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El thriller navarro y la gran novela americana

DK

Siempre hemos tenido la sensación de que la cultura es lo que saben los demás. Lo que nosotros mismos sabemos nos parece muy poca cosa, pero los otros en cambio no dejan de ilustrarnos. Esta semana hemos aprendido, como siempre, varias cosas de las que no teníamos noticia. Con decir que acaba de descubrirse un nuevo género literario, está todo dicho.

Es necesario reconocer con humildad que La Vanguardia nos ha asombrado con su espectacular scoop, una exclusiva que sin duda le envidiamos el resto de la prensa y que aparece con el prometedor titular: “Nace el thriller navarro”. ¡Por fin! ¡A alguien tenía que ocurrírsele! Ese alguien es la donostiarra Dolores Redondo, autora del sensacional descubrimiento que al parecer “funde la novela negra con la mitología vasca”, bajo el título El guardián invisible. Le deseamos suerte a ese nuevo género literario, el thriller navarro, que sin duda es el que todos estábamos esperando con impaciencia, ya que, incluso antes de publicarse, se ha vendido en 15 países y también para su adaptación al cine.

El Cultural de El mundo, sin embargo, venía bastante cargadito de impugnaciones. Ignacio Echevarría impugnaba las listas de más vendidos y, en general, la molicie, pereza y previsibilidad de los reseñistas. No es una cuestión de números, pero los números son elocuentes: “En una lista de las diez ‘mejores obras de ficción publicadas los últimos doce meses por autores españoles e hispanoamericanos’ no aparece ningún autor hispanoamericano. ¡Ninguno!” Ítem más: “Algo semejante cabe decir respecto a la presencia de escritoras en la lista de los ‘mejores’. Una sobre diez”. Otrosí: “El más joven, entre los autores seleccionados, es Menéndez Salmón, nacido en el año 1971. Le siguen Clara Usón, nacida en 1961, y Javier Cercas, nacido en 1962. Todos los demás son autores nacidos en las décadas de los cincuenta o cuarenta”. Vale la pena leer el artículo entero.

Por su parte, Félix de Azúa, sin timideces, impugnaba el resto, lo que se había dejado Echevarría por impugnar y el arte contemporáneo en su conjunto: “Estamos en un momento muerto, que llevamos mucho tiempo, desde los 80 del siglo pasado, es decir, 30 o 40 años, sin arte, en el sentido de que no hay ninguna manifestación artística que encarne un pensamiento interesante”. La entrevista completa aquí.

En Diario Kafka no podíamos dejar de leer con atención la propuesta de Fernando Bermejo Rubio, en Babelia, titulada “Kafka, la solución a un enigma”. ¿Qué le sucedió en realidad a Gregor Samsa? La respuesta de Bermejo Rubio no es entomológica, como la de Nabokov, que llegó a dibujar con precisión el tipo de insecto en que se transformó el viajante de comercio. Bermejo Rubio se dirige más bien al aspecto sanitario de la novela… ¡y hasta ahí podemos leer!

Según Leontxo García, en El País, “Anand produjo ayer [por el lunes 15 de enero] la obra de arte más bella de su carrera”. ¡Y eso que parecía que el campeón había empezado a aflojar el paso! Pues para Leontxo, acaba de “crear su Gioconda”, una de esas partidas inmortales, jugando con negras y con la Defensa Semieslava contra el armenio L. Aronián. Se puede ver aquí.

Más sorpresas. Ni Moby Dick, ni El gran Gatsby, ni Libertad. Ahora resulta que: “La gran novela americana es una foto”. Con este título resplandeciente comenta Elsa Fernández-Santos en El País la retrospectiva del fotógrafo norteamericano Robert Adams en el Reina Sofía. Sin duda es una de las grandes atracciones culturales del nuevo año, porque también ha despertado interés en Abc, donde Francisco Carpio la analiza con el título (menos afortunado, a nuestro juicio): “Adams: ver para cre(e)r”. Con razón afirma el comisario de la exposición, Joshua Chuang: “Las fotografías de Adams se leen”.

En teatro es noticia la adaptación que Alex Rigola ha realizado de la película Maridos y mujeres, de Woody Allen, y que se estrena en el teatro de La Abadía de Madrid.

Entre las novedades y los descubrimientos, nos ha llamado la atención un rescate al margen de la actualidad y del espectáculo cultural, el del poeta asturiano Víctor Botas, al que evoca el número de diciembre de El cuaderno. Sobre el autor de Las cosas que me acechan, fallecido en 1994, escriben Rafael Suárez Plácido, José Havel, Martín López-Vega, Jorge Sáenz Herrero y Juan Carlos Suñén, además de una entrevista que Jaime Priede le hace a José Luis García Martín, que ha reeditado la poesía completa de Botas. Para quien no conozca a Víctor Botas, como era nuestro caso (todo hay que decirlo), los comentarios y la tentadora selección de sus poemas en esta revista constituyen una irresistible invitación a su lectura.