La Junta de Andalucía ha comenzado esta semana la segunda ronda de vacunación contra el coronavirus en los geriátricos para apuntalar la protección de la población más vulnerable de la pandemia, que suma más de 1.500 muertos, y con la tercera ola in crescendo. Supone a su vez casi el 30% del total de fallecidos por la pandemia, pese a que la población interna en geriátricos ronda unos 45.000 mayores de los más de ocho millones y medio de andaluces.
El peligro del virus una vez que cruza las puertas de un geriátrico es tal que sus víctimas mortales se cuentan por días: solo desde que empezó el proceso de vacunación con la primera dosis, el pasado 27 de diciembre, se han contabilizado más de 150 fallecidos más en las mismas. Este 17 de enero de 2021, con el comienzo de la administración de la segunda y definitiva a los internos y personal de los geriátricos, son 1.577 residentes los que han muerto por covid, según el Instituto de Estadística de Andalucía (INE) a los que se suman 74 fallecidos en centros para personas con discapacidad y albergues para personas sin hogar. El total de contagiados se sitúa el mismo día en 7.879, según las mismas estadísticas, lo que supone que uno de cada cinco de los que ha dado positivo por covid en un geriátrico ha muerto.
Entre las autonomías con mayor incremento
Las estadísticas rebelan que no se aprendió de la primera ola dado que la segunda ha matado el doble cerrando un 2020 con casi 1.500 muertos en residencias por covid, de los cuales, las dos terceras partes se contabilizan a partir del verano, cuando estaba ya el segundo envite del coronavirus. De hecho, la primera mitad de 2020 se cerró con 571 fallecidos por covid en las residencias, tal y como ratificaría en septiembre el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en comparecencia parlamentaria. Es día, 10 de septiembre, cuando compareció para hacer balance, eran ya 596 y comenzaba a tomar fuerza la segunda ola, que cercenó la vida de otros tantos solo el último trimestre de 2020.
En realidad entra dentro de la dinámica de la afección del virus porque la segunda ola ha sido más mortífera para la población en general en el caso de Andalucía, pero también demuestra que las medidas implementadas en los geriátricos no han funcionado. En este sentido, pese a que el grueso de las comunidades autónomas consiguió frenar la mortalidad en estos centros en la segunda ola, con una menor incidencia con respecto a la primera, Andalucía lidera la lista de las seis que no lo consiguieron, que son además Asturias, Baleares, Canarias, Galicia y Murcia, si bien en este último caso la variación es mínima. Se da la circunstancia también de que fueron de los territorios menos afectados en general con la primera irrupción del coronavirus en nuestro país. ¿Exceso de confianza? El tiempo y los estudios que hagan los expertos lo dirán en el futuro.
“En dos semanas, se han producido más de 60 fallecimientos, el número de contagios se ha duplicado y la tasa de letalidad ha aumentado. La tercera ola ya está en las residencias y mucho nos tememos que sus resultados superaran con creces los efectos de las dos anteriores ¡ojalá nos equivoquemos!”, expresa Martín Durán, presidente de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM).
Recuerda que cuando terminaba la segunda ola avisaban de que había que “tomar medidas, si no queríamos repetir e incluso aumentar los datos tan nefatos”. Por eso, lamenta que no se escucharan recomendaciones que hicieron, como que era “de vital importancia apostar por la evacuación de los contagiados fuera de los centros residenciales lo antes posible” o que “que había que abandonar los protocolos seguidos hasta el momento de sectorización y medicalización de centros por la inoperancia y poca efectividad de los mismos”.
En este sentido, con las crudas cifras de la segunda ola en la mano, un comienzo voraz en la tercera y apenas unos días desde el inicio de la protección total con la segunda dosis para estas personas, no puede evitar hacer una reflexión: “No se nos ha hecho caso, y la Consejería de Salud y Familias ha seguido insistiendo en la aplicación de dichos protocolos, y los resultados vuelven a repetirse. De insistir en esta línea, los efectos de esta tercera ola también serán devastadores. Lo único que nos puede salvar es acelerar el proceso de vacunación y esperar que tengan el efecto esperado y deseado”.
Desde la Junta de Andalucía destaca que se prevé que esta semana queden inmunizados los usuarios y el personal de estas instituciones. En las mismas se han puesto cerca de 90.000 vacunas de la primera dosis, prácticamente mitad y mitad entre residentes y trabajadores.