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Caso práctico de un crimen machista y su tratamiento en televisión con más sombras que luces

La presidenta del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), Emelina Fernández, ha apelado este martes a los profesionales de los medios de comunicación para que asuman códigos deontológicos a la hora de informar sobre violencia de género tras constatar que en la mayoría de los operadores “se ignoran las normas éticas más elementales” cuando abordan estos asesinatos, ya que, a su juicio, no se pueden seguir cubriendo estos hechos “como un suceso más”.

Es la conclusión a la que se llega tras el informe cualitativo sobre el tratamiento del crimen de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) ocurrido el pasado 12 de noviembre, y que originó una llamada de atención de la Asociación de la Prensa de Sevilla ante el “incumplimiento” de dichos códigos por parte de algunas televisiones. En este caso, un hombre mató a su mujer y posteriormente se suicidó en presencia del hijo de ambos, menor.

El informe incluye los informativos emitidos los días 12 y 13 de noviembre de 11 televisiones nacionales, autonómicas y locales (La 1, Antena 3, Telecinco, Cuatro, RTVE Andalucía, Canal Sur TV, Andalucía TV, Ondaluz Sevilla, Sevilla TV, Ver-T, El Correo de Andalucía TV y 8 TV Sevilla), además de 11 matinales y dos de actualidad. Entre las conclusiones de este análisis destaca una diferencia de enfoque de la información entre los prestadores públicos y privados, además de “la constatación del incumplimiento” por parte de algunos operadores, como ha denunciado la presidenta del CAA.

Sólo las televisiones públicas ofrecieron declaraciones de expertos, mientras que las privadas acudieron exclusivamente a amigos, vecinos e incluso familiares de las personas implicadas en el asesinato, “en contra de lo que recomiendan todos los códigos deontológicos que han asumido las organizaciones profesionales de la información”. Estos testimonios representaron el 71% del tiempo de palabra de los diversos actores que intervinieron en las noticias emitidas por las televisiones privadas.

“Los medios de comunicación tienen que ser capaces de concienciar de que esto no es un problema de las mujeres, sino de la sociedad, y que tenemos entre todos que contribuir a erradicar”, ha recalcado Emelina Fernández. Ha abundado en que las televisiones públicas son “muchísimo mejores” que las privadas, por lo que que hay que avanzar en las mismas.

La RTVA fue el único operador que en todas las ocasiones que abordó el asunto -en los noticiarios y en los programas de actualidad- respetó los códigos deontológicos: no ofreció testimonios de fuentes no autorizadas, acudió a personas expertas y preservó la intimidad de los implicados -incluido el menor- al abstenerse de difundir datos e imágenes que permitieran su identificación. Tampoco se hizo eco de los supuestos problemas psicológicos del agresor que sí se publicaron en otros medios de comunicación.