Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Los refugiados no tienen por qué migrar de forma ilegal: las medidas que la UE no aplica

Varios refugiados sirios intentan saltar la alambrada de la frontera entre Hungría y Serbia en Röszke, Hungría el pasado martes/ Efe

Gabriela Sánchez

71 personas se subieron en un camión frigorífico sin ventilación para viajar de Hungría a Austria. 71 personas, entre ellos cuatro menores, murieron asfixiadas durante la travesía. Estos 71 refugiados, probablemente sirios, buscaban un país de la Unión Europea donde estar a salvo, pero también un lugar donde empezar de cero con posibilidades reales de integración. Viajaban escondidos, lo que hacían es irregular, por eso pagaron miles de euros a una supuesta red de traficantes para trasladarse en estas condiciones. ¿Tenían otra opción?

Tras conocerse la noticia, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) ha reiterado la petición que tantas veces ha formulado: “Actualmente existen pocas vías legales para aquellas personas que necesitan protección internacional puedan acceder a la Unión Europea”, ha recordado en un comunicado. “Los Estados podrían aplicar una serie de medidas para que los Estados miembros permitan a los potenciales refugiados llegar a la UE sin recurrir a traficantes”.

La FRA recuerda un dato significativo. Cuando Siria no estaba en guerra, en 2010, la UE concedió 30.000 visados a personas de ese país para entrar en el espacio Schengen mientras que en 2013, tras el estallido del conflicto, no entregó ninguno. Según un informe de la organización, las causas de esta situación se encuentran en la clausura de los consulados en los países en guerra por razones de seguridad y en la ausencia de medidas ante estos casos de emergencia.

Desde la FRA, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y ONG especializadas en asilo destacan algunas de las medidas que se podrían poner en práctica en la UE para evitarlo.

Pedir asilo o salvoconductos humanitarios en las embajadas. Los expertos consultados recuerdan una opción que, aunque siempre se cita, muy pocas veces se aplica. La posibilidad de solicitar la protección internacional en las embajadas de los países de acogida desde los estados de origen o de tránsito de refugiados. España es uno de los pocos estados que incluye en su legislación la posibilidad de hacerlo. Su Ley de Asilo de 2009 recoge esta opción, pero no puede ejecutarse: la normativa está pendiente de su desarrollo en un reglamento que, seis años después, continúa sin existir.

“La apertura de vías legales de entrada son necesarias. Lo que no puede ser es que la UE continúe fortificándose. Cuando huye un refugiado debería poder acudir a la frontera y solicitar asilo. Así de sencillo. Europa tiene que tener una política exterior de asilo. En este momento, sin embargo, mientras unos abren sus fronteras y ponen facilidades, otros las blindan o levantan vallas, como Hungría”, apunta el subdirector de la ONG Accem, Enrique Barbero.

Las voces que exigen la creación de medios legales de entrada para refugiados suenan ya desde algunos gobiernos europeos. Este viernes, tras informar sobre las novedades de la investigación sobre la muerte de 71 refugiados y mostrar su “tolerancia cero” contra los traficantes, la ministra de Interior austriaca, Johanna Mikl-Leitner, enfatizó la necesidad de crear sistemas regulares para que los demandantes de asilo no acaben en las manos de las redes en su intento de sortear la ley para pedir protección en determinados países de la UE.

Política común de asilo. A pesar de alcanzar suelo europeo, decenas de miles de refugiados no acaban su huida en el primer estado comunitario que pisan. En los últimos meses, estas personas han atravesado varias fronteras comunitarias con el objetivo de llegar a un país del norte de Europa, generalmente Alemania. “Las garantías para los refugiados, los criterios a la hora de dar un tipo de protección u otra, los plazos de resolución y la calidad de la acogida son muy diferentes”, explica Rosa Otero, portavoz de Acnur.

“Macedonia o Serbia son estados de tránsito para los refugiados porque sus sistemas de asilo no están preparados para acoger al elevado número de personas que ahora mismo lo necesita. No tienen una capacidad real”. Los refugiados cruzan sus fronteras hasta llegar a Hungría donde, aunque pertenece al espachi Schenguen, tampoco permanecen porque saben que en otros estados tienen más posibilidades de lograr una integración real. Por eso, Acnur solicita la unificación de criterios y la disposición de recursos por parte de la UE a los países miembros para que, cuando lleguen a ellos, sean acogidos en las mismas condiciones. “Si las capacidades del sistema no son iguales dentro de la UE, siempre existirán movimientos secundarios”, añade.

En España, por ejemplo, los sirios reciben la protección subsidiaria, un tipo de asilo que está abierto a revisión en función de la situación del país de origen, mientras que el estatus de refugiado -proporcionado en Alemania- proporciona la residencia de forma permanente y facilita la concesión de la nacionalidad. “Es el asilo de segunda categoría”, describe la secretaria general de CEAR, Estrella Galán.

Reasentamiento de refugiados. Se trata del traslado a Europa de cupos de refugiados desde los países limítrofes a estados que sufren determinadas emergencias humanitarias. En la actualidad se realiza de forma voluntaria y en momentos puntuales. En julio, la UE se comprometió a reasentar a 20.000 refugiados tras la muerte de 700 personas en abril en el naufragio de una embarcación en la que viajaban de forma irregular con dirección a Italia.

“Deben establecerse programas de reasentimiento equitativos y regulares, no solo actuar a golpe de efecto o de urgencia”, denuncia Estrella Galán, secretaria general de Comisión de Ayuda al Refugiado.

Reforma del reglamento de Dublín. Otra de las medidas más sonadas consiste en la revisión de una normativa que a pocos satisface: aquella que permite a los países receptores de demandantes de asilo devolver al solicitante al estado europeo del que procede, es decir, por el que entró en la UE.

“Está siendo un impedimento para que haya un reparto equilibrado de refugiados. La mayoría entra por los estados del sur, como Grecia o Italia. Esto condiciona a los países fronterizos a recibir todo el peso”, indica Galán. Para evitarlo, “estados como Italia evitan registrar a todos los migrantes que pasan, porque saben que quieren subir más”. Si no les solicitan su huella, parece que nunca han pasado por allí y el Estado donde verdaderamente quieran pedir protección no iniciará el proceso de devolución.

Esta situación ha provocado que los estados que supuestamente salían beneficiados por la norma, como Alemania, hayan solicitado la reforma del mismo. De hecho, Angela Merkel anunció la suspensión de su aplicación en el caso de los sirios: se responsabilizará de todos los solicitantes de esta nacionalidad, aunque hayan cruzado antes otros estados donde hubiesen sido identificados. “Estamos viendo que, a pesar del reglamento, los refugiados saben dónde va a ser más fácil su integración. La gente se seguirá moviendo allá donde tengan más oportunidades de salir adelante. Alemania ha buscado la forma de gestionar esta situación de una forma más rápida”, subraya Barbero.

“El hecho de que las oportunidades para entrar en la UE legalmente estén limitadas, lleva a muchas personas en necesidad de protección a recurrir a las redes de contrabando para intentar ponerse a salvo o reunirse con sus familias, jugándose la vida y la integridad física”, ha advertido la FRA. Estos grupos organizados, como en el caso de la red que gestionó el viaje de las 71 refugiados asfixiados este jueves, “explotan a estas personas y les exponen directamente al riesgo”.

Etiquetas
stats