomar el vuelo de vuelta a casa, especialmente de productos voluminosos. Las compras del aeropuerto están (hasta el momento) exentas de las limitaciones de equipaje.