Andalucía es la comunidad autónoma que más alumnos pierde en la pública a favor de la privada
Uno de cada cuatro alumnos de enseñanzas no universitarias en Andalucía estudia ya en un centro privado (mayoritariamente concertado). Esto consolida una tendencia creciente en una comunidad autónoma que fue, junto Galicia y País Vasco, la única en la que en el curso 2018-2019, cuyos datos de avance publicaba recientemente el Ministerio de Educación y Formación Profesional, cayeron las matriculaciones en la pública y subieron en la privada.
Esto evitó que Andalucía terminara con un saldo negativo en el total de matriculados con respecto al curso anterior. En este sentido, siendo la comunidad autónoma de España con más población y con más alumnos, la cifra el pasado curso creció solo en 116 estudiantes hasta un total de 1.608.497, con lo que no ha vuelto a llegar a ese 20% del total de matriculados del país que suponía hasta hace cinco cursos.
En concreto, la pública registró 2.344 alumnos menos que el curso anterior y la privada, 2.460 más. Fue con ello la tercera comunidad autónoma en números absolutos y relativos en la que más creció la privada, solo por detrás de Cataluña (+6.720) y Madrid (+8.931). Pero a diferencia del caso de Andalucía, en estas dos también subieron las matriculaciones en la pública en igual medida.
De este modo, el crecimiento en más de 35.000 matriculados con respecto al curso anterior registrado en España lo absorbieron otras comunidades autónomas. De hecho, el tímido aumento logrado en Andalucía queda lejos de territorios en los que se incrementó por encima de los 10.000 (Cataluña y Comunidad de Madrid) o en torno a 5.000 (Comunidad Valenciana y Murcia). Es más, en las 13 comunidades autónomas en las que subieron las matriculaciones (que además de las citadas son Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia, Navarra, La Rioja, Ceuta y Melilla), sólo dos crecieron por debajo de Andalucía. Se trata de Castilla-La Mancha, con un saldo positivo de 88 alumnos, y Galicia (68).
Con esta tendencia Andalucía, donde el porcentaje de matriculados en la pública con respecto a la privada ha caído a un 73,6%, está ya por debajo de la media nacional (67,1%), si bien lejos todavía de los índices de la privada en las dos autonomías donde rondan la mitad de las matriculaciones: Comunidad de Madrid y País Vasco. Pero también es verdad que ya no puede presumir de tener un 80% o más de matriculados en la pública, lo que en el último curso sólo se ha dado Castilla-La Mancha, Extremadura, Ceuta y Melilla.
Almería y Huelva, las de más alumnos en la pública
Por provincias, el número de matriculados en la privada creció en todas salvo en Córdoba y Sevilla. Especialmente significativo en la pública es el caso de Almería y Huelva, las dos únicas provincias donde este régimen representa más del 80% del alumnado, lo que coincide con un elevado porcentaje de mano de obra inmigrante en las mismas. Por lo contrario, Granada es la provincia de mayor porcentaje en la privada (uno de cada tres alumnos), seguida de cerca por Córdoba y Málaga, que rozan un 30%.
Resulta revelador tener en cuenta la evolución de las unidades. En los últimos cinco años -lo que evidencia también que no responde a una decisión del nuevo Gobierno de Andalucía de PP y C's sino que lleva su trayectoria- se han cerrado en Andalucía 738 unidades de infantil -el ciclo más afectado por esta situación- en la pública: de 13.117 en el curso 2013-2014 a 12.379 en el pasado, según datos también del Ministerio de Educación y Formación Profesional. En cambio, en el mismo periodo, se han sumado 502 nuevas en la privada: de 6.808 a 7.310.
Para ver si ese incremento en la privada ha sido más notable en la concertada o en la de pago hay que limitarse a los datos del curso 2017-2018, el último con ese nivel de detalle, que cifraba en 6.211 las unidades del primer régimen y en 1.175 en el segundo, sumados los dos ciclos de infantil. Cinco años antes eran 5.406 en la de pago y 1.402 en la concertada, por lo que está claro que el incremento ha sido en esta.
Estos datos se traducen luego en decisiones que ponen cara a cara los dos modelos. El caso más llamativo se está viviendo en la provincia de Cádiz, con 11 centros de titularidad pública en los que se cerrarán unidades de cara al nuevo curso, seguida de Sevilla, con ocho. “Este hecho contrasta con centros privados concertados de la ciudad que mantienen unidades abiertas sin tener suficiente alumnado adscrito o solicitudes suficientes para llenarlas”, critican desde la Coordinadora de la Escuela Pública de Cádiz y la Federación Local de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Flampa).
“Desde 2011 son ya cercanas a 1.500 las aulas públicas suprimidas en Andalucía”, denuncian desde el sindicato de la enseñanza Ustea, que suma a las de infantil el resto de ciclos. Esto se traduce en “cientos de profesionales de la docencia que seguirán engrosando las bolsas de trabajo y las listas del paro, centenares de familias que se verán obligadas a inscribir a sus hijos en centros alejados de su domicilio o que son inducidas a escolarizarlos en la red concertada”, agregan, a la vez que facilitan un listado de 44 centros en los que está “en desarrollo” el plan de cerrar unidades en la pública para el nuevo curso.
En este contexto, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, prometía que para el nuevo curso 2019-2020, pese a una caída de más de 10.000 alumnos en infantil y primaria, no se va a producir el cierre de 500 unidades, sino que se reducirá la ratio a una veintena de niños aula, “la mejor cifra de la última década” en Andalucía. En paralelo, reiteraba que no se abre ningún aula nueva en la concertada, rechazando el “mantra” del PSOE con este tema.
