Antonio Pradas reitera el convencimiento del PSOE andaluz de que hay que esperar para las primarias y el congreso
El coordinador de la interparlamentaria del PSOE-A y diputado por Sevilla, Antonio Pradas, ha ratificado este lunes el convencimiento de la federación de que las primarias y el congreso del partido deben esperar, frente a la exigencia de una convocatoria urgente que están haciendo muchos en la organización, comenzando por el exsecretario general, Pedro Sánchez.
Lo ha expresado muy gráficamente: “No podemos poner la carreta delante de los bueyes”. Para manifestar a continuación que “todo el mundo es muy legítimo de posicionarse” -como ya han hecho el propio Pedro Sánchez o incluso ha insinuado Josep Borrell- pero primero “hay que abordar qué modelo de partido” quieren y los planteamientos de futuro, para luego “hablar de las personas”.
Tras recordar que la decisión sobre la fecha corresponde a la gestora, presidida por Javier Fernández y que este martes cumple un mes dirigiendo un partido roto, ha incidido en que la convocatoria de un cónclave “lleva su tiempo”. Y ha puesto el ejemplo de las gestoras de Galicia, “que lleva nueve meses”, y la de Madrid, “que duró otros tantos”. Y en su opinión, “la situación del partido es más compleja de la que pudiera ser en esos casos”.
Con ello, abundaba en la preparación del camino por parte del PSOE-A -que tiene dos miembros en dicha gestora- para que no haya primarias ni congreso hasta por lo menos finales de primavera, lo que se interpreta como una estrategia para dar tiempo a su secretaria general, Susana Díaz, a regenerar su imagen y prepararse para ello, mientras el reloj corre en contra de un Pedro Sánchez que se enfrenta al riesgo de caer en el olvido, pese a golpes de efecto como su renuncia al escaño, el anuncio de un periplo en coche por toda España para “escuchar a la militancia” o la entrevista de este domingo en el programa 'Salvados' con duras declaraciones.
En esta línea, sobre la petición de Pedro Sánchez en dicha entrevista de que Susana Díaz desvele ya su hoja de ruta, “porque una organización no puede estar pendiente de su agenda personal”, Antonio Pradas ha comentado que “es una decisión que corresponde a la secretaria general del PSOE-A”.
Por otro lado, se ha referido a las declaraciones del que fuera líder del PSOE sobre presiones del IBEX 35 y de grandes grupos mediáticos para contribuir a su caída. “Desde luego que yo no me siento identificado con esas presiones. Nunca las he sentido”, ha respondido el exsecretario de Política Federal sobre esta denuncia.
Como miembro que fue de la ejecutiva de Pedro Sánchez, hasta que junto con otros 16 miembros presentó las firmas de dimisión en Ferraz, ha negado también que, como manifestó Pedro Sánchez, el PSOE-A fuera un elemento desestabilizador de su mandato. “Siempre he tenido una lealtad hasta el momento en que no he estado de acuerdo con algunas cuestiones. [...] Y la lealtad del PSOE-A siempre ha sido más que evidente y va a seguir siendo así. El PSOE-A es un elemento vertebrador dentro del partido”, ha remarcado.
Para él, “lo más importante es que hoy se esté firmando un decreto para convocar unas terceras elecciones generales en un año”, gracias a que el PSOE “ha desastacado” la situación. “Todo lo que hagamos a partir de ahora va a ir dirigido a condicionar al Gobierno de Mariano Rajoy para que no siga con los recortes”, ha proseguido. Para ello, ha recalcado que él y el resto de socialistas también van “a coger el coche para llegar hasta el último rincón de España” y explicar la estrategia del partido en este sentido.
Un Podemos que “Pedro Sánchez no ha visto”
Finalmente, sobre la insistencia de Pedro Sánchez de mirar “de tú a tú” a Podemos, Antonio Pradas ha recordado que él no ha estado en el Congreso de los Diputados en la jornada de la investidura de Mariano Rajoy, dado que había renunciado a su escaño horas antes, por lo que cree que no es consciente de las últimas manifestaciones y comportamientos de los de Pablo Iglesias y sus confluencias. Ha puesto como ejemplos, de los que él fue “testigo” desde su escaño, cuando aplaudieron a Bildu tras reivindicar una posición “que se aproximaba mucho a una defensa de los planteamientos de los terroristas”, a Gabriel Rufián (ERC) -a quien ha calificado como “renegado”- “cuando renegaba de Andalucía” y a Pablo Iglesias descalificando “permanentemente al PSOE y a toda la trayectoria democrática de este país”.