El movimiento 'Salvemos Las Salinas', formado por varias organizaciones sociales y unos 8500 seguidores en la red facebook, va a hacer llegar al Parlamento autonómico una iniciativa para que se inste a la Junta de Andalucía a declarar Bien de Interés Cultural BIC el paraje de las Salinas de San Rafael, en Roquetas de Mar, donde hasta el pasado siglo XX se realizaron extracciones salineras con fines comerciales, siendo entonces una de las principales fuentes de empleo y riqueza de la zona. Hasta el auge de los invernaderos en la década de 1970, Las Salinas era la empresa más fuerte de una comarca escasamente desarrollada.
La medida forma parte de la dura oposición que quiere mostrar una parte de la ciudad contra el proyecto liderado por el equipo de gobierno del Partido Popular, encabezado por el alcalde Gabriel Amat, que el pasado mes de noviembre sacó adelante en un Pleno municipal, con el voto favorable de una concejal del PSOE que abandonó este grupo, la división en cuatro unidades diferentes de un inmenso proyecto de casi 650.000 m2, “para que la urbanización de cada uno pueda realizarse de forma sostenible”, según aclara una nota municipal oficial.
Toda la oposición en contra
Se da la circunstancia que entonces votaron en contra del proyecto de Amat todos los partidos de la oposición como PSOE, IU, Tú Decides (la marca de Podemos) y Ciudadanos, quienes hasta ahora habían apoyado con sus tres votos el Gobierno del PP, y cuya política parece haber cambiado tras el paso del edil Diego Clemente al madrileño Congreso de los Diputados.
A favor votaron los ediles del PP y la independiente Mª José López Carmona, a quien el PSOE acusa de ser una tránsfuga -ella se defiende argumentando que fue expulsada del partido socialista sin motivos ni explicaciones- lo que daba mayoría absoluta al proyecto de Amat. López Carmona, en sus largos años de militancia socialista y trabajo en la oposición municipal, reiteradamente se había mostrado en contra de un proyecto que, según han manifestado los grupos municipales de la oposición, destacaba por un coste, solamente de urbanización, sin contar la construcción de los edificios, de unos 200 millones de euros, la edificación de dos torres de 28 plantas de altura, más de 7.000 viviendas, varios hoteles de once plantas e incluso la invasión del subterráneo yacimiento arqueológico de Turaniana, declarado por la Junta de Andalucía como Bien de Interés Cultural, lo que le hace intocable, en el que hay restos romanos, fenicios, griegos y árabes, pero sometido a salvajes expolios y destrozos contemporáneos.
El PP no sólo niega que el proyecto afecte al subsuelo de Turaniana, sino que acaba de tachar la versión de la oposición de “manipulaciones sobre los presuntos planes urbanísticos del equipo de Gobierno para la Ribera de la Algaida. El Ayuntamiento aclara que el espacio natural es íntegramente suelo no urbanizable, y así figura en el Plan General de Ordenación Urbana. Se trata de 649.000 metros cuadrados, casi 65 campos de fútbol, que serán destinados a un gran parque comarcal, denominado 'Parque Comarcal de Las Salinas de San Rafael' que preserve su valor medioambiental y pueda ser disfrutado por todos los ciudadanos”.
La zona de la Ribera de La Algaida y Las Salinas están colindantes, por lo que el PP destaca que “el Ayuntamiento desmiente igualmente que se vaya a urbanizar la Ribera de la Algaida, no se van a construir viviendas ni tampoco equipamiento ni parques urbanos”.
'Salvemos las Salinas' se concentraba a orillas del mar un soleado 29 de diciembre, en la fiesta local de Las Moragas, junto a un histórico ejemplar de taray en las inmediaciones de la polémica zona, portando corazones verdes para mostrar su protesta y adornar sus ramas de forma navideña con pájaros y lemas ecologistas exigiendo la protección del paraje. Días antes había reunido unas trescientas personas en una concentración a través de las redes sociales.
El equipo de gobierno del PP insiste en que “este parque se encuentra contemplado en el PGOU de Roquetas de Mar aprobado en 2009. El Ayuntamiento desmiente que el PGOU haga alusión a ninguna actuación que no sea un espacio natural. El planteamiento del PGOU es un parque comarcal de acceso libre, una zona verde como la existente actualmente, debidamente organizada, al igual que se realizó con el sendero 'Puerta Verde' que es disfrutado por miles de personas a diario, un espacio de valor y belleza medioambiental en un parque comarcal singular por su ubicación y que generará sin duda grandes beneficios a todo el municipio.”
El proyecto está en fase de aprobación provisional, al enviarse a la Junta de Andalucía para que emita los informes oportunos y vuelva para su aprobación definitiva por el Pleno. El asunto va para largo ya que después el procedimiento continuará con la Reparcelación del Sector, el Proyecto de Urbanización y finalmente con el otorgamiento de las licencias de construcción.
La concejal a la que atacan los grupos de la oposición recordándole que en su época socialista rechazaba el proyecto de Amat y ahora lo defiende, argumenta que “el que conoce bien el desarrollo urbano de la zona entre Roquetas y Aguadulce, y todos los que están montando las manifestaciones lo conocen bien, saben que la Algaida no forma parte del sector por estar afectada por el deslinde de Costas y además tener previsto en la zona un parque comarcal de más de 40 hectáreas según el POTPA (Plan de Ordenación del Poniente Almeriense). Turaniana está en similares circunstancias dado que es un BIC (Bien de Interés Cultural), o sea, que también se encuentra fuera del sector. Y por último tenemos las pocas charcas que quedan de las antiguas Salinas, que ya fueron consideradas zona urbanizable por las anteriores herramientas de planeamiento, Normas Subsidiarias, PGOU 1997 y PGOU 2009, donde se establece la construcción de tres edificios de hoteles y una edificación en altura junto a la Avenida Reino de España (zona del Acuario), pero por supuesto, liberando para espacios libres la zona de servidumbre marítimo terrestre”.
López Carmona defiende al Gobierno municipal afirmando que “tanto los 200 millones de euros como las 8.000 viviendas son cifras sensacionalistas, puesto que entran dentro de la totalidad del desarrollo del proyecto para la zona, pero no de hoy para mañana, y lo de la ocupación de la Algaida y Turaniana es simplemente faltar a la verdad. Hay que trabajar por poner en valor la zona, determinar unas cuantas charcas salineras y que se queden como testigo de nuestra historia, hacer un centro de interpretación, y recuperar las partes o piezas para su muestra a todos y cada uno de nuestros vecinos, que muchos no conocen nuestra historia, y visitantes, turistas a los que se les ofrezca una oferta complementaria cultural y de naturaleza que nos hará únicos en el entorno. Apenas hay construcción en el proyecto, y la que hay está pegada a la Avenida Reino de España y Avenida de la Legión Española. (ya edificadas y urbanizadas) El paseo marítimo es el existente, no se va a construir ninguno más”.
Pese a que Salvemos Las Salinas denuncia que hay 3.500 metros cuadrados del proyecto que penetran en el subsuelo protegido de Turaniana, fuentes municipales que prefieren el anonimato han declarado a este diario que “no se toca el yacimiento de Turaniana. Sería absurdo hacerlo cuando es ilegal al ser BIC. Sería impensable, nadie lo permitiría. Se trabaja con visión por si en un futuro de 20-40 años hacen falta estos terrenos y equipamientos. Que el PGOU de 2009 permita la construcción de edificaciones en altura y hoteles no significa que se vayan a construir. Yo, personalmente, estoy a favor de defender la Ribera de La Algaida y saltaré si la tocan. Lo que están diciendo no se corresponde con la realidad, están manipulando la verdad. Se va a hacer un gran parque comarcal rodeado de un perímetro con un colchón verde de cientos de metros de espesor para evitar cualquier perjuicio medioambiental. La Ribera de la Algaida no se toca y hay gran parte de Las Salinas que tampoco se van a tocar. No cabe en cabeza humana acusar a Amat de querer hacer un Algarrobico en Roquetas. Sería una ruina urbanizar todo aquello, habría que hacer colegios, equipamientos, servicios, sería una locura impensable. No hay proyecto de urbanización, no hay nada, solo se asegura el desarrollo sostenible futuro. Que esté en el PGOU no significa que se vaya a hacer, lo tiene que aprobar la Junta de Andalucía”.
Juan Miguel Galdeano, coordinador asimismo de la asociación Unidos por Turaniana, denuncia, al igual que PSOE, IU, Cs y Tú Decides, que el proyecto supone “aislar con una pantalla de edificios, incluso dos torres de 28 pisos, de unos 100 metros de altura cada una, y bloques de pisos y hoteles, los alrededores del paraje natural de La Algaida, lo que supone asfixiarlo y condenarlo a tener todavía más residuos, mayor presión turística, demográfica y degradación del medioambiente, urbanizando sin piedad sobre las antiguas Salinas de San Rafael, de alto valor histórico, levantando sobre ellas una torre y tres hoteles. Nosotros proponemos poner en valor Turaniana, haciendo un museo como aprovechamiento turístico, acondicionar La Algaida e impedir que entre gente a hacer motocross, así como no construir sobre Las Salinas y restaurarlas”.
Dos modelos de futuro desarrollo urbanístico están enfrentados entre los roqueteros y en su ayuntamiento, con posturas cada vez más enconadas. La Junta de Andalucía, tanto Medio Ambiente como Cultura, debe emitir aún informes no vinculantes. Y en enero se prepara una concentración para pedir que Las Salinas de San Rafael sean declaradas Bien de Interés Cultural por su valor histórico, arqueológico e industrial, lo que paralizaría gran parte del proyecto de salir adelante.
Gabriel Amat, quien considera que la inmensa zona es actualmente “un criadero de mosquitos”, ha anunciado que oposiciones así, o el cerco judicial y la investigación fiscal y policial a la que se ve sometido, le convencen para presentarse una vez más a las próximas elecciones municipales.