Protocolo sanitario contra la mutilación genital femenina: “Teníamos que subirnos al carro para intentar erradicarla”
Hay unos 200 millones de mujeres en el mundo a las que se les ha practicado una mutilación genital femenina. Además, se estima que hay tres millones de niñas en riesgo de sufrirla cada año, según los datos de UNICEF.
La mutilación genital femenina está presente en 28 países del África Subsahariana, en Oriente Medio y en Asia, pero los movimientos migratorios la convierten en una práctica globalizada. Algunas de estas mujeres víctimas o potenciales víctimas, las niñas, viven en España. Es una costumbre interiorizada en muchos lugares del mundo que, en realidad, supone un atentando contra los derechos humanos y que está considerada en el ámbito internacional como una forma más de violencia hacia la mujer.
En Castilla-La Mancha hay numerosas comunidades procedentes de países que siguen mutilando a las niñas como Nigeria, Mali o Senegal. El Servicio de Salud de esta comunidad autónoma (SESCAM) acaba de poner en marcha un protocolo y una guía de actuaciones sanitarias para la prevención, detección y atención de niñas, adolescentes y mujeres que se encuentran en riesgo o bien han sufrido este tipo de violencia y, en definitiva, contribuir a erradicar esta práctica.
La coordinadora de este proyecto es Aurora Sánchez González, la responsable de la Unidad de Atención al Usuario del SESCAM. “No solo se trata de una encomienda por parte del Ministerio de Sanidad”, explica, sino que esta comunidad autónoma partía de una experiencia previa.
En 2017, el Instituto de la Mujer ya puso en marcha un primer protocolo dirigido al ámbito educativo, sanitario y de los servicios sociales, partiendo de los datos de un estudio elaborado por la Universidad de Alcalá, en colaboración con Médicos del Mundo.
Fue un precedente “muy valioso”, asegura Aurora Sánchez. Ahora, de forma específica, el protocolo se traslada al ámbito sanitario. “Los datos entonces ya eran impactantes. Es una realidad que tenemos ahí, está en la sombra, pero convivimos con ella”, reconoce.
El proyecto aplicado al ámbito sanitario también aborda todas las complicaciones derivadas de la práctica de la mutilación genital femenina “con perspectiva intercultural y de género”. Es fruto del trabajo, desde junio de 2022, de un amplio grupo de profesionales del SESCAM de distintas especialidades y áreas, así como de docentes de la Universidad de Castilla-La Mancha.
“En el ámbito sanitario tenemos el privilegio de trabajar con las niñas y las mujeres de forma directa. En algún momento se produce ese contacto con la población procedente de estos países. También a través de los profesionales de Trabajo Social”.
Por eso, añade esta profesional sanitaria, “pensamos que teníamos que subirnos al carro para prevenir, actuar y a ser posible erradicar esta grave práctica”.
Hasta ahora en el ámbito sanitario no teníamos estos instrumentos. Era un compromiso moral y ético
“Una de las fortalezas de este protocolo será la posibilidad de detectar posibles víctimas. Ahora será más fácil detectar el riesgo y hacer un seguimiento. Hasta ahora en el ámbito sanitario no teníamos estos instrumentos. Era un compromiso moral y ético”.
El protocolo no solo ofrece pautas y tablas específicas “y desglosadas” con planes de actuación, sino que también incluye formularios que permitirán recabar datos útiles para prevenir. Por ejemplo, se recogerá información sobre el país de origen de la niña o la mujer e incluso sobre si tiene familiares que hayan sufrido la mutilación genital.
“Se trata de conocer precedentes de riesgo, que queden registrados, de forma que puedan activarse las alertas para prevenir e incluso ver la posibilidad de una intervención de reconstrucción en mujeres mutiladas”, explica esta profesional de Enfermería natural de Valdepeñas. El registro permitirá el posterior seguimiento de cada caso. “Todo está integrado”.
La mutilación genital está castigada en el Código Penal español
Se ha establecido un marco de intervención “multidisciplinar e integral”. Los destinatarios son los profesionales de Atención Primaria en los ámbitos de Enfermería, Pediatría, Ginecología, matronas y matrones, Medicina y Enfermería de Familia y Trabajo Social.
Ya en el ámbito hospitalario, se traslada al ámbito de la Medicina, la Enfermería, Ginecología y Obstetricia, Urología, Pediatría, Salud Mental, Urgencias y Medicina Preventiva. A ellos se suman profesionales de los Centros de Vacunación Internacional, de Administración y de Admisión.
“Para nosotros la medicina preventiva es un punto fuerte porque cuando las niñas y las mujeres viajan a su país de origen es obligatorio pasar por este servicio”, resalta Aurora Sánchez.
“La mutilación está arraigada lamentablemente en estructuras sociales o políticas de las sociedades practicantes. Además, es un complejo entramado de creencias y significados culturales que justifican”. Por eso, explica que cuando estas familias regresan a sus lugares de origen de vacaciones o por otros motivos, con la intención de regresar después, han de pasar por el Servicio de Medicina Preventiva.
Allí firmarán documentos de compromisos preventivos que están traducidos a varios idiomas. El protocolo incluye información no solo sobre los riesgos socio-sanitarios y psicológicos que presenta la mutilación genital, sino que explica a estas familias que esta práctica es una violación de los derechos humanos de las niñas con graves secuelas físicas y psicológicas.
El Ministerio de Sanidad ha empezado a pedir datos sobre mutilación genital femenina a las comunidades autónomas. Ojalá consigamos erradicarla
Los familiares aceptan el compromiso de que, al regreso del viaje, la niña acudirá a la consulta de Pediatría de su Centro de Salud para que se le realice el correspondiente examen en el Programa de Salud Infantil. “Este compromiso quedará digitalizado a través de la Historia Clínica. Si a la vuelta se detecta que se ha practicado la mutilación se comunicará al Juzgado de Guardia, a los servicios de Menores y a la Fiscalía”.
La mutilación genital está tipificada en España como un delito de lesiones en el ámbito penal. Se castiga con pena de prisión de entre 6 y 12 años para madres y padres o tutores-as, y con una pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, guarda o acogimiento.
En mayo, los primeros cursos de inmersión al protocolo
Para que los y las profesionales de la Salud y de Trabajo Social puedan acceder de forma sencilla a la guía y al protocolo se actuará en dos ámbitos. Por un lado, el proyecto se implantará incorporando las herramientas necesarias en los sistemas informáticos del SESCAM, en colaboración con los profesionales de la Dirección General de Salud Digital. “Castilla-La Mancha es unas de las comunidades autónomas pioneras en disponer de las herramientas informáticas para su implementación y seguimiento”, asegura este departamento del Gobierno castellanomanchego.
Por otro lado, se han diseñado actividades formativas para los y las profesionales que participarán en su puesta en marcha. “Se trata de seguir sensibilizando a los profesionales y también de potenciar la coordinación con los Servicios Sociales, el ámbito docente y el Instituto de la Mujer”. También se dispondrá de un cuadro de mando que permitirá el seguimiento de la implantación del protocolo. “De hecho el Ministerio de Sanidad ha empezado a pedir datos sobre mutilación genital femenina a las comunidades autónomas. Ojalá consigamos erradicarla”.
Será en mayo cuando se imparta la primera edición del curso ‘Formación e implementación del protocolo sanitario de mutilación genital femenina en Castilla-La Mancha’, del que se irán realizando anualmente varias ediciones. “Se incluye una parte práctica sobre cómo hacer las entrevistas y hablar de las creencias y valores de estas personas. Se ofrecerá mediación cultural para el abordaje de la presencia masculina en las consultas, como el padre o los hermanos”.
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