Las personas acampadas ante una sucursal bancaria de Coria del Río (Sevilla) en demanda de la reestructuración de sus hipotecas han levantado finalmente su protesta después de haber visto “resueltos” sus casos mediante la negociación, según ha informado a Europa Press una portavoz del colectivo.
Estas cuatro familias; una de Coria, una de Camas y dos de Sevilla, concertaron préstamos hipotecarios con la entidad financiera Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), para la adquisición de sus viviendas, pero se habría tratado de hipotecas “basura” cuyo posterior impago como consecuencia del deterioro de sus economías domésticas habría revelado los “abusivos” términos de tales préstamos hipotecarios.
“Se han hipotecado en muchos casos más de una vivienda, por lo que ahora las familias no sólo perderían la vivienda por la que se hipotecaron (como consecuencia de los impagos), sino además las de sus familiares que pretendían ser sus avalistas y que ellos convirtieron en hipotecantes con sus famosas hipotecas puente o doble garantía”, enfatizaban.
En ese sentido, estas familias acusaban a UCI, participada por el banco Santander, de “vender productos financieros tóxicos que muchas veces se han colocado a personas que no cumplirían los requisitos técnicos adecuados para contraer un préstamo”. “A estos afectados se les han concedido préstamos casi sin solicitarles información de su vida laboral ni documentación, requisitos por los cuales en otras entidades les habrían denegado préstamos”, avisaban.
MÁS DE OCHO MESES DE ACAMPADA
Tras “más de dos años y medio” intentando alcanzar un acuerdo con UCI para una salida negociada a cada uno de los cuatro conflictos, estas familias comenzaron hace ya más de ocho meses una “acampada indefinida” ante una sucursal bancaria del Santander de la calle Cervantes de Coria del Río, en demanda de soluciones.
Finalmente, y según informa el colectivo a través de sus perfiles en distintas redes sociales, la acampada “toca a su fin”, toda vez que “ni calor, ni frío, ni lluvia, ni siquiera las denuncias vergonzosas del Banco Santander, nos han hecho levantar la acampada. Nada excepto ver resueltos los casos de Claudia, Merchi y Manuela”. A tal efecto, una portavoz del colectivo ha concretado que en dos casos, las personas se quedan con las viviendas hipotecadas pero los préstamos son reestructurados hasta ser distribuidos en cuotas “asequibles”, mientras en otro caso se entrega en pago la vivienda pero la misma se somete a un “alquiler social” en favor de los antiguos hipotecados.
“¡Lo hemos logrado! Gracias al ímpetu que tenemos en esta plataforma de afectados por la hipoteca, unidos como una piña frente a la adversidad. Y gracias a los vecinos de Coria, que nos han tendido la mano para ayudarnos en lo que hiciera falta”, expone el colectivo.
Recordemos que dentro de su campaña de protestas, los afectados celebraron un encierro en una sucursal bancaria del Santander de Sevilla capital, siendo denunciados por presuntos delitos de ocupación ilegal y coacciones e imputados a manos del Juzgado de Instrucción número 14. Después, la sucursal de Coria ante la cual mantenían su acampada les denunció por presuntos delitos de “desórdenes públicos, injurias, ocupación indebida, acoso y daños”, extremos todos ellos negados por el colectivo.
Finalmente, este colectivo protagonizó recientemente un encierro en la sucursal del banco Santander enclavada en la céntrica calle Campana de Sevilla capital, saldándose la movilización con el arresto de unas 12 personas entre miembros de este colectivos, otros activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la concejal de Participa Sevilla Cristina Honorato.