Una escapada a Pedraza: qué ver y hacer en uno de los pueblos medievales mejor conservados de España

Declarada Conjunto Monumental en 1951, la localidad segoviana de Pedraza es uno de los pueblos medievales mejor conservados de España y uno de los más bonitos. La villa conserva parte de sus murallas y muchos otros tesoros de la antigüedad. Si tenemos la oportunidad de visitarla lo mejor para conocer todos sus bellos rincones es lanzarse a pasear por la localidad y callejear sin tener en cuenta el reloj. En Pedraza se detiene el tiempo y sin mucho esfuerzo podemos proyectarnos en otra época.

Está situada a 1.073 metros de altitud, rodeada de los Arroyos de San Miguel y Vadillo que confluyen para nutrir al río Cega. Por su estratégica situación geográfica, encontramos indicios de asentamientos prehistóricos en sus valles. Los restos de cerámica que se han hallado en las proximidades de su castillo indican que ya había poblaciones celtíberas en esa zona en el siglo IV a.C. También tuvo asentamientos romanos, y algunas leyendas cuentan que el origen del Emperador Trajano estuvo en Pedraza.

En Pedraza encontramos palacios y casas nobles con sus blasones del siglo XVI, vestigios de las murallas defensivas del siglo XII y XIII, la Puerta de la ciudad, la cárcel o su imponente castillo. Como curiosidad, te contamos que en la actualidad solo cuenta con 358 vecinos según datos de 2023 del Instituto Nacional de Estadística y su principal fuente de ingresos es el turismo: asadores de carne, tabernas, tiendas de decoración o artesanía y productos tradicionales como jabones o chocolates.

La tranquilidad y el sosiego nos acompañarán en un paseo en el que no tendremos que enfrentarnos a avenidas repletas de tráfico ni a grandes multitudes.

Su cercanía con Madrid y Segovia hacen de esta villa una excursión perfecta para desconectar y pasar un día de ensueño imbuidos en su cultura, sus tradiciones y su exquisita gastronomía, donde la estrella es el lechazo asado. La naturaleza de sus alrededores, a las puertas de la Sierra de Guadarrama, no desmerece para nada la riqueza de esta localidad.

Museo del Águila y Red Natura

Uno de los atractivos de Pedraza es su Centro Temático del Águila Imperial. Lo encontramos en la antigua Iglesia de San Miguel. El edificio se construyó sobre las ruinas del templo, en el paraje del Carrascal. Esta parroquia, que se situaba en el barrio extramuros del Arrabal, acogía entre su público a campesinos y artesanos. En sus instalaciones podremos aprender curiosidades sobre esta majestuosa ave, incluida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas: su envergadura y fuerza, sus costumbres o cómo caza.

En el museo, además, podremos encontrar información sobre Pedraza y la Red Europea de conservación Natura 2000 con mapas táctiles y otros materiales, juegos educativos y recursos.

Las obras de restauración se realizaron con sumo cuidado y durante las mismas se desenterraron 17 sillares románicos del siglo XII que podemos contemplar en el Museo Provincial.

La cárcel de la Villa

Se trata de un torreón del siglo XIII al que empezó a dársele uso de cárcel en el siglo XVI. En su interior podemos encontrar antiguas celdas hechas de madera, los cepos que se usaban con los presos o las letrinas, la alcoba del carcelero o las mazmorras. Antes de visitarla, puedes ponerte en contacto con la Fundación de la Villa de Pedraza para informarte de los horarios y condiciones de las visitas guiadas, que suelen tener una duración de unos veinte minutos. La cárcel cierra todos los lunes excepto los del mes de agosto. Menos los festivos, abre todos los días de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.30 horas.

Castillo de Pedraza

Esta fortificación levantada entre los siglos XIV y XVI encierra en su interior obras del pintor guipuzcoano Ignacio Zuloaga, quien compró el castillo en 1926 y se encargó de su restauración para habilitarlo como estudio y vivienda. Por sus estancias han paseado, según recoge la historia, personajes como Abderramán III o los reyes de Castilla y León. En febrero de este año se anunció que la fortificación, de 683 metros cuadrados construidos más algunas dependencias aledañas en un solar de 50.000 metros cuadrados, se ponía a la venta por alrededor de cinco millones de euros.

Otro de los puntos de interés de Pedraza es la Puerta de la Villa, atravesada cada año por miles de visitantes. En épocas antiguas, se cerraba a las diez de la noche, tras el toque de queda. Conserva todavía sus portones de álamo negro, que pueden abrirse y cerrarse rememorando la época de la conquista.

La Plaza Mayor de Pedraza está considerada, con sus soportales y edificaciones en piedra y madera, una de las más bonitas de España. Contemplarla desde distintas perspectivas merece la pena. Además, allí podremos encontrar algunos de los asadores más reconocidos para hacer un alto en el camino.

El concierto de las velas en julio

Uno de los reclamos del verano en Pedraza son sus conciertos de las Velas, que se organizan las noches de los sábados 6 y 13 de julio. Son dos conciertos de música clásica, “que son la expresión vital de 29 años de historia reciente de la Villa”, explican en su web, y tienen lugar en la explanada del castillo. Las velas “son el eje conductor”. Esas dos noches se corta el suministro eléctrico de la villa y se encienden 25.000 velas. El 6 de julio de 1996 fue la primera vez que se llevó a cabo y la hazaña quedó escrita en el Libro Guinness de los Récords.

En verano tiene lugar también en Pedraza el Certamen de Dulzaneiros, los mejores de toda Castilla y León se encuentran en la Plaza Mayor para competir con sus instrumentos.

Naturaleza

Cerca de Pedraza encontramos el Parque del Chorro de Navafría y la Cueva de los Enebralejos, en Prádena. Y no lejos de allí, se puede hacer una ruta recorriendo el río San Juan entre Castroserna de Arriba y de Abajo, enclave que sirve de refugio al buitre leonado y alimoches.

El Parque del Chorro de Navafría es espectacular para pasar un día en plena naturaleza. Allí encontraremos una zona de picnic con mesas y bancos, agua potable, parque infantil, aseos, zona de aparcamiento y lo más importante, sobre todo en época estival, una impresionante piscina natural donde refrescarnos.

Si decides pasar algunos días por la zona, no dejes de visitar la Cueva de los Enebralejos, donde puedes hacer una inmersión en la época prehistórica. Declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica, en su interior podemos admirar el conjunto de estalactitas y estalagmitas que se han ido formando en sus cavernas con el paso del tiempo.

Además, como explican en su página web, encontramos vestigios del uso de la cueva como necrópolis “en forma de pinturas y grabados que han sido datados aproximadamente del año 2500 a.C”.