Somos unos radicales (en Twitter)

Llegará el día en que los estudios – así, de forma genérica- destronen a la novela. Llegará el día en que esa nube de cifras, detalles y conclusiones que suelen constituir las tripas de esos estudios, nos resulten más magnéticas que cualquier ficción novelada. Es raro que en una reunión alguien no suelte aquello de “Según un estudio…” Ese inicio abre puertas y mentes. Mueve montañas. Esa frase es carnívora y nos está devorando el corazón.

Según un estudio realizado por el Centro Pew, esas opiniones a las que solemos dar forma de tweet acostumbran a ser extremas, negativas y muy alejadas del parecer de la opinión pública. Es decir, que tenemos tendencia a radicalizarnos cuando nos ponemos con los 140 caracteres. Bien hacia un posicionamiento progresista, bien hacia uno más conservador.

La negatividad parecer ser una de las constantes, aunque el trastorno bipolar no es una mala forma de definirlo. Según ha publicado la Agencia EFE, al comparar la reacción de los estadounidenses a la reelección de Barack Obama en noviembre, los resultados daban un 52% de los encuestados felices con la victoria del demócrata, mientras que en Twitter ese buen rollo alcanzaba la cifra del 77%. No obstante, para quienes han estado al frente de este nuevo, esperado, urgente y necesario estudio, en esta red social nos ponemos algo más apocalípticos de la cuenta. “Para ambos candidatos, los comentarios negativos excedieron a los positivos por un amplio margen durante toda la campaña”.

Para llevar a cabo esta tarea de captura de datos y análisis de los mismos, se escogieron ocho eventos importantes de la política estadounidense. En solo dos de ellos, la selección de Paul Ryan a vicepresidente republicano y la decisión del Tribunal Supremo sobre la reforma sanitaria, se produjo la coincidencia entre lo que se considera la opinión pública y la opinión en Twitter. Dos temas que dividen de un hachazo a la sociedad norteamericana.

Los responsables de este trabajo señalan que “la falta de correspondencia entre las reacciones en Twitter y la opinión pública se debe en parte al hecho de que aquellos que obtienen las noticias en la misma red social -especialmente los que las comparten- son muy diferentes demográficamente al público general”.

Todo según un estudio. Conste.