- El SAS lidia con la contestación ciudadana por esta apuesta mientras los tribunales se han pronunciado en contra, pero también a favor
Con la Consejería de Salud en el punto de mira, la polémica de las fusiones hospitalarias y/o de convergencia de unidades de gestión se ha saldado con el relevo el último año de todos los gerentes de hospital encargados de poner en práctica una medida que ha cosechado fallos en contra en los tribunales, movilizaciones sin precedentes e incluso división en el seno de la Junta de Andalucía y en el PSOE-A.
En sólo un año, la Consejería de Salud ha relevado a los cuatro directores que han dado la cara por estas unificaciones, todos ellos procedentes del periodo en que la consejería estaba en manos de María Jesús Montero, con lo que el nuevo titular, Aquilino Alonso, ha querido renovar las estructuras en un momento especialmente complicado para este cometido. Desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) insisten en que estos cambios se producen “dentro de la normalidad” de funcionamiento de las instituciones y niegan que se deban a la necesidad de dar respuesta a las críticas con un cambio de imagen en los equipos directivos.
Como punto de partida, hay que diferenciar entre las fusiones hospitalarias, propuestas para Huelva y Granada (siguiendo el modelo que ya funcionaba en Almería, Cádiz, Córdoba y Jaén), y las unidades de gestión intercentros, que se ha implantado en el caso de Málaga y Sevilla. Desde la Consejería de Salud, que comenzó a ensayar esta estrategia en 2012, apuntan que se ha hecho con el objetivo, por un lado, de racionalizar las estructuras directivas, y por otro, de garantizar la homogeneidad en el acceso de los ciudadanos a la cartera de servicios. “Con el proceso se ha incrementado la cartera de servicios y la alta tecnología en la sanidad pública”, defienden desde la Consejería de Salud.
En todo caso, en vista de las quejas que ha originado, se ha optado por echar el freno a estos procesos e iniciar nuevos cauces de diálogo con los afectados, tanto con los representantes de los trabajadores y los sindicatos como con las asociaciones de usuarios de las provincias. Todo ello en un contexto en el que se están renovando las direcciones.
El último cambio ha sido en el complejo hospitalario de Huelva, donde se ha nombrado a Antonio León como gerente del complejo hospitalario en la vacante de Rafael García Vargas-Machuca, quien el pasado 14 de octubre dejó el cargo que ocupaba desde 2012 y fue sustituido temporalmente por Basilio Bernad. La Consejería de Salud explicó en un comunicado que dejaba “la responsabilidad que ha ejercido en los últimos cuatro años haciendo posible que la unificación de los centros hospitalarios haya podido ejecutarse y que ahora necesita de un nuevo impulso para seguir avanzando, de la mano de profesionales, organizaciones sindicales y ciudadanía”.
Días antes era relevado el director del complejo hospitalario de Granada, Manuel Bayona, quien también ostentaba el puesto desde 2012 y ha sido sustituido por Cristina López. En este caso, como en el anterior, el SAS mostraba su “agradecimiento” por la labor prestada por el destituido, cuya salida coincidía con el punto más caliente de presión de la ciudadanía en contra de la fusión hospitalaria.
Por su parte, José Luis Doña, que dirigía desde 2014 el Carlos Haya y el Hospital Clínico de Málaga fue sustituido el pasado mes de marzo por Emiliano Nuevo. La destitución de José Luis Doña ha sido especialmente criticada por los sindicatos UGT y CCOO que lo recibieron como un castigo porque había “defendido los intereses de Málaga y eso le ha costado el puesto”. De hecho, atribuyeron su salida a que públicamente hubiera exigido “más recursos humanos y materiales para paliar las pérdidas en los últimos años que ha sufrido la sanidad pública en Málaga”.
Finalmente, en Sevilla, donde se estrenó el modelo con la unidad de gestión intercentros del Virgen del Rocío y el Virgen Macarena, Manuel Romero sustituyó en septiembre de 2015 a Manuel González como responsable de los dos hospitales durante dos años. Pese a que su mandato duró dos años, Manuel González había llegada a este puesto como un gerente de “transición”, según explicaron entonces desde el SAS, después de que en 2014 se hubiera producido la dimisión de Francisco Torrubia.
El devenir en los tribunales
Estos cambios en la estructura se producen después de que los tribunales se hayan pronunciado de manera diferente en relación a estos proceso. En el caso de Huelva, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) paralizó la fusión hospitalaria con un fallo en el que secundaba la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Huelva rechazando una medida impuesta sin “negociación”. Este fallo, que recurrirá la Junta de Andalucía, era conocido el pasado mes de octubre y se convertía en el último de una serie de varapalos para la administración.
De este modo, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 10 de Sevilla, ya había declarado nula la resolución que unificaba las direcciones de los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena y exigía en este sentido que se cumplieran dos sentencias previas del TSJA con la misma consideración. Es más, el fallo acusaba al SAS de entorpecer la labor de la justicia por el no cumplimiento de lo ordenado.
Por el contrario, en Granada, el TSJA ha respaldado la fusión hospitalaria en dos ocasiones, si bien la Junta de Andalucía ha anunciado que paraliza el proceso para negociar después de manifestaciones que han movilizado a más de 100.000 ciudadanos.
Estas sentencias se han producido porque estos procesos han sido denunciados en reiteradas ocasiones por los sindicatos por entender que se produce una merma en los servicios y en los derechos laborales. Especialmente se han puesto en pie de guerra Satse, Sindicato Médico y CSIF, pero también han respaldado a estos trabajadores las organizaciones no sectoriales, como UGT y CCOO, todos ellos agrupados en ocasiones en plataformas de presión.