46 días entre “salvar la Navidad” y el “tsunami”: Andalucía llega semiconfinada al umbral de mil casos por 100.000 habitantes

Daniel Cela

25 de enero de 2021 21:24 h

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El pasado 10 de diciembre, Andalucía registraba una incidencia acumulada de 155 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, se situaba como la tercera comunidad con menor índice de infectados del país, después de un mes con un cierre perimetral duro, y restricciones a la movilidad ciudadana a escala autonómica, provincial y municipal. Ese día, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, anunció un plan de desescalada para retirar por fases las medidas de contención de la pandemia durante las fiestas navideñas.

46 días después de aquella decisión, Andalucía acumula este lunes 25 de enero una incidencia acumulada de 911,4 contagios por cada 100.000 habitante, rebasa la media nacional, y en cuestión de horas alcanzará la cota de los mil infectados que utiliza la Junta para clausurar toda la actividad comercial no esencial en los municipios. La Comisión Europea ha recomendado este lunes a España aislar todas las zonas que rebasen los 500 casos por cada 100.000 habitantes, impidiendo las entradas y salidas, salvo causas de fuerza mayor. Más de la mitad de las localidades andaluzas (489 municipios de 785) supera ese umbral -incluidas las ocho capitales- y en ellas la Junta ya ha ordenado un cierre perimetral, prohibiendo las entradas y salidas a partir de las 00.00 horas de este miércoles, salvo por razón de causa mayor.

Esta lista incluye 265 municipios que, además del cierre perimetral, tienen clausurada toda la actividad comercial no esencial, al haber superado los mil infectados por 100.000 habitantes. Esto significa que más del 80% de la población andaluza está confinada en su municipio y casi el 50% encuentra cerrado la hostelería, los comercios y el resto de negocios no fundamentales. Entre las grandes ciudades, Almería, Huelva y Jerez rebasan ya los mil contagios, y clausurarán toda su actividad este miércoles a medianoche. Les seguirá Málaga (999,3), Cádiz (952,1) y Córdoba (901,4). Granada y Jaén están en la franja de los más de 800 contagios y Sevilla a la cola con 690,8.

En la segunda ola, Andalucía llegó a superar en 88 casos la media de contagios de España, pero a las puertas de la Navidad se encontraba 33 casos por debajo del conjunto del país. El mes anterior, con las restricciones a la movilidad en vigor, la incidencia cayó un 75% (de 577 infectados a 155). La tercera ola, que a principios de enero presentaba una “evolución positiva”, según el vicepresidente andaluz, Juan Marín, y el portavoz de la Junta, Elías Bendodo, ha adquirido hoy la categoría de un “tsunami”, en palabras del consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre.

La evolución es “explosiva”, “terrorífica”, “alarmante”, “descontrolada”, subrayan los miembros del Gobierno autonómico. La incidencia acumulada se ha multiplicado por seis en apenas mes y medio, en los últimos 14 días se han registrado 76.688 positivos más de coronavirus, el número de contagios diarios no ha bajado de los 7.000 en cuatro días consecutivos (4.496 infectados y 45 fallecidos más en las últimas 24 horas), y en torno a mil son sanitarios.

Desde que se contabilizan los efectos de la pandemia, Andalucía acumula 371.542 casos de coronavirus y, lo más grave, la cifra de hospitalizados en esta tercera ola se ha incrementado a gran velocidad y durante una semana ha superado día a día el pico de ingresos en planta y en UCI. El último récord es ya siempre el del último día registrado -3.891 hospitalizados este lunes (552 en UCI), frente a los 3.339 del pico en la segunda ola. El Consejo de Gobierno aprobó la semana pasada el llamado Plan 4.500, una disponibilidad de 15.200 camas en hospitales (2.600 en UCI), y la medicalización de hoteles y albergues de ocio y tiempo libre, en previsión de alcanzar los 4.500 pacientes con Covid-19.

En una semana esa proyección se ha quedado corta, y el Ejecutivo andaluz prevé aprobar este martes el Plan 7.000, que ampliará el espacio disponible para enfermos con coronavirus. Según datos del Ministerio de Sanidad, Andalucía tiene el 20% de las camas ocupadas con infectados por el virus y el 27% de las UCI. La Junta sostiene que la presión asistencial aún no está próxima al “colapso” hospitalario, como denuncian algunos sindicatos médicos en algunas provincias.

Sin embargo, el impacto de la Covid-19 se está dejando notar sobre todo en el resto de pacientes. El informe del Defensor del Paciente, relativo a 2020, revela que las listas de espera para ser operado han crecido un 17% respecto al año pasado. La demora media para operaciones quirúrgicas con plazo legal máximo de intervención de 212 días ha aumentado un 81%, con más de 143.000 andaluces aguardando.

El Defensor pone el acento en los centros de Atención Primaria, primera línea de lucha contra la Covid-19, que sufren “retrasos alarmantes” en las consultas a enfermos crónicos, “incluso en las citas telefónicas”. El informe habla de “odisea” para lograr una cita médica inmediata a través del teléfono de Salud Responde, y de “utopía” para aquellos pacientes que necesitan “renovar las recetas de medicamentos”. El Defensor del Paciente vuelve a insistir en la falta de personal en los centros de salud, denuncia que la bolsa pública está “agotada”, de modo que difícilmente se pueden fichar a nuevos facultativos, y recuerda que el 20% del personal sanitario andaluz tiene más de 60 años y un tercio de la plantilla tiene contratos efímeros y precarios.

Pese a todo, el Ejecutivo andaluz está poniendo el foco de alarma en el Ministerio de Sanidad, a quien reclaman desde hace días para que apruebe un nuevo estado de alarma que permita a las comunidades adelantar a las 20.00 horas el toque de queda -ahora está fijado entre las 22.00 horas y las 6.00 horas- y ordenar confinamientos domiciliarios en los municipios que rebasen los mil contagios por cada 100.000 habitantes. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, explicó la semana pasada en Sevilla que estudiará esa opción -demandada por diez comunidades- pero recuerda que los gobiernos regionales tienen aún mucho margen para exprimir sus competencias con este estado de alarma.

En Galicia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, acaba de ordenar el cierre total de la hostelería y el comercio no esencial a partir de las 18.00 horas -una medida que aplicó Andalucía hace diez días-, ha clausurado las grandes superficies durante los fines de semana, ha confinado municipios y limitado las reuniones autorizadas a convivientes (en Andalucía se pueden mezclar unidades familiares, pero con un máximo de cuatro personas).