La empresa de atención al cliente Konecta anuncia un cierre: 200 familias gaditanas miran cara a cara al paro
Ninguno de los trabajadores de la empresa Konecta BTO, ubicada en El Puerto de Santa María, se lo veía venir. Por eso cuando el 14 de enero llegó a la bandeja de entrada de los trabajadores un correo anunciando el cierre de la empresa, fue un mazazo.
Esta empresa se encarga de la atención al cliente de Vodafone y toma la decisión del cierre de estas instalaciones en base al Art. 40 del Estatuto de los Trabajadores, donde se contempla una movilidad geográfica colectiva. El ofrecimiento inicial es trasladarse a Bollulos de la Mitación (Sevilla) y el resto a Valladolid. De no aceptar estos traslados, sólo queda la alternativa del despido.
El comité de empresa se ha puesto a trabajar para tomar posiciones ante unas negociaciones que comenzarán oficialmente este viernes día 25 de enero. Y lo primero que ha hecho ha sido alertar de la precariedad de la contratación que se vive en este centro, donde gran parte de la plantilla tiene contratos que van desde las 18 a las 25 horas, que pueden ser ampliadas mes a mes. El salario con este número de horas no alcanza los 700€, según denuncia el comité.
Los trabajadores se han encontrado con el respaldo tanto de la Diputación de Cádiz como de los ayuntamientos de Cádiz, El Puerto y Puerto Real. “En modo alguno podemos renunciar a ninguna alternativa que no signifique el mantenimiento de los puestos de trabajo en las mismas condiciones actuales”, señala Irene García, presidenta de la Diputación.
El alcalde de Puerto Real, localidad de la que son originarios 60 de los 200 trabajadores de Konecta, ha ofrecido la posibilidad de que la empresa se ubique gratuitamente en su término municipal para garantizar el empleo.
Posibles explicaciones a la decisión
Una de las posibles explicaciones, sin confirmar, de esta decisión de Konecta puede estar el hecho de que Vodafone perdiera hace unos meses la red corporativa de telecomunicaciones de la Junta de Andalucía. La Consejería de Empleo, Empresa y Comercio otorgó a Movistar los grandes lotes de las telecomunicaciones de la Administración autonómica, que tiene unas 90.000 líneas móviles en su red corporativa. Y todo ello dentro de un marco de un posible ERE de Vodafone que podría llegar a afectar al 22% de su actual plantilla.
Pero hay algo que no cuadra en Konecta porque, según explica la trabajadora Cecilia Medialdea, “hasta octubre se estaban haciendo cursos de formación para nuevas incorporaciones. Trabajamos con Vodafone para diferentes proyectos y siempre iban entrando encargos nuevos, por eso el cierre es algo que no imaginábamos”.
Este periódico se ha puesto en contacto con Konecta, que ha rechazado la posibilidad de hacer declaraciones al respecto. El departamento de comunicación de Vodafone se limita a comentar que “es una decisión de Konecta, a la que nosotros le subcontratamos los servicios. La decisión es sólo suya”.
“Los trabajadores damos los niveles que se nos piden, pero la gente está muy desanimada porque esto es un sinvivir. Es una plataforma atípica porque normalmente se suele contar con chavales jóvenes que lo compaginan con sus estudios, pero ésta lleva tanto tiempo abierta que la media de edad supera con creces los 30 ó 35 años. Yo tengo 47 años y llevo aquí ocho años, mientras que mi marido lleva ocho años en el paro. El único sueldo que entra en mi casa es el mío y tengo un contrato de 25 horas, 5 horas al día, que son 640 euros al mes. Estoy ampliada mes a mes. Cada mes se firma una ampliación pero el contrato base es el mismo. Yo no sé si me tendría que ir a otra ciudad con ese contrato. Hay compañeros que ganan 500 euros de sueldo. No puede ser porque tenemos familias monoparentales o matrimonios a los que, por estar en diferentes departamentos, a uno le correspondería irse a Valladolid y al otro a Sevilla”, explica Cecilia, perteneciente al comité de empresa.
Konecta cuenta en El Puerto con dos grandes departamentos: atención al cliente y televenta. Según explica Cecilia, “ningún trabajador ve viable el traslado con los sueldos que tenemos”. Espera al inicio de las negociaciones con la empresa para anunciar algunas medidas de protestas y destaca que “al menos nos sentimos arropados por los ayuntamientos de la zona”. Lo que es seguro es que la batalla por empleo acaba de comenzar.