Viena, 2 oct (EFE).- La ministra de Exteriores de Kosovo, Donika Gërvalla-Schwarz, alertó este lunes del riesgo de un ataque militar de Serbia contra su país, una eventualidad que consideró “posible”, por lo que pidió una reacción de la comunidad internacional, y en especial de la Unión Europea (UE).
“La amenaza serbia no debe aceptarse”, dijo la jefa de la diplomacia kosovar en declaraciones a la radio pública alemana Deutschlandfunk.
Consideró que “el comportamiento de Serbia”, con un despliegue de tropas a lo largo de la frontera con Kosovo que en su actual dimensión no se había visto en años, “recuerda” al de Rusia antes de iniciar la invasión de Ucrania.
La ministra kosovar reiteró las acusaciones de su Gobierno de que Belgrado ha orquestado el ataque paramilitar del pasado día 24 en el norte de Kosovo, con un tiroteo en el que murieron un policía kosovar y tres asaltantes.
El Gobierno de Kosovo aseguró el domingo que el ataque fue preparado y ensayado en Serbia central, también en un gran campo militar del Ejército serbio.
“Vucic trató de esconder el hecho de que Serbia ha sido involucrada en la organización de este ataque”, dijo el ministro del Interior kosovar, Xhelal Svecla, en rueda de prensa en Pristina.
La Policía kosovar, dijo, tiene pruebas de lo contrario, en base a vídeos filmados por los propios paramilitares y que la policía ha logrado confiscar tras el ataque.
El objetivo del ataque fue causar amplios desórdenes en Kosovo para facilitar una anexión de la parte norte del país por parte de Serbia, afirmó el ministro kosovar del Interior las intenciones serbias, acusación que hoy reafirmó el primer ministro kosovar, Albin Kurti, en su cuenta de X (antes Twitter).
“La Policía kosovar ha confirmado que el ataque terrorista formaba parte de un plan más amplio para anexionarse el norte de Kosovo mediante un ataque coordinado contra 37 posiciones distintas. A continuación se establecería un corredor hacia Serbia para permitir el suministro de armas y tropas”, aseguró Kurti.
El jefe de Gobierno kosovar publicó además, en la misma red social, imágenes de drones que supuestamente muestran el entrenamiento de paramilitares en Serbia antes del ataque, y aseguró que el asalto tuvo lugar con el pleno apoyo y planificación del Estado serbio.
El presidente de Serbia, Aleksander Vucic, niega cualquier intención de perpetrar un ataque militar a la antigua provincia de su país, cuya independencia, autoproclamada en 2008, Belgrado no reconoce.