“El sexagenario habitaba en una chavola inmunda”. ¿Dónde está el error ortográfico? Si usted piensa que “chabola” solo se escribe “chabola”, sepa que sería penalizado en un examen de acceso a la Guardia Civil.
El pasado noviembre, al menos cinco aspirantes a ingresar en los centros de formación de la Benemérita fueron excluidos por considerar que “chabola” solo se escribe con b, nunca con v. El tribunal de selección les explicó que aunque no se use, chavola está en el Diccionario de la Lengua Española, y que eso es suficiente para considerarla correcta. No importa que la propia RAE desaconseje su uso o que nadie la haya visto escrita así.
Algunos de los descalificados no se conforman y están dispuestos a llegar a los tribunales para defender que “chavola”, con v, está mal escrito. Aportan un detalle: aunque también está en el Diccionario, cuantimás se dio por incorrecta en la prueba de Gramática. ¿Por qué una sí y otra no?
El caso, adelantado por Málaga Hoy y confirmado por este periódico, ocurrió durante las pruebas iniciales del examen de acceso a la Escala de Cabos y Guardias de la Guardia Civil, que se celebraron la mañana del pasado 28 de octubre. En total, se ofrecían unas 1.500 plazas para más de 25.000 aspirantes, que debían superar, entre otras, una prueba de ortografía subrayando las palabras incorrectas en cinco frases. Seis o más fallos: eliminado. A varios de ellos, fallar con chavola al considerarla incorrecta les dejó fuera.
“Si el criterio es que esté en el Diccionario, debería estar en las bases y aplicarse igual a chavola y cuantimás”, razona, bajo condición de anonimato, uno de los aspirantes que ha recurrido. La palabra “chabola” y su ortografía le han amargado las últimas semanas. Tiene puestas sus esperanzas laborales en ser Guardia Civil y caer en la primera fase de la prueba de acceso es un golpe duro. Sobre todo, porque esperaba pasar y tenía motivos: “Publicaron la primera plantilla y estaba dentro”, recuerda.
Un cambio en la plantilla de corrección
La cronología le da la razón. El lunes 30 de octubre a las 17.50 la Guardia Civil genera una plantilla de correcciones, según los metadatos del documento, y poco después la publica en la web: chavola estaba marcada como incorrecta. El martes 31 de octubre a las 10.52, una academia de preparación de oposiciones concluye un PDF con el análisis del examen y sus respuestas. “Gracias a nuestros miles de alumnos, hemos logrado reproducir íntegramente los exámenes de Conocimientos, Ortografía e Inglés”, dice ese análisis, donde se considera que chavola es correcta.
Ese mismo día, el martes 31 de octubre a las 15.10, la Guardia Civil genera el PDF de una segunda plantilla de corrección, pero no la publica hasta el 6 de noviembre, junto al cuestionario y la resolución provisional de aprobados. Y ahí, el criterio cambia: chavola ya vale. La propia resolución provisional recoge un acuerdo para “dar como correcta la palabra (…) al estar aceptada por la Real Academia Española”.
Los recurrentes creen que este cambio fue “repentino, sorpresivo e inmotivado”, se hizo al margen del procedimiento que establece la ley y va en contra de los principios de seguridad jurídica, publicidad y transparencia que rigen el proceso.
La RAE desaconseja el uso
Que chavola es válido con v sigue siendo el criterio de la Guardia Civil, a pesar de las quejas de los perjudicados por el cambio. A los opositores les respondió por correo electrónico que también “se usa, aunque de forma poco habitual, y que, por lo tanto, no debe considerarse como una forma incorrecta”. El 15 de noviembre dictó una Resolución dando por definitivo el resultado, contra la que han recurrido varios aspirantes afectados.
No existe en las bases de las oposiciones una disposición que recoja qué debe entenderse por palabra “correcta”, lo que abre las puertas a cierta discrecionalidad. En cambio, este medio ha podido comprobar que sí existe una nota informativa divulgada para el mismo proceso selectivo de 2021. Allí se dice que la corrección ortográfica se realizará “siguiendo las normas de la RAE y los usos considerados más correctos según dicha Academia”.
La cuenta @RAEinforma aclaró el 2 de noviembre en X que “desaconseja” usar chavola. “La variante ”chavola“ figura con marca ”p. us.“ (poco usada) en el diccionario”, una marca reservada cuando la palabra aparece “raramente después de 1900”. “No forma parte del español estándar actual”, concluía. También el departamento de “Español al día” explicó a los opositores que la variante “ha perdido vigencia”, por lo que desaconseja su uso. Parecida respuesta dio la Fundéu. Los diccionarios María Moliner y Manuel Seco ni siquiera la recogen.
Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, dictada el pasado 29 de junio, ya concluyó que el criterio para decidir si una palabra es “correcta” no se puede limitar a verificar si está registrada en el Diccionario de la RAE. En aquella ocasión, se cuestionaba si era correcto escribir “ciberataque”, “LGTBI”, “reditar” y “preminente”. El tribunal dio la razón a cientos de aspirantes a Policía que respondieron que sí, razonando que la corrección trascendía a la mera verificación de si las palabras están incluidas en el Diccionario. Al fin y al cabo, el idioma dispone de mecanismos para formar nuevas palabras, que son correctas aunque no se recojan en él, tal y como admitió el Centro de Estudios de la RAE en relación con los vocablos citados.
Un informe pericial: es “altamente improbable” ver escrita “chabola” con v
Ahora, el recurso de los cinco candidatos se sostiene sobre un informe pericial firmado por el lingüista Antonio Martín Fernández, gerente de la consultora editorial Cálamo&Cran, fundador de la Unión de Correctores UniCo y miembro del equipo Palabras Mayores. Martín también concluye que el criterio para determinar si chavola es correcta no puede basarse en que esté recogida en el Diccionario de la Lengua Española. Entre otros motivos, porque el mismo tribunal ha rechazado cuantimás.
A falta de un criterio en las bases, propone recurrir a la “competencia lingüística”, entendida como la capacidad de los usuarios del español de reconocer y usar un término escrito de modo que el resto también lo reconozcan sin considerarlo un error. En la prueba, todos los errores eran comunes y los ejercicios podían resolverse usando los conocimientos básicos de ortografía de primaria y secundaria. Aquí van algunos ejemplos: “La mayoría de los condenados fuéron amnistiados o esculpados”; “Cobijaos en el refujio, que os vais a costipar”; “Yo no me habria vurlado de los indigenas que hicieron budú”.
En cambio, ¿quién podía saber que chavola es, según el tribunal, una variante correcta si se toma como única referencia si está o no recogida en el Diccionario? El perito apunta que es “altamente improbable” que cualquiera de los candidatos lo haya visto escrito así en su vida. El Corpus del Español del Siglo XXI ya no se registra y Google NGram Viewer (la herramienta que localiza las palabras dentro de libros editados en español entre 1900 y 2019) la recoge apenas 20 veces, incluyendo referencias de textos en gallego y leonés (donde es un error) y libros publicados en esas fechas, pero que se remiten a textos de décadas anteriores. En cambio, “chabola” aparece 3.590 veces.
Según el análisis pericial, ni la propia Guardia Civil ha usado en su web nunca la palabra chavola. Sí lo ha hecho el Ministerio de Defensa en diez ocasiones: dos son una confusión para referirse a Robledo de Chavela; tres hacen referencia a un apellido, y cuatro veces lo usó la Revista del Ejército entre 1940 y 1957 para referirse a textos aparecidos en años anteriores, donde está resaltada y aislada en cursiva. Una vez la usó en la Revista general de la Marina, en julio de 1891.
El dictamen de Martín Fernández es que chavola está mal escrito: “Hay que concluir que entra dentro de la clasificación de errores por dominante grafofónica”, pues es “muy improbable” que cualquier persona con competencia básica y avanzada en el idioma español diese por válido un texto con el término “chavola”.
“Yo no soy revolucionario, pero estoy viendo con mis ojos que tengo razón, y todos con los que lo comento lo ven así”, cuenta el aspirante a Guardia Civil. Puede probar cualquiera. Subraye el error ortográfico en la siguiente frase: “El sexagenario habitaba en una chavola inmunda”.