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Unos días de desconexión en la ruta del vino de Rioja Alavesa

Sobre el mapa Rioja Alavesa es una de las siete comarcas en las que se divide la provincia de Álava, pero desde dentro es un lugar repleto de viñedos, bodegas, gastronomía, espacios naturales y un importante patrimonio cultural. Una zona tranquila conformada por 23 pueblos y villas donde Laguardia es la capital, con un turismo poco intrusivo, acogedora para desconectar del ajetreo diario y perfecta para darnos a los placeres de la vida.

La ruta del vino de Rioja Alavesa surge como una propuesta enoturística completa, con un buen número de experiencias relacionadas con el mundo del vino, por supuesto, pero ubicada también entre espectaculares paisajes y pueblos medievales, donde la tradición y la piedra van de la mano de una singular arquitectura de vanguardia. Ya sea en una escapada de fin de semana o en unos días de vacaciones los planes no te van a faltar, con la ventaja además de disponer siempre de alternativas en cuanto quieras descansar del vino, ya sea visitando dólmenes prehistóricos, recorriendo el Ebro en kayak o contemplando singulares pórticos góticos de espectacular belleza.

Para conocer de cerca el complejo mundo del vino

Si te gusta el vino y todo lo que lo rodea estás en el lugar indicado. Aquí la Sierra de Toloño hace que la climatología sea especialmente buena para la viticultura, por lo que mires donde mires lo más probable es que des con alguna bodega. La lista de bodegas de Rioja Alavesa es variada y tienes de todo tipo: grandes, pequeñas, centenarias, familiares, modernas, vanguardistas, en calados subterráneos… Muchas de ellas están abiertas al público y las experiencias que ofrecen al visitante van mucho más allá de un paseo entre viñedos, una cata o una explicación.

Lo más recomendable es visitar más de una y escoger entre distintos estilos. Cada cual ofrece diferentes posibilidades a los visitantes, pero es seguro que saldrás de allí sabiendo mucho más de vinos. Dependiendo de la época del año podrás vendimiar, hacer tu propio vino y convertirte en enólogo por un día, hacer un picnic entre los viñedos, catar directamente de las barricas, almorzar en las bodegas, descubrir diferentes caldos y maridajes, aprender a diferenciar el aporte de una barrica de roble francés y otra americana o los matices de los diferentes tostados. Prácticamente de todo. Algo que además quedaría perfectamente redondeado si coincides con alguno de los múltiples eventos enogastronómicos que se celebran a lo largo del año, donde el aceite de oliva virgen extra de la variedad Arróniz, exclusiva de la comarca, toma también un especial protagonismo.

El vino de Rioja Alavesa, que se encuadra como subzona en la Denominación de Origen Calificada Rioja, tiene unas características muy especiales que vas a tener que descubrir por ti mismo. Son casi 13.400 hectáreas las que se destinan a los viñedos y se cuentan cerca de 300 bodegas, lo que supone una cosecha media anual de 40 millones de litros de vino. Los tintos son los más representativos y se trabajan diferentes variedades, y aunque encontramos algunas como garnacha, mazuelo y graciano, es el tempranillo la que supone casi el 80% del total.

Para adentrarte aún más en el mundo del vino también cuentas con el Centro Temático del Vino Villa Lucía, en Laguardia. Un museo del vino 100% inclusivo y accesible ubicado en una antigua finca del fabulista Samaniego. Aquí podrás conocer la cultura y los rituales del vino, realizar catas virtuales de aromas, sabores y colores, y dejarte sorprender por una experiencia sensorial en cuatro dimensiones.

Para descansar un poco del vino y disfrutar de otras cosas

Pero no todo va a ser vino, ni siquiera en una tierra de viñedos como esta. Una de las grandes riquezas de las que también puede presumir Rioja Alavesa la encontramos en su patrimonio histórico, por lo que aunque hablemos de vinos, probemos vinos y aprendamos de vinos, esta escapada puede ser mucho más interesante todavía. 

Empezando desde la antigüedad, en el Poblado de la Hoya encontramos los yacimientos más importantes de la Edad de Bronce del País Vasco, y además por los municipios de Laguardia, Leza, Villabuena de Álava, Elvillar y Kripán hay repartidos diferentes dólmenes de 4.700 años de antigüedad. Ya pertenecientes a la Alta Edad Media también podemos visitar diferentes lagares rupestres, donde se pisaba la uva, concentrados especialmente en la localidad de Labastida. 

Pero si hay un lugar que hay que visitar sin prisas esa es la villa de Laguardia. Aquí hay muchas cosas que ver por lo que un paseo con calma es más que recomendable, pero ten claro que las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y Santa María de los Reyes son dos grandes imprescindibles. La segunda, del siglo XIV, cuenta con un espectacular pórtico gótico en piedra tallada que conserva su policromía original del siglo XVI en perfecto estado. Antes de irte de Laguardia no olvidar salir de potes y pintxos, las barras de sus bares son auténticos escaparates gastronómicos y así podrás poner en práctica todo lo aprendido en las bodegas. 

Si además de cultura también quieres añadir a tu viaje algún plan en la naturaleza, más allá de recorrer los viñedos de mil y una formas, puedes sacarle mucho partido al río Ebro y sus alrededores. Para hacer una buena caminata cuentas con hasta 18 senderos para conocer Rioja Alavesa, como por ejemplo pueden ser la senda verde Bercijana, la ruta de las Lagunas o la ruta verde cultural de Rioja Alavesa.