La reclamación de Podemos de Andalucía de más autonomía entra en punto muerto
La autonomía que Podemos de Andalucía reclama con respecto a la dirección de Pablo Iglesias marcha a un ritmo más lento del esperado y la federación todavía no tiene CIF propio, lo que se había reclamado como elemento para poder exhibir esa independencia. Lo que los andaluces de Podemos persiguen es una mezcla entre el PSC dentro del PSOE, “un partido hermano”, o IU de Andalucía dentro de la coalición de izquierdas, donde rinde sus propias cuentas y tiene entidad jurídica propia.
“Lo del CIF es lo de menos. Sí se han logrado cosas”, sostienen en todo caso desde el equipo de Teresa Rodríguez, que la primera semana de julio rendirá cuentas con la convocatoria del Consejo Ciudadano Andaluz (CCA), donde se hablará del polémico documento sobre las relaciones con IU, pero también puede tocarse esta cuestión, que, tras unos tímidos “logros”, ha entrado en punto muerto.
Han pasado ocho meses desde que la asamblea del pasado 7 de noviembre reclamó dicha autonomía, lo que fue ratificado luego por CCA. Cierto es también que la candidatura que se impuso en las primarias del año pasado, Por una marea andaluza de Teresa Rodríguez no se fijó un plazo para conseguirlo, lo que sí hacían sus rivales en un proceso donde todos compartían la exigencia.
Teresa Rodríguez sostiene que hay una negociación en marcha en tres comisiones: una jurídica, otra organizativa y otra política. En la primera, que se refiere a los pasos para tener el control sobre sus cuentas, desde la dirección regional recalcan que se ha hecho efectiva, pero en parte, porque carecen de CIF y por tanto de entidad jurídica propia. Pero precisan que cualquier movimiento en la caja de Podemos de Andalucía, en manos del grupo parlamentario, se hace desde el territorio.
Volverá a estar fuera del programa Impulsa
Igualmente, la federación “volverá a controlar las donaciones” que se han impuesto como disciplina de partido: está previsto que “en breve” dejen de operar como el resto de territorios en el marco de la plataforma Impulsa para repartir estos fondos, lo que también está relacionado con la autonomía en las finanzas, según apuntan desde el equipo de Teresa Rodríguez.
La parte de organización está relacionada, entre otras cosas, con el manejo del censo. En este sentido, Andalucía fue la primera en poner en marcha el proceso de elaboración del censo que permitirá distinguir entre militantes e inscritos. Se trata de un proceso fundamental para desarrollar del documento organizativo que ganó en Vistalegre II en su terreno municipal. “El censo ya se controla desde Andalucía”, remarcan desde la dirección regional.
Sin embargo, la independencia política, para tener voz propia en decisiones tan importantes como la elaboración de candidaturas o los pactos pre y post electorales “es la más complicada”, según reconocen desde Podemos de Andalucía. La idea supone ir contra la política de circunscripción única que encima ha permitido que en las candidaturas por la comunidad autónoma se hayan impuesto los llamados paracaidistas, sin ir más lejos el conocido caso de Julio Rodríguez cuando en las últimas elecciones generales se presentó por Almería, después de haberlo hecho por Zaragoza y plantearse que lo vaya a hacer por Madrid.
La resolución aprobada en asamblea es clara: “Necesitamos autonomía política, organizativa y financiera. Necesitamos también una entidad jurídica propia. Necesitamos que las listas electorales no se escriban todas con el mismo bolígrafo desde Madrid. [...] No queremos independizarnos, necesitamos ser más Podemos que nunca. Pero ese Podemos tiene que ser útil hasta en el último barrio y pueblo de Andalucía. Y necesitamos las herramientas para ello”.
Desde la organización insisten en que se está caminando hacia ello, pese a que después de que hace unos meses se anunciará que “en unos días” habría novedades importantes sobre esto, la promesa terminara yendo en el olvido. El problema está en que Teresa Rodríguez está obligada a cumplir este mandato de la asamblea y el CCA y de momento no quiere que parezca un órdago a Pablo Iglesias ni se plantea la ruptura con el partido en caso de que finamente no se cumplan todas las exigencias.
