Andalucía cuenta con menos pediatras en su sanidad pública que hace cuatro años
Cuatro años y más de 200.000 niños nacidos después en Andalucía, según cifras del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, la comunidad autónoma tiene menos pediatras que en 2018 en los centros de salud. Aunque la disminución con respecto a entonces es pequeña, sí es llamativo que, en lugar de haberse incrementado el número de profesionales de esta especialidad, haya descendido. Según datos del Servicio Andaluz de Salud (SAS), si en 2018 se cerró el año con 1.144 médicos de este área en toda la sanidad andaluza, actualmente hay 50 menos. El peor dato de la serie es precisamente de mayo este año al bajarse de la barrera de los 1.100 pediatras. Fuentes de la Consejería de Salud reconocen el problema, aunque no coinciden con el diagnóstico que hacen los sindicatos.
El sector entiende estas cifras como el resultado de “una muerte anunciada”. El descenso en el número de médicos especialistas en niños en los ambulatorios es una realidad que ha ido ganando terreno en los últimos tiempos y que, de acuerdo con datos del Consejo Andaluz de Colegio de Médicos (CACM), no se explica precisamente porque falten profesionales, como deslizan desde la Consejería de Salud, sino más bien de un problema de captación de médicos. Las cifras del CACM demuestran que entre 2019 y 2021 ha habido un aumento total de pediatras: si en 2019 había en total en Andalucía 2.614, en 2021 el número subió hasta los 2.739, es decir, un centenar más que no se ve reflejado en los ambulatorios.
Además, la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria (AEPAP) estima que en 2018 había unos 300 médicos que trabajaban en pediatría sin ser especialistas de ese área, por lo que de los 1.150 que había de media, aproximadamente un tercio de ellos no eran realmente pediatras, sino médicos de familia, lo que hacía que, si en Andalucía entonces había 1,4 millones de niños, unos 300.000 de ellos no estaban siendo tratados por un pediatra. Una realidad que ha empeorado, según explican fuentes de la AEPAP a este medio, porque la Junta de Andalucía no está consiguiendo captar a todos los profesionales médicos que están en el sector.
Para el SAS se trata de una cuestión endémica del Sistema Nacional de Salud (SNS). “En Andalucía, como en el resto de España, hay un déficit de profesionales para Atención Primaria. Es cierto que hay menos pediatras en los centros de salud (-25), pero en el conjunto del SAS ha crecido la plantilla de Pediatría en 96 efectivos desde 2018”, explican fuentes de Salud. “Desde Andalucía, se ha venido pidiendo de forma reiterada al Gobierno central la autorización de más plazas de formación de especialistas internos residentes que permita ir paliando este déficit de profesionales para Atención Primaria y evitar que el problema se agudice con las jubilaciones previstas en los próximos años. Es decir, somos conscientes de que existe este problema y lo intentamos paliar”.
Una especialidad maltratada
Sin embargo, el análisis que hace la Junta de Andalucía difiere con el que hace el sector. Mientras desde la Consejería de Salud afirman trabajar “por la estabilidad y las mejoras retributivas para fidelizar y atraer a profesionales sanitarios, no solo pediatras” cumpliendo con “esos compromisos con el objetivo conseguido de la equiparación salarial respecto de otras comunidades autónomas”, los sindicatos y los profesionales no coinciden del todo con esa visión. Rafael Ojeda, portavoz del Sindicato Médico, cree que “a pesar de que ha aumentado el número de pediatras en Andalucía, ha disminuido en el SAS porque hay incapacidad de la Administración para fidelizar a los médicos”.
“Es algo que vemos especialmente en atención primaria, pero también lo empezamos a ver en atención hospitalaria”. A juicio del portavoz del Sindicato Médico, “esto se debe a que las condiciones laborales que se ofrecen son muy deficitarias”. En el caso concreto de los pediatras, afirma que hay “grandes problemas para la conciliación de la vida de estos profesionales”. Por ejemplo, las mujeres que solicitan reducción de jornada por haber sido madres, tienen “enormes problemas” para lograrlo. Muchas veces, denuncia, “se están viendo obligadas a pedir excedencias o reducción de jornada sin sueldo para poder cuidar de sus hijos”.
Desde el sindicato CSIF, Carmen Jiménez, vicepresidenta del sector de Sanidad, va en la misma línea que el Sindicato Médico: “La pediatría en Andalucía lleva muchos años con la precariedad como característica. Principalmente en Atención Primaria, donde son los médicos de familia quienes soportan el déficit”. Como desvelan las cifras de la AEPAP , “las plazas que no se pueden cubrir suelen ser ocupadas por médicos de familia en función de pediatría”. Un panorama que empeora en las zonas rurales “más aisladas” porque hay “más dificultades para cubrir dichas plazas”. Por otro lado, “el déficit de oferta en plazas MIR también afecta a estos profesionales”, dice Jiménez.
En CCOO y UGT también llevan años advirtiendo de los problemas que afectan a los pediatras andaluces y que hacen que el sistema público los esté perdiendo. En CCOO entienden que por parte de la Junta de Andalucía hay “voluntad” de desmantelar los servicios de pediatría utilizando todo tipo de excusas para ello. Durante la pandemia de la Covid-19, que ha ocupado dos de los últimos cuatro años del día a día de la sanidad andaluza, se utilizaron los “circuitos Covid” para eliminar algunas consultas que aún no han regresado, así como se han argumentado bajas o vacaciones para no reconocer que el sistema no consigue captar pediatras.
A juicio de Antonio Macías de UGT, “lo que pasa es que todos quieren trabajar en zonas costeras, urbanas o grandes ciudades y lo que hay que hacer es bonificar las zonas de difícil cobertura, para esta y todas las especialidades”. De esa forma, si se ofrecen “mejoras laborales” retributivas, formaciones o traslados, se lograría convencer a estos profesionales. “Hay que incentivar para tener a los mejores en sitios donde es difícil que vayan si no existen esas mejoras”, sentencia.
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