Este martes el familiar de un paciente agredió física y verbalmente a dos pediatras del Hospital Universitario de Poniente. Poco después la Policía Local de El Ejido lo detuvo. Fuentes de la Delegación provincial de Salud confirman a elDiario.es Andalucía que “uno de los profesionales, un hombre, ha sido golpeado con fuerza en varias ocasiones por el agresor, mientras que una compañera suya ha sido agredida verbalmente”.
La “brutal agresión” fue motivada por un desacuerdo con la atención que se le estaba prestando al menor al que el hombre había acompañado al hospital. El individuo “se mostró muy agresivo desde un primer momento” hasta que inició los “fuertes golpes” contra el médico, provocándole “lesiones y contusiones en distintas partes del cuerpo, como la cabeza y las manos”.
La Delegación de Salud ha activado el protocolo contra agresiones sanitarias y ha ofrecido todos sus servicios a los agredidos. Asimismo, el Hospital Poniente convocó al día siguiente de la agresión una concentración en repulsa por los hechos acontecidos. Durante la congregación, trabajadores, equipo directivo y representantes sindicales han mostrado su repulsa unánime a las agresiones físicas y verbales contra el personal de los centros sanitarios.
“Máxima solidaridad”
El delegado territorial de Salud y Consumo, Juan de la Cruz Belmonte, ha asistido a la concentración y ha expresado “la repulsa unánime, por parte de todo el sistema sanitario de la provincia y de todos sus profesionales”. Belmonte ha señalado que “tenemos a los mejores profesionales, dando cada día lo mejor de sí mismos, para salvarnos la vida, y estas actitudes son intolerables, además de un delito contra la autoridad, que como tal se va a perseguir y enjuiciar; y esperamos una sentencia ejemplar”.
Por su parte, el director Médico del Hospital Universitario Poniente, Francisco Cañabate, ha transmitido durante el acto “todo nuestro apoyo a los dos profesionales agredidos, a los que queremos mostrar nuestra máxima solidaridad”. Francisco Cañabate ha subrayado que “es necesario condenar de forma enérgica estas actitudes violentas, que no tienen cabida en nuestra sociedad y mucho menos en el seno del sistema sanitario público, donde nos dedicamos a cuidar de la salud de la ciudadanía”.
“No nos podemos negar a darle asistencia”
El caso de Poniente no ha sido el único. Marta (nombre ficticio) es una enfermera de 43 años del área de diálisis del Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería capital desde hace 15 años. Lleva sufriendo un “maltrato continuo” por parte de un paciente con el que tiene que pasar cuatro horas diarias por obligación, dado que su tratamiento es de larga duración. Soporta insultos, humillaciones y hasta ha presenciado cómo “estampaba a un compañero contra la máquina de café”. Lo máximo que puede hacer es llamar a seguridad por pertenecer a “un centro de referencia” porque “no nos podemos negar darle asistencia sanitaria”. La enfermera, natural de Cádiz, explica que “los de arriba nos recomiendan que hagamos una denuncia personal”. Se siente desprotegida porque la dirección no las apoya y no existen protocolos para hacer frente a las constantes agresiones de los pacientes al personal sanitario.
En el Centro de Salud Las Norias de Daza (El Ejido) dicen estar “habituados” a que haya “riñas con los pacientes”. Un sanitario, que quiere “la máxima discreción con este tema”, indica que hasta ha tenido varios juicios tras agredirle físicamente. “Lo peor de todo es que sigue viniendo aquí y lo tienes que atender otra vez porque no queda de otra”, confiesa resignado. “¿Oléis eso? Parece que ha pasado una rata por aquí”, oye decir el facultativo cuando se cruza con su agresor. “Es desesperante, resulta que nosotros estamos aquí para lo bueno y para lo malo; hubo un tiempo en el que nos aplaudían, pero siempre que pueden nos apalean”, reflexiona.
Marta confiesa angustiada que vive aterrorizada y con una ansiedad extrema que le obliga a tomar pastillas para dormir. “Tengo muchísimo miedo porque muchas veces me ha esperado abajo en la salida y me sigue”, murmura entre sollozos. Cuenta que sus compañeros le cambiaban el turno cuando le tocaba con el agresor, pero “llega un punto en que ha arremetido contra todo el personal y ya nadie quiere tenerlo cerca”.
Al alza las agresiones a sanitarios en Andalucía
El Sindicato de Enfermería ha solicitado medidas tras conocer los últimos datos de agresiones registrados en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), que abarcan entre enero y julio de 2022, y que apuntan a un incremento de casos cuando se contabilice el año completo. En concreto, en los primeros siete meses de 2022 ha habido en toda Andalucía 898 agresiones, de las cuales 730 han sido de carácter verbal, tales como amenazas, críticas humillantes o insultos graves, y 168 han llegado a la agresión física.
Por provincias, Málaga encabeza las agresiones con 187 casos (46 de ellas físicas), seguida de Sevilla 175 (35 físicas) y Cádiz con 153 casos, de los cuales 16 fueron físicas. A continuación, según los datos recopilados por SATSE, se sitúan la provincia de Huelva, con 93 incidentes (24 agresiones físicas), 85 en Granada (22 agresiones físicas), 80 en centros de Almería (21 físicas), Jaén con 62 casos de ellos una agresión física y por último Córdoba con 62 (3 agresiones físicas).
Marina Rueda, enfermera en Almería, reflexiona durante una entrevista con elDiario.es Andalucía que los profesionales sanitarios sufren por “las deficiencias del sistema sanitario''. Explica que, cada vez, las necesidades de los pacientes o usuarios de salud aumenta, ”pero nuestra situación sigue siendo precaria“. Y es que ”cuando no hay personal suficiente, cuando no se tienen unas condiciones dignas, el cuidado que das es deficiente, y no cumple las expectativas del paciente“. Asegura que el personal sanitario se vuelve vulnerable cuando ”los mismos pacientes conocen sus derechos pero desconocen sus deberes“, que es ahí donde ”se producen las exigencias de cuidados, y las agresiones, cuando no cumplen con las expectativas del paciente, con lo que él considera que necesita, pero que quizá no“. Marina lamenta que se siente frustrada porque ”no siento el respaldo por el sistema sanitario ni por el paciente“. ”Los pacientes nos faltan al respeto y no nos consideran autoridad, sino alguien que tiene que darle lo que quieren en el momento“, concluye.
El perfil de los agresores: el 16% con trastornos psiquiátricos
La Consejería de Salud y Consumo contabiliza las agresiones al personal sanitario teniendo en cuenta los distintos perfiles de los usuarios que agreden y las características de las agresiones. Así lo establece el Plan de Prevención y Atención frente a agresiones del SAS.
Según el análisis de la Consejería, el 16% del total de agresiones son cometidas por usuarios con trastorno psiquiátrico, psicológico o que sufren algún deterioro cognitivo. Desde el Plan de Prevención y Atención del SAS, se destaca que este porcentaje se mantiene estable cada año y está ligado al tipo de actividad desempeñada en los centros asistenciales, es decir, es consustancial a áreas asistenciales específicas, por lo que las medidas preventivas y actuaciones deben ser distintas en este tipo de casos, ya que no son agresiones equiparables al resto.