Prisa ha acordado vender a la compañía finlandesa Samona Corporation el negocio de la editorial Santillana en España por 465 millones de euros, importe que será íntegramente satisfecho en efectivo a la fecha de cierre de la operación, una vez descontada la deuda neta a 30 de junio, estimada en unos 53 millones.
Sanoma es un grupo de educación y medios que opera fundamentalmente en Finlandia, Países Bajos, Polonia, Bélgica y Suecia y cuenta con más de 4.000 empleados.
La actividad privada y pública de Santillana en Latinoamérica quedará excluida de la operación y seguirá siendo desarrollada por Prisa, indirectamente, a través de la editorial. Santillana es la joya de la corona de la compañía de medios. En el primer trimestre de 2020, la compañía de libros de texto y formación facturó 178 millones de euros a nivel global, muy por encima del resto de las áreas de negocio.
Asimismo, Santillana mantendrá la propiedad de todas sus marcas y se suscribirá un acuerdo de licencia exclusiva a favor de Sanoma para la utilización, entre otros derechos, de las marcas “Santillana” y “Loqueleo” en la Unión Europea, excluido Portugal, y de la marca “Richmond” en España.
Tras la venta del negocio de Santillana España, que representa el 21% del negocio del Grupo Santillana, éste centrará sus esfuerzos en el impulso de los sistemas de aprendizaje en Latinoamérica. En 2019, Santillana a nivel global facturó 628 millones de euros y alcanzó un Ebitda de 175 millones, unas cifras que no impidieron que Prisa cerrara el ejercicio con pérdidas de 182 millones de euros.
La operación le permite a la compañía de medios quitarse parte de la losa de la deuda. El acuerdo de refinanciación de la deuda supone extender su vencimiento hasta marzo de 2025, con un coste inicial del 5,5% y un coste total medio del 7% durante la vida del contrato. Contempla la amortización de 400 millones de deuda (con lo que la deuda neta total se recortará más de un 30%, que a finales de marzo de 2020 ascendía a 1.067 millones) y establece el marco para una futura separación efectiva de los negocios de Educación y Media. Con esta refinanciación, la compañía contará con alrededor de 275 millones para reforzar su liquidez y facilitar el desarrollo de los planes estratégicos de sus negocios, según indica en un comunicado.
Prisa lleva meses buscando ingresos para reducir una deuda que arrastra desde ls puesta en marcha de sus frustradas aventuras televisivas. Prisa consiguió quitarse de encima en septiembre su filial portuguesa Media Capital por 47.3 millones de euros, un precio que es muy inferior al que habían optado en 2017 cuando Altice ofreció 440 millones por la filial portuguesa -una operación frenada por la Autoridad de la Competencia (AdC) de Portugal- y mucho menor de los 170,6 millones de euros que había acordado en un principio por el 94,69 % de Media Capital que la compañía portuguesa Cofina iba a desembolsar, pero que posteriormente se redujeron 123,3 millones en diciembre de 2019, y finalmente renunció a la operación el pasado marzo.
La operación ha tenido lugar tras la pacificación del accionariado tras una guerra de poder entre los máximos accionistas. El Banco Santander ganó la batalla en la pasada junta de accionistas por mantener a su hombre de confianza al frente de Prisa, Javier Monzón, como presidente no ejecutivo del principal grupo español de comunicación. La votación en la Junta General de Accionistas celebrada el pasado 29 de junio decidió con un 62,28% de votos a favor al hombre de Ana Patricia Botín en Prisa. Monzón es también consejero del Banco Santander y presidente de Openbank, filial de banca digital de la mayor entidad financiera de España. El consejero delegado de Prisa, Manuel Mirat, defendió entonces la independencia de la compañía y ya señaló una “posible venta de Santillana” como vía para reducir el endeudamiento de la compañía.