Una ruta poco conocida por la Sierra de Guadarrama para descubrir un yacimiento arqueológico y su paisaje
A menos de una hora de Madrid se esconde un municipio que ofrece lo mejor de la escapada senderista e histórica. Hoyo de Manzanares es un pueblo de apenas 9.000 habitantes, situado en la sierra del mismo nombre. Un auténtico oasis de la vida frenética de la ciudad, ideal para disfrutar de un tiempo al aire libre. La localidad es célebre por su ruta senderista, que nace y muere en el mismo pueblo. De 13,8 kilómetros de extensión, esta ruta tiene una duración de unas cuatro horas y media, y es ideal para aquellos senderistas más experimentados.
Recuerda que, antes de salir a una ruta, debes asegurarte de que vas bien equipado. El calor aprieta con fuerza en Hoyo de Manzanares, con temperaturas máximas que alcanzan los 35 grados y unas mínimas que superan los 15 en esta época del año:
- Ropa: debe ser cómoda, adaptada a la temperatura local, que evite enganches con elementos del entorno. Opta siempre por la que te garantice un mayor rango de movimiento. En el caso de este municipio, es poco probable que necesites abrigo, pero no dudes en llevar alguna prensa adicional en la mochila.
- Calcetines: van a ir contigo durante todo el recorrido, y van a a ser tu única barrera contra los zapatos que elijas. Es por esto que unos calcetines de buena calidad para andar son fundamentales para tu confort e importantes para evitar roces y ampollas.
- Calzado: lleva contigo calzado cómodo, diseñado para senderismo.
- Protección contra el sol: siempre, pero en especial en zonas donde incide mucho el sol, debes llevar protector solar y volver a aplicarlo con regularidad. Presta especial atención a las instrucciones del fabricante, para asegurarte de que se aplicas el protector solar con la suficiente asiduidad. También es importante que lleves una gorra para proteger tu cabeza de los rayos solares.
- Primeros auxilios: debemos estar preparados para cualquier cosa que pueda ocurrir. Aprovisiónate de botiquín, manta de emergencia, navaja multiusos y un frontal.
- Batería portátil: es probable que utilices tu teléfono móvil de navegador. Siempre es recomendable llevar un dispositivo GPS, pero si decides prescindir de él, es vital que te asegures de que tu batería siempre va a estar cargada. Por esto, sal con tu móvil totalmente cargado y lleva contigo una batería portátil para recargarlo sobre la marcha o en caso de emergencia.
- Agua y comida: lleva contigo bastante agua para mantenerte hidratado. Por la longitud del recorrido, asegúrate de que llevas un pequeño almuerzo para la ruta. Para la basura que puedas generar, lleva siempre una bolsa contigo para poder tirarla después.
La ruta circular de Hoyo de Manzanares
Como ya hemos comentado, la ruta comienza en el corazón del pueblo. Sitúate en la Avenida de La Paloma y gira a la derecha por la rotonda Ruiz Jiménez. Pasa de largo las urbanizaciones de El Picazo y El Roquedal hasta la calle Prado Cerbuno, donde encontrarás una caseta de madera y piedra. La ruta está bastante bien señalizada desde aquí, donde dispondrás de un plano informativo de la ruta.
Gira a la derecha y después de la izquierda. Para orientarte, ten en cuenta que debes ir en dirección a la falda de la Sierra por la Colada de la Ladera y picazo. Debes tener la urbanización El Picazo a la izquierda, y al frente La Tortuga y El Estepar. Otra indicación de que vas por el buen camino será ver que mientras recorres un buen tramo, el camino se abre entre dos grandes rocas. Podrás subir a la de la derecha y admirar una buena panorámica de la sierra del Hoyo de Manzanares y Madrid al fondo.
Sigue el camino de la derecha y llegarás a la finca de Las Viñas, considerada Monte de Utilidad Pública. Recomendamos que te adentres en la zona, ya que allí está situada el único rebollar de la sierra, un ecosistema imperdible.
Cuando continúes el camino, presta atención al descenso. A su izquierda, podrás acceder a una grieta que alberga una antigua cantera de pórfido, una roca compacta de tonalidad oscura. En este área las canteras tuvieron un gran peso para la economía local, hasta que se prohibió su uso por poner en peligro al Parque Regional.
Pasaremos junto a la finca Matalasgrajas y llegaremos al descansadero de la Padreruela, una antigua zona de reposo para los pastores trashumantes. Aquí es posible tomar dos caminos. Si tomas el camino de la derecha desde este punto retornarás a Hoyo de Manzanares, pasando por la urbanización El Zodiaco. Si vas por la izquierda encontrarás una barrera que deberás cruzar para llegar al monte Ejido, con canteras de granito rosa. Ten en cuenta que las canteras están valladas para evitar caídas, y que bajo ningún concepto deberás atravesar el cordón de seguridad ni bañarte en ellas.
Por el camino atravesarás la Academia de Ingenieros del Ejército y unas rocas de granito a tu derecha. Si continúas por la izquierda, podrás tomar un breve desvío hacia el mirador del monte Ejido, con unas vistas magníficas a la ciudad de Madrid.
Una vez retomes el camino, una valla de piedra hará de guía hasta la carretera M-618, que te llevará de vuelta al pueblo.
Yacimiento arqueológico de La Cabilda
Un capítulo de la historia visigoda se esconde en Hoyo de Manzanares. El yacimiento arqueológico La Cabilda es una zona que reescribió lo conocido sobre el municipio, ya que destapó que los orígenes del poblamiento en la zona se remontarían a una antigüedad de entre seis y siete siglos anterior a lo que se pensaba, adelantándolo al siglo VII.
La Cabilda es un asentamiento ubicado en la Cuenca Alta del Manzanares, que tiene su génesis en el periodo altomedieval. Se han identificado por el momento ambientes domésticos, productivos, funerarios y posiblemente de culto. Las unidades domésticas se situaban en torno a espacios productivos de carácter comunitario en los que se desarrollarían actividades propias de una economía mixta de marcada base agropecuaria, complementada con el aprovechamiento de los recursos del entorno como la caza, la recolección y la explotación de los recursos líticos, además del comercio con otros enclaves.
Desde el año 2014 se realiza de forma anual una excavación arqueológica abierta al público, dando la posibilidad de participar como voluntario en la misma a todo aquel que esté interesado. Se realizan también visitas guiadas, jornadas de puertas abiertas, conferencias, exposiciones y talleres permitiendo la participación activa de la sociedad en el conocimiento, conservación y protección del patrimonio histórico y natural.
Además de su evidente interés científico, los restos arqueológicos se suman a un proyecto más amplio que incluye deporte, naturaleza, ocio y patrimonio histórico dentro del Parque Municipal de La Cabilda, pues es una zona natural excepcional, monte protegido dentro del parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, con inmejorable situación que cuenta ya con un equipamiento básico aprovechable y que tiene proyectos de mejora sustancial de los mismos.
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