Sin pelos en la lengua. Así se ha manifestado Zaida Cantera, diputada del PSOE en el Congreso de los Diputados, durante una discusión por Twitter con un veterano del Frente Polisario, Emhanmmed Ali AlGhasi, que negó que Maloma y otras mujeres saharauis, como Koria Badbad, Darya Embarek Selma o Nadhjiba Mohamed Belkacem, estuvieran retenidas en los campamentos de Tinduf (Argelia) y otros territorios saharauis.
La comandante retirada le ha replicado que “la joven está (retenida) contra su voluntad y eso lo sabe (usted). Si no, dejen que venga a España y ella personalmente me diga lo contrario”.
Ante la insistencia de este miembro del entorno polisario, que afirmaba que las familias españolas abusan de los niños de acogida o tratan de adoptarlos ilegalmente, Cantera le ha exigido que no le contara “películas para no dormir” y le ha recordado que conocía el tema y que sabía de lo que hablaba. De hecho, la familia de Maloma se reunió el pasado 21 de abril en el Congreso de los Diputados con miembros del Grupo Socialista.
La también diputada del PSOE Irene Lozano destacó en aquel momento que Maloma “es una mujer mayor de edad, una adulta que tomó libremente la decisión de vivir en España, donde ha pasado los últimos años, donde ha estudiado y donde tenía intención de continuar sus estudios y su desarrollo profesional”.
“Desde la amistad que une al Grupo Socialista y al Partido Socialista con el pueblo saharaui y desde la confianza en que el Gobierno va a conseguir su liberación inmediata, queremos hacernos eco de la pesadilla que está viviendo Maloma y su familia”, destacó Lozano.
Cantera le ha insistido que no era una “indocumentada” y que “retener a personas adultas contra su voluntad es secuestro. Ellas no quieren estar allí y yo lucharé por qué vuelvan”. Asimismo, le ha expresado su desagrado con la postura que mantiene el Frente Polisario ante este tema, afirmándole que “están perdiendo apoyos” y que “creía que eran distintos a sus opresores (Marruecos), pero no”.
El veterano del Polisario la ha amenazado con ponerla “firme”, a lo que la militar, que denunció y sufrió los abusos machistas de su superior en el Ejército, le ha respondido de manera desabrida que el “que no se entera es usted. ¿Y ponerme firme? No tiene que crecer usted ni nada. Ande, espabile”.
En declaraciones a eldiario.es/andalucía, Cantera ha afirmado que, estando en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, “este caso me llamó la atención. ¿Cómo es posible que a una mujer española y mayor de edad le esté ocurriendo esto? Es gravísimo que esté retenida contra su voluntad. Me da igual donde haya nacido, ella debería tener la libertad de elegir dónde quiere vivir y ahora mismo no es libre”.
La diputada se ha ofrecido a gestionar ella misma esta crisis diplomática y de derechos humanos. “Yo le pago el billete de mi bolsillo, voy allí a recogerla y que me diga aquí, sin ningún tipo de presión, dónde quiere vivir. Si no quiere estar en España, yo misma le pago el billete de vuelta. Hoy por hoy, todos los indicios me dicen que esta mujer no es libre”.
Cantera, que no se declara contraria al Frente Polisario, ha criticado al Gobierno de España con dureza por no garantizar “los derechos humanos de una mujer española mayor de edad. Para nuestro gobierno, parece que Maloma tiene menos derechos que yo. Tiene que actuar ya”. “Espero que Maloma esté aquí, si ella quiere, antes de que comience la próxima legislatura”, ha concluido.
Cinco meses sin noticias de Maloma
Maloma Morales, de origen saharaui y nacionalidad española, permanece secuestrada por su propia familia biológica desde el pasado 12 de diciembre, según denuncia Naciones Unidas y Human Rights Watch. El secuestro tuvo lugar cuando visitaba a su familia biológica. Morales fue adoptada por su familia de acogida cuando ella cumplió la mayoría de edad y tenía la nacionalidad española desde el año pasado. Ella y su padre adoptivo se encontraban visitando los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), cuando fue introducida a la fuerza en un coche por sus primos y uno de sus hermanos.
Desde el 25 de diciembre no había podido ponerse en contacto con su familia. Hasta este lunes que, por fin, ha podido llamar por teléfono a sus padres adoptivos y su pareja, Ismael Arregui, para manifestarles que está “bien, tranquila y que la familia (biológica) quiere entendimiento para que ella pueda ir y venir a los campamentos con libertad y mantener así una relación fluida con las dos familias”.
Human Rights Watch ha denunciado durante estos meses que “Maloma es una adulta y tiene el derecho absoluto a decidir dónde quiere estar, si quiere quedarse en el Sáhara o prefiere regresar a España. No importa su nacionalidad, el cometido del Polisario es garantizar ese derecho. Si el Polisario no lo puede garantizar, debería dejar de hablar de los derechos de las mujeres, que han de tener los mismos que los hombres. Está secuestrada por su familia. No tenemos nada en contra de su familia, pero ella tiene derecho a decidir y queremos escucharla sin la presión de nadie”.
Las familias de las mujeres secuestradas se manifestaron este sábado en Sevilla para exigir su libertad. La joven saharaui Shaya Mohamed Sale acaparó con su testimonio gran parte del protagonismo, al reconocer que ella mismo había sido secuestrada por su familia biológica cuando tenía 20 años.
“Vieron que yo era una mujer y que estaba en edad perfecta para casarme. Me lo pasé muy bien durante una semana con mis padres (de acogida españoles). A ellos los dejaron coger el avión, pero a mí me dijo (mi familia biológica) que, aunque tuviera tarjeta de residencia española, no iba a salir de los campamentos. España no se hizo responsable y mi familia me tuvo dos meses encerrada sola en una habitación donde perdía la noción del tiempo. Al final conseguí que, a cambio de 500 euros, un primo y una tía me sacaran de allí. Mis padres no se enteraron hasta que llegué a Madrid. Llevo cinco años sin hablar con ellos”.
Tras estas manifestaciones, ha denunciado este mismo lunes que el delegado del Frente Polisario en Andalucía, Abidin Bucharaya, le ha preguntado por “el precio de mi silencio” mediante una llamada teléfonica. Desde su perfil de Facebook, ha querido dejar claro que “yo no me vendo, mi voz no tiene precio. Me callaré el día que vea a todas estas mujeres en el aeropuerto” de vuelta a España. Horas después ha recibido amenazas desde el entorno del Frente Polisario.
En declaraciones a este diario, la familia Morales de Matos y la pareja de hecho de Maloma, Ismael Arregui, han condenado las amenazas recibidas por Shaya. “Condenamos toda amenaza y ataque a la libertad de expresión. Agradecemos a Shaya su apoyo y valentía y le transmitimos desde aquí nuestro apoyo inquebrantable”.